Leao: una gentil flecha

Parte ya con un gran peso en la espalda: hay quien lo compara a Aubameyang, otros que se parece a Mbappé y otros hasta con Ronaldo Nazario da Lima, el fenómeno, clase y potencia, físico y técnica ultrafina. Por no hablar de Eusebio, la historia del fútbol portugués. Él, Rafael Leao, será mejor que se tape las orejas y sobre todo que no piense en los 35 millones pagados por el Milan: alta cifra, la más alta de la campaña valorada por muchos como altamente insuficiente.

Leao está ahí, en espera de una ocasión superior a los 15 minutos que el técnico Giampaolo le concedió en Udine. El portugués solo se le ha podido ver ahí. Nada ante el Brescia en San Siro, solo una porción del partido en Pristina, en el último amistoso de pretemporada. Demasiado poco para valorar a un veinteañero que en Portugal es convocado por la Sub-21.

El Inter lo tenía en la mira, pero Conte solo cuenta con jugadores maduros, el Milan en cambio se decidió por varias razones, en futuras promesas, donde cayó la mira en este jovenzuelo potente, casi un metro noventa de altura, musculoso pero también ágil. Es realmente rápido, a veces se deja llevar por jugadas inútiles, de gran valía estética, algo que no le gusta nada a Giampaolo, que quiere meterlo en disciplina.

Pero Rafa es seguramente el delantero que podría inflamar San Siro, con números que ya no se usan. También esto sirve para recrear el perfil del equipo. Nacido de familia de origen angoleño, crecido en el Sporting de Lisboa, que lo dejó ir tras diez años. Era un niño cuando entró en el club, pero las incursiones de algunos ultras lo convencieron a emigrar, como hicieron otros de sus compañeros.

Solo que él era tremendamente joven y las decisiones hicieron clamor: liberado a parámetro cero, acabó en el Lille. Un positivo aprendizaje, que lo puso debajo de los focos. El Milan superó la competencia, ya que otros clubes ni tenía sitio ni paciencia, donde el día de su presentación llegó a Casa Milan con sus padres, hizo enseguida amistad con Paquetá y Duarte (idioma), tiene una casa en el centro de Milán, cercano al Arena y el Parque Sempione.

Muchos compañeros apuestan por su talento: en los entrenamientos hace jugadas de fenómeno, las pruebas físicas son buenas. Quizás le tocará seguir mirando durante un poco, pero Leao es el comodín del ataque que Giampaolo puede aprovechar en cualquier momento. No un mal sitio para empezar.

SIGUE LA CRISIS DE PIATEK, AHORA CON POLONIA

¿Es posible que la historia del número nuve llegara hasta el estadio Stozice, con poco más de quince mil espectadores en Liubliana? Piatek esperaba estar con Polonia para recuperar el olfato de gol que le falta desde el pasado 19 de mayo y tras un largo verano sin conseguirlo. El Pistolero esperaba recuperar la mira al menos en Eslovenia, lejos de todos.

Kris fue titular esperando recuperar ese feeling con la portería: las clasificaciones europeas lo inspiran particularmente, tres goles en cuatro partidos de la fase de grupos. Ayer en cambio nada: es imposible marcar si tan siquiera rematas a puerta. Pero ni Kris, ni ninguno de sus compañeros.

Derrota de Polonia (2-0), nunca llamado a la causa y sustituido en el 60′. A cinco meses del último gol fuera de casa (estadio de la Juve, 6 de abril), la puerta sigue cerrada. Y eso que en Polonia el 9 sigue siendo de Lewandowski, otro que se quedó a cero y con una pésima versión. Ambos se verán de nuevo las caras el lunes ante Austria.

Rebic por su parte fue titular en Croacia ante Eslovaquia. Jugó un buen partido de carrera (coberturas, propositivo arriba) y de espíritu. Se dejó todo pero nunca perdió lucidez: no se le piden goles pero sí participó con una buena acción personal y sobre todo dando la asistencia para el gol de Perisic. Resultado: 0-4, con tantos de Vlasic, Petkovic y Lovren.

Aguantó hasta el 70′ hasta ser sustituido. Una integración con el Milan donde Giampaolo empezará a trabajar desde el próximo martes, cuando Rebic debute en Milanello, en cuanto juegue el segundo partido ante Azerbaiyán.

Fuente: La Gazzetta dello Sport