Entrevista a Paolo Maldini

Paolo Maldini, director de desarrollo estratégico del área deportiva dle Milan, ha hablado en exclusiva a los micrófonos de DAZN para la transmisión “Línea directa” con Diletta Leotta. Estas han sido sus declaraciones:

El estilo sobre el terreno de juego: “Pienso que el campo debe reflejar lo que eres en la vida, por tanto lo que intenté dejar yo es una impresión de gran determinación, voluntad y respeto”.

Su pie favorito: “Soy diestro de mano y de pie. Pero cuando empecé a jugar de niño, había espacio por el lado izquierdo, por tanto me adecué”.

Cuanto de interesantes es el ténis para un futbolista: “Interesante a nivel físico, pero sobre todo a nivel mental, porque es un deporte individual. Por tanto, cuando vas al partido, tienes altibajos”.

Su primer encuentro con el propietario del Milan: “De mí se sabía pero no se sabía. Me pidió como veía una determinada situación, que era al revés que la suya. Y me dije: empezamos a lo grande!”.

Su amor por el fútbol: “De pequeño me enamoré del balón. Antes no podías entrar en la cantera con menos de 10 años, ahora puedes hacerlo a los 6. Mi madre me mandó a hacer un año de gimnasia artística: me quedó la elasticidad. Quedé décimo en un torneo y de regalo gané un balón: era el destino”.

Sus salidas kamikaze con el balón al pie a la defensa cuando era jugador: “Mi padre, en los años 60, era considerado uno de los defensores más técnicos de la época. Hacía lo que se denominó las ‘maldinadas’. Lo haces ahora, todo está en regla, si lo hacías en los 60, te machacaban. Creo que hay algo de genética, ¿quién te dice que hagas determinadas cosas? ¿Hacen ‘maldinadas’ Calabria o Romagnoli? Las acepto. Son síntoma de personalidad. Pero hacerlas siempre, es otro tema…”.

Gennaro Gattuso“¿Gattuso y yo? Hay que tener respeto por la persona que tengas delante. Los dos estamos para hacer que las cosas funcionen: las visiones pueden ser diferentes, pero nuestra relación ayuda a superar los momentos de dificultad… su operación lo debo valorar de manera muy fría. Tenemos posiciones diferentes, no somos compañeros de equipo”.

Su papel como dirigente: “Es un título que puede decir muchas cosas o ninguna… Leonardo tomó esta posición como dirigente a 360 grados, más que un director deportivo, me pidió que le acompañara en esta aventura… la definición del puesto es poco importante, lo que importa es que estemos al mando del área deportiva”.

Su trabajo en el Milan: “Es un gran reto, lleno de sentimiento… mi vida deportiva está siempre unida a estos colores, a esta ciudad, por tanto es el cierre de un círculo. Parecía natural, pero no estaba claro que sucediera…”.

Cuando se debe pedir un punto en el deporte: “Perdí una final de Champions recibiendo tres goles en seis minutos, tiendes a pensar que los porcentajes pueden ser cercanos al 1% que sucedan. Pero cuando sucede… el punto se cierra, en el fútbol como en el ténis, cuando el árbitro pita. Parece una frase de Vujadin Boskov, pero es así!”.

El futuro del club rossonero: “¿Los próximos puntos a cerrar? Que el Milan vuelva a ser protagonista. Hará falta algo de tiempo, pero la idea de tener un estadio en propiedad, quizás junto al Inter pero de altísimo nivel, es por tanto un proyecto a largo plazo”.

La situación de estrés a gestionar: “Un momento donde supe gestionar un equipo bajo estrés? Antes de la final de Manchester ante la Juve. Volvimos a una final tras 9 años, muchos compañeros nunca habían disputado una final: tuve que fingir de ser la persona más tranquila del mundo y todos me decían: ‘¿cómo eres capaz de estar tan tranquilo?’ y yo decía: ‘ya sabes, es algo habitual’ y en cambio tenía el fuego dentro, pero no conseguía gestionar esa presión. Se sorprendían que durmiera: me tomé una pastilla para poder dormir (ríe). Son pequeñas mentiras que dan seguridad al grupo”.

Llevar el brazalete de capitán del Milan: “Tiene un valor que no es solo simbólico, sino un papel que te da una enorme responsabilidad sobre todo si juegas en un equipo como el Milan, si luchas por éxitos importantes. No nací responsable, lo fui poco a poco. Tuve muchos ejemplos, todos diferentes, como Franco Baresi, que era mi capitán, no hablaba nunca, pero en el campo era determinado y siempre lleno de coraje”.

Cuando golpeó a Baresi con un codazo en el derby: “Nunca se lo dije, pero era Aldo Serena que me picó de inicio a fin, faltaban dos minutos, nunca me había pasado de darle voluntariamente un codazo a uno, pero en ese caso en un balón alto, estirada larguísima de Walter Zenga, quise darle un fuerte codazo a Serena, pero golpeé a Franco! La marca que se le quedó en la nariz es todo culpa mía… cuando se levantó insultando a Serena no le dije nada… en el campo también pasan estas cosas”.

Su primer contacto con Arrigo Sacchi: “Llegó al Milan y no nos habíamos conocido. Era 1987, estaba de vacaciones en Cerdeña y en esa época no había móviles. Cuando volví, encontré un número telefónico, era el de Sacchi. Lo llamé, en pantalones cortos desde una cabina: me dijo: ‘estás en duda, debes elegir si ser un playboy o un jugador’. Pensé: ’empezamos bien’. Era prejuzgar frente a mí, luego creo que di algo a la causa”.

La primera vez de su mujer en San Siro: “Pensaba que lo había preparado con la Curva, pero tengo que decir la verdad. Recuerdo que era un Milan-Avellino, ella se llama Adriana Fossa y por tanto, para ella la ‘Fossa dei Leoni’ parecía casi un homenaje. Llegué a marcar, pensaba que había conocido a un goleador. En cambio fue el único tanto de la temporada”.

Qué quitaría de los 6 minutos de Estambul y el gol de Ahn en el Mundial 2002 de Corea: “Acepto los dos, lo he visto tantas veces que no puedo lamentarme”.

Como se ve dentro de 10 años: “¿Presidente de un equipo o Ministro de Deportes? Padre con nietos”.

Lo que piensa de su carrera: “Si pongo a pensar en mi vida, en mi carrera, lo que pasó, hacerla mejor de lo que pasó, sería demasiado optimista. Una gran fábula, pero no ha acabado todavía. Lo mejor es esto, soy un poco soñador. Si eres así, llegas a cosas que nunca te habrías imaginado”.

Su hijo Daniel, la pequeña joya del Primavera: “Daniel es el primer creador de la dinastía Maldini, es el único con esas actitudes, como mediapunta, como goleador. Es algo ambidiestro también como yo. En su carácter veo ciertas cosas mías y en los movimientos hay genética porque como la gente se refleja en mí frente a mis dos hijos, donde la gente se reflejaba en mi padre en mi debut”.

Fuente: PianetaMilan.it