
Los penalties premian a los Diablos de Inglaterra, dejando al Milan de nuevo seco de victorias pero, como ya se pudo ver ante el Benfica, se sacan más cosas que una derrota. El United está muy por delante en su preparación (la Premier empieza el próximo fin de semana), los rossoneri tras una apnea de veinte minutos vuelven a mostrar buenas líneas vistas ya ante los portugueses y no solo se recuperan ante sus rivales, sino que consiguen ponerse por delante.
Todo esto frente a 65.000 apasionados que lo animaban prácticamente todo para los ingleses. Prueba de carácter por parte de los hombres de Giampaolo, que dejó en el banquillo al recién llegado Leao (camiseta 17). El United puntúa tras el 2-2 en los noventa minutos, gracias al error de Daniel Maldini, desesperado tras el fallo. Ningún problema, se crece también así.
Los primeros veinte minutos son una especie de agujero negro donde los rossoneri no consiguen salir. El United manda en todo: balón, juego y campo, donde se corre el riesgo de que sea un monólogo. Sobre todo porque a los rossoneri les cuesta realizar su juego, altísima presión por parte de los ingleses.
El gol de Rashford, que por la izquierda entra con una facilidad pasmosa, es la normal consecuencia del tal desequilibrio. El United baja la presión, en particular con sus tres mediapuntas, algo que los chicos de Giampaolo lo aprovechan enseguida. Es entonces cuando todo cambia de manera espectacular: el balón se queda en los pies rossoneros y empieza a ir como se pudo ver ante el Benfica.

En la práctica, Giampaolo recupera su Milan de un minuto a otro. El efecto más evidente es Suso, que encuentra espacios hasta entonces imposibles de ocupar. Primero lo intenta con un remate girado que sale fuera por un pelo, pero luego, desde la parte central, supera a De Gea con un zurdazo quirúrgico. Pocos minutos después intenta poner a Piatek a puerta, que no llega por un segundo de cabeza por un centro delicadísimo.
Si Jesús consigue armarse (y lo hace) es porque el Milan es capaz de conseguir reorganizarse, esto es mérito frente a un rival así. En el segundo tiempo, el United intenta imponerse de nuevo en el partido como en la primera fracción, pero esta vez solo lo consigue por un cuarto de hora. Se rompe por un toque de cabeza de Castillejo (centro de Suso) que toca en Lindelof y se cuela dentro (1-2).
Ventaja Milan, algo realmente a tener en cuenta en un estadio así. A mitad de tiempo empieza el carrusel de cambios, pero los rossoneri mantienen identidad e ideas, al menos mientras que dura la gasolina. La llama se enciende en los últimos diez minutos, donde el United va con fuerza, pero sin tener el toque ganador. A señalar Calhanoglu que actúa de regista al puesto de Biglia, el empate inglés llega de Lingard (de nuevo por la parte dereca del Milan).
La entrada de Maldini, con gran personalidad (pase para Silva y túnel a James) y luego, cede ante la emoción del penalty. Hay sitio también para un espacio importante, es decir, el de Bonaventura tras su larga ausencia por lesión. Giampaolo le piso en la zona de tres cuartos, pero más adelante ya se verá.