
El malestar se notó claramente durante el partido: brazos alargados en el gesto de quien no entiende como ciertas jugadas de algunos de sus compañeros pueden ser tan mal gestionados, un par de gritos bastante altos (de eso Castillejo lo sabe bien), el intento de recuperar algún balón por su cuenta bajando hasta la mediana (hasta incluso en la zona de defensa).
Ibrahimovic pareció un animal con rabia. No jugó un partido de alto nivel, pero hizo su parte: el gol, Calhanoglu acompañado de tú a tú con Perin y luego, también se comió algún gol. Pero Zlatan fue fichado para esto, no faltó al partido donde otros en cambio sí lo traicionaron.
Pero el malestar no es solo por lo que se ve. Lo peor es lo que no se percibe. Eso encerrado entre las verjas de Milanello y que se filtra de alguna manera. Cada vez que lo cruza se da cuenta por como todos le esperan en el Milan. Cuatro goles en diez partidos, un tanto cada 202 minutos (1 asistencia), donde tiene además el mejor voto medio del equipo (6,45).
Pero el momento es complicado y él cada vez se piensa más las cosas. Bajo todos los puntos de vista. En el campo porque los demás no ponen su aplicación, fuera porque está viviendo una situación inimaginable. No, no era este el Milan que pensaba cuando lo llamaron Maldini y Boban.
Ahora uno no está y el otro se irá al acabar la temporada. Son los mismos directivos que le ofrecieron ya la renovación para el siguiente año, que lo empezaron a ilustrarle de qué modo y con qué jugadores tenían la intención de reforzar el equipo. Por tanto, Zlatan estaba totalmente involucrado.
Pero ahora que todo se ha convertido en humo, tanto en términos deportivos como dentro del club, Ibra se da cuenta que no es feliz y que se ha convertido en rabia. Rabioso. Mucho. Así lo describe quien está a su lado. Rabioso por estar en un agujero de trabajo y rabioso frente a Gazidis, donde no comparte sus decisiones y operaciones del último periodo.
Se llega a decir que hubo hasta fricción verbal entre los dos, porque Zlatan a sus 38 años y con su ego no tiene problemas para decirse las cosas a la cara. Lo usará seguramente durante la semana: en programa hay una charla en persona con el a.d..
Luego está el campo, donde no ha terminado de asimilar la manera y la forma de la derrota ante el Genoa. El club, por su parte, echará cuentas al acabar la temporada, pero están bastante satisfechos. Pero con Pioli, las cosas irán como irán…
TUTTOSPORT: OTRO AÑO CERO
Otro año cero. Por enésima vez el Milan está obligado a continuar desde el fundamento. Un nuevo proyecto, una nueva esperanza, un nuevo entrenador. Desde que el fondo Elliott entró tras la desastrosa gestión china, las cosas en el campo desde luego no han mejorado. Como reporta Tuttosport, se han perdido ya dos temporadas y el motivo es por las decisiones tomadas por la propiedad.
Ahora todo está en manos de Iván Gazidis, el hombre elegido por el fondo de inversión estadounidense. Entre los responsables de la actual situación está seguramente el mánager sudafricano, pero no es el único culpable. Muchos problemas económicos se han puesto a punto, pero el camino que lleva hasta la autosuficiencia y a la producción de capital es largo y sinuoso.
Por tanto, hay mucho que hacer, con la clásica carga de inseguridad en hacer que todo sea mucho más complicado. En los dos últimos años el Milan ha seguido perdiendo fama. La inestabilidad del proyecto técnico ha llevado al club rossonero a seguir fuera de los puestos de Champions, pero ahora el tiempo de los errores se terminó. Ahora la palabra debe ser por fin “credibilidad“.
DECLARACIONES DE PAOLO SCARONI
“No soy yo quien se ocupa de la parte deportiva, sino que persigo un poco la historia de Elliott. Se vio como propietario en una situación donde no había liquidez para inscribirse en la liga, puso en seguridad el club, puso a un mánager de perfil internacional como Gazidis, invirtió 250 millones en el mercado, lanzó el proyecto del estadio”.
“Los esfuerzos realizados no son comparables a los resultados, pero Elliott lo puso todo. Gazidis es un profesional total, tengo confianza que con el tempo su actividad será recompensada. ¿Se quedará Maldini? Espero que así sea. Dicho esto, como hombre de negocios, les digo que cuando directivos quieren hacer una entrevista deben acordarla, uno no puede levantarse y hablar en libertad, porque generas confusión. Vale también para mí, que soy el Presidente: concertar la imagen del club es algo necesario”.
“Pioli está haciendo un gran trabajo, ha conseguido cambiarle la cara al Milan, considero que ante el Genoa solo fue un traspiés transitorio. Hay que seguir teniendo paciencia. En este contexto, entre los problemas del país, los del fútbol y los del Milan, la marcha de Boban, alguien que me resulta simpático, no hay una prioridad en mi mente”.
“Al igual que los entrenadores, los directivos son inamovibles mientras todo vaya bien. Solo digo que los esfuerzos del club no han sido recompensados, el empeño de las personas que trabajan no ha tenido los resultados deseados. Es algo difícil ponerle la cruz ahora a Elliott por las decisiones técnicas”.
“¿Rangnick? No lo conozco, si hubo contactos, fueron muy preliminares. Creo que una cosa son los contactos, que cada uno es legítimo que los tenga, otro los contratos: les aseguro que las hipótesis de contrato nunca las he visto”.
“¿La falta de ingresos? El estadio entra en este tema. Desde el punto de vista de esfuerzo organizativo, el Milan está haciendo un gran trabajo, pero hace falta tiempo. Y si no volvemos a Europa es todavía más difícil. ¿El pacto con la UEFA? Considero la penalización recibida como un cierre de las deudas anteriores. Pero el FPF es nuestro faro y debe ser respetado”.
“Amo con locura a Donnarumma e Ibrahimovic, pero sin son dos excepciones por sus salarios lo decide Gazidis. Reducir la montaña salarial no es una estrategia sino una necesidad”.