Jesús Suso habla para Sky

Sky Sport ha realizado una larga entrevista a Suso, recogidas en la palabra “Los Señores de la Serie A”, donde el actual jugador rossonero habla para 360 grados

El Milan y la ciudad de Milán: “La historia de este club te obliga siempre a luchar dando el máximo. Estamos realmente bien aquí, me gusta la ciudad y la gente, la comida. Italia es un país muy similar a España y nosotros estamos muy contentos aquí”.

El apodo Suso: “Mi padre me llamaba así y él también se llama Jesús como yo. No sé por qué le llamaban así. Cuando tenía 7-8 años y jugaba al fútbol con mis compañeros de colegio había un chico que siempre era muy simpático y empezó a llamarme Suso. Desde entonces ahí se quedó”.

El sueño de ser jugador: “Yo tuve claro en mi mente la voluntad de jugar al fútbol. Cuando iba al colegio respondía ‘ser futbolista’ a la pregunta de qué quería ser de mayor. Y mis profesores se reían, diciendo que tenía que decir una profesión. El sueño se hizo realidad”.

La importancia de la familia: “Si soy futbolista es gran parte mérito de mi familia, porque siempre han estado a mi lado”.

La decisión de firmar con el Liverpool: “Estuve mal durante cuatro meses cuando me marché a Liverpool con 17 años. En esa época estaba Rafa Benítez y de hecho les preguntaba a las familias si querían irse con sus hijos. A mí en cambio me dijeron que tenía que irme solo, sin ellos. Yo tenía un procurador que trabajaba en mi ciudad y antes de irme al Liverpool había interés del Real Madrid”.

“Un día me llamó y me dije que el Real quiso comprarme y que habló con mi club de entonces (el Cádiz) y llegaron al acuerdo. Tomé un vuelo y lo vi todo, desde Valdebebas, la escuela, donde dormiría con mis compañeros. Estaba a un paso de irme, luego el mismo día me dijeron que era el Liverpool”.

“En esa época en España era raro y extraño ver jugadores de 18-19 años jugar en la Liga. En Inglaterra de hecho jugaba gente más joven y en varias competiciones como la FA Cup o la Carling Cup. Si bien quería aprender inglés, considerando importante para el futuro también como cultura personal, elegí al Liverpool”.

“Pensé que jugar en España siempre habría tiempo, mientras que jugar en el Liverpool no sabía si habría otra ocasión igual”.

El inicio de la experiencia en Liverpool: “Me fuí con 17 años y a esa edad, para jugar, debes esperar el tránsfer. Por tanto estuve varios meses sin jugar esperando ese documento, que nunca llegaba. Vivía con una familia inglesa, que trabajaban para el Liverpool y eran increíbles”.

“Tuve suerte en esto, porque en un momento hablé con mi padre para decirle que me iba. Me entrenaba, el resto de la gente se iba a jugar los partidos y yo me iba a casa. Era una situación nada buena”.

El debut en el primer equipo: “En 2012 siempre jugué como extremo derecho. Todo iba muy rápido. La preparación la hice con el primer equipo, con Brendan Rodgers como entrenador. Pero luego, de regreso de Boston, fui mandado a entrenarme con los reservas. Luego fui llamado para entrenarme con el primer equipo”.

“Tras varios días, el día antes de un partido, el entrenador me dijo: ‘¿estás listo? Mañana juegas al lado de Sterling, donde él llegaba del Primavera como yo. Cuando jugué el primer partido tras 20 minutos estaba muerto, porque me entrené tan solo una semana con intensidad, ritmo, todo era diferente. Recuerdo que jugué 60 minutos y Suarez hizo un hattrick (2-5 ante el Norwich)”.

Anfield: “Es uno de los mejores estadios para mí: la gente va a ver los partidos y lo hacen con detalle. El estadio es increíble, aparte que con los hinchas siempre me sentí bien en esos dos años”.

La cesión al Almería: “En ese periodo los americanos, que controlaban el club, empezaron a fichar a varios jugadores. Me pregunté que era lo mejor para mí: si estar otro año en el Liverpool y jugar 15 partidos o ir a España y jugar 30. Había varios equipos para elegir, porque lo hice muy bien en el Liverpool”.

“Pensé que quizás era mejor irse a un equipo más pequeño y habituarme a jugar todos los partidos. Y fue así: estuve muy bien allí y es donde conocí a mi actual mujer, por tanto muy contento. Cuando faltaban seis meses para volver al Liverpool, me llamó para tranquilizarme y decirme que cuando volviera a Inglaterra me harían el contrato”.

El pase al Milan: “Cuando volví para iniciar la preparación, yo escuchaba que algo había cambiado y entendí que no me iban a renovar. En un partido de Champions donde tenía que ser titular, me hice daño en el calentamiento, sintiendo un dolor terrible en el abductor. Tenía que operarme y quedarme fuera tres meses”.

“Faltaban seis meses para que terminara el contrato. Me llamó mi procurador y me dijo que había la opción de ir al Milan a finales de año. Le respondí que me gustaría mucho, porque es un club muy grande y con mucha historia. Pero no me gustaba la idea de tener que esperar hasta junio”.

“Vine a Milán para hacer las visitas médicas y luego me reuní con Galliani: ‘no quiero volver al Liverpool’. En ese punto me dijo que estuviera tranquilo. Galliani lo hizo todo al día siguiente y que me podía ir al Milan si quería”.

La cesión al Genoa: “Era una situación complicada en el Milan, porque no jugaba. Yo escuchaba que estaba bien y que podía ayudar a mis compañeros por tanto decidí irme cedido seis meses en Italia para demostrar mi valor. Pensaba que el Genoa era la opción adecuada, ya que ahí se fue también Niang, que me habló muy bien del entrenador (Gasperini)”.

“Me fui a Génova donde encontré compañeros increíbles y un entrenador muy fuerte, que sabía lo que hacer. Me puse a disposición y aprendí lo que él quería. Fueron seis meses muy buenos y en el derby ante la Sampdoria hice un doblete”.

El primer año en el Milan: “Quería irme porque quería jugar, era el periodo donde llegó Montella. En ese torneo vino el director deportivo del Celta de Vigo. Estábamos saliendo del vestuario al campo y estaba mi procurador y Montella me pasó diciendo: ‘Te lo digo ahora, esto no va a ninguna parte'”.

“Hablando con él me dijo que quería que me quedara, que estaba haciendo un trabajo muy bueno y que jugara con él. Para mí Montella fue muy importante, porque a nivel de carácter razonamos de manera muy similar: es una persona tranquila, donde le gusta jugar al fútbol. Tiene el mismo estilo”.

El mejor momento en el Milan: “Pienso que el mejor momento fue el primer derby de Milán que jugué. Hice dos goles, aunque al final empataron. Recuerdo que era noviembre y era mi cumpleaños: era una semana especial porque estaba toda mi familia. Un día que recordaré siempre”.

La apuesta de volver a casa andando: “Vivía en Gallarate y era mi primer derby. Me hicieron una entrevista y me preguntó de qué era capaz si hacía dos goles ante el Inter. Cuando hice el segundo fui a celebrarlo y Bacca llegó gritándome: ‘Ahora te vas a casa andando’. Luego el Inter empató y utilicé esa excusa, inventándome que la apuesta requería la victoria del Milan, para no volver andando a Gallarate”.

Gattuso: “Le vi un par de veces con el Primavera. Recuerdo que cuando era pequeño lo veía en televisión y era ese Milan lleno de campeones. Había esa cosa que con Montella no se trabajaba, por tanto según llegó él partimos fuerte. Recuerdo que el primer entrenamiento nos hizo realizar regates y recuerdo que pensé ‘Si hacemos esto todo el año el domingo ni llegaremos a rematar a puerta'”.

“Pero luego fue todo al contrario. Encontré una persona con el que construí una relación humana sensacional, tanto es así que a día de hoy sigo hablando con él. Si tiene algo que decirte a la cara lo hace, malo o bueno. Aparte la manera en la que te lo dice te llega dentro y creo que esto en el fútbol es muy importante. Me disgustó su marcha, porque tenía una sensacional relación humana”.

Pioli: “No lo conocía, jugué contra él cuando entrenaba al Inter y la Fiorentina. Cuando llegó él me recordó mucho a Gattuso, porque le gusta hablar, te pregunta lo que piensas o como estás. Hoy en el fútbol el aspecto psicológico es muy importante y pienso que él trabaja mucho en esto, por el poco tiempo que he podido conocerlo”.

Las críticas de los hinchas: “La gente pide siempre más a los mejores jugadores y estoy de acuerdo con esto. Creo que este año debo hacerlo mucho mejor. La responsabilidad es normal que sea para los jugadores importantes. No he empezado bien este año. No sé cuando, si tras uno, dos o tres partidos, pero estoy seguro de mi nivel”.

Lo que no funcionó con Giampaolo: “Antes del partido ante el Lecce estábamos a cuatro puntos de la zona Champions. Lo que te hace enfadar es que antes no se veía un equipo. No sé, era algo extraño. Con Pioli creo que ahora es algo diferente”.

La Selección española: “Pienso que la Selección española es una de las mejores cosas que existe. Yo estaba en la Selección cuando hubo el ciclo que ganó Mundial, Europeo, por tanto la mejor España. Me gustaría jugar en España, porque solo jugué un año y era muy joven”.

“Otra gran cosa es que cuando vuelvo a España la gente es muy tranquila conmigo, porque no juego en esa liga, la gente no te ve a diario por televisión como aquí. La calidad de la vida es muy buena”.

La reunión con Kakà: “Yo salí para calentar y no sabía que era él. Cuando entré dentro nos saludamos y nos presentamos. Me gustaba todo de Kakà, el estilo, la clase. Es uno con el que me hubiera gustado jugar. Al igual que con Gattuso, que todos decían que era increíble en el vestuario. Volviendo a Kakà, el otro día vi el partido ante el United: todo lo hacía él, era increíble. También físicamente era un jugador que tenía más cosas que el resto”.

Su propio sueño: “Mi sueño es jugar la Champions. Tengo 25 años y estoy jugando todos los partidos desde que tengo 20, pero no he debutado en esa competición. El Milan por fuerza debe participar. Cuando juegas la Champions todo es diferente: el equipo, los jugadores, los mejores compañeros. Es algo que me gustaría mucho”.

La Supercopa Italiana con penalties ante la Juve: “Estaba en la portería Buffon y yo tuve que rematar: esa caminata hasta el área de penalty fue duro. Luego tomé el balón y rematé al medio, pensando que él se iría a una esquina, donde hice gol”.