En tiempos como estos abundan las ironías sobre la convivencia forzada entre parejas. Por suerte no vuelan solo platos, pero existen también buenas maneras y envidiables acuerdos. Casa Pioli es una de estas y Bárbara, que Stefano conoció en la escuela y luego se casaron, es uno de sus secretos.
En el sentido que es parte integrante de su equilibrio, de su modo zen. Bárbara sirvió más que nada también en el transcurso de la aventura milanista del marido, bastante trabajosa. Recapitulando la situación actual: el virus ha cristalizado una situación en la que estaba Pioli, semana tras semana, aumentando sus posibilidades de quedarse en Milanello la próxima temporada.
Y de aquella manera este parón es otro elemento que podría llegar a jugar a su favor. Eso no significa que todo esté decidido: si, como parece, han habido contactos con otros entrenadores (especialmente con Rangnick), eso quiere decir que habrán reflexiones a hacer en verano.
El nombre de Rangnick está detrás de la esquina. Existe, pero de momento no parece tan de actualidad y al mismo tiempo han aumentado las valoraciones de Pioli. Gazidis le ha mostrado su estimación de tú a tú, delante de los jugadores y públicamente.
El partido del “Pioli sí” se apoya especialmente sobre bases sólidas. Por ejemplo es innegable como su trabajo ha traído orden a un equipo que tácticamente no tenía. No estamos hablado de un juego espumoso, pero sí que bastante reconocible.
Sobre todo se ha apreciado la elasticidad con la que modificó el aspecto táctico en base a los hombres y a la necesidad del momento. Algo donde fue golpeado bastantes veces Giampaolo, donde la directiva ponía una insistencia dañina sobre un sistema para nada adecuado a la plantilla.
Pioli ha cambiado dos veces (del 4-3-3- al 4-4-2 y luego al 4-2-3-1) un par de meses, demostrando adaptabilidad y flexibilidad en poco tiempo pero no es solo táctica, sino también mentalidad. Y aquí es otra flecha a su arco: Pioli es una persona racional, hábil en las relaciones del vestuario, capaz de crear una sincera unión y poder involucrarlos a todos.
Un hombre carismático sin necesidad de gritar, pero también un atento escuchador. Imperturbable en las tempestadeds y sabio observador: si permanece (y atención, ante la falta de un claro proyecto y compartido, podría quizás ser él quien razone en otras opciones), difícil pensar en exageradas peticiones sobre el mercado a la propiedad.
Él mismo, con un salario de 1,5 millones por temporada, es un técnico muy por debajo del máximo salarial. Pero no faltan contraindicaciones. La más evidente son los resultados. Si la liga acabara hoy, el Milan estaría fuera de Europa siendo séptimo (aunque viendo como va el fair play financiero, casi que ni tan mal).
Y las cosas en la Copa de Italia no van mucho mejor, impensable la idea de remontar el resultado en casa de la Juventus tras el 1-1 de la ida. La propiedad hizo saber claramente como las valoraciones dependerán de los resultados. Que dependen a su vez de la discontinuidad, otro relevante problema.
La derrota ante el Genoa es un ejemplo cristalino, pero durante el año se han visto varios: cuando el Diavolo parece finalmente engranar, vuelven a tropezarse. Luego está el relativo tema de la valorización de la plantilla: con Pioli se han reafirmado varios jugadores (Bennacer, Rebic y Castillejo), pero Paquetá y Leao son millones de euros sentados en el banquillo.
Al final, ojo al “sentimiento” del vestuario: Pioli tiene empatia con los jugadores, pero los jugadores saben bien que no era la primera opción tras el despido de Giampaolo y que hay otros técnicos en el punto de mira. Para un entrenador es vital ser fuerte a la vista de su grupo. Si Elliott decide proseguir con Pioli, harán falta señales todavía más claras.
ENTREVISTA A STEFANO ERANIO
Stefano Eranio, hoy con Pioli: ¿Y mañana?
“Sigo con él, yo me lo quedaría si fuera la propiedad: ha trabajado bien y sería bueno verle desde el inicio de la temporada, merece tener sus opciones para el próximo mercado, poder diseñar el equipo junto al director deportivo y director técnico”.
“Un club debe planificar, no empezar cada año de cero: en el Milan sucede desde demasiado tiempo. Con técnicos y directivos”.
¿Cómo seguirá Pioli sin Boban y seguramente también sin Maldini, que lo eligieron tras el despido de Giampaolo?
“Este es un aspecto que no se debe infravalorar. Las decisiones tocarán seguramente a Gazidis, pero habrá que ver lo que quiere hacer Pioli, que muy probablemente deberá confrontarse con una nueva figura al mando del área técnica”.
“Es una lástima que Boban ya no esté, porque con Maldini llevaban un positivo camino, pero con comprensibles errores: Zvone salió de escena cuando se empezaba a ver algo de luz”.
Para los hinchas el interruptor lo puso Ibrahimovic
“Pero antes fue Pioli, que hizo crecer al grupo obteniendo continuidad. Su Milan es un equipo con una identidad de juego bien definida. Tácticamente mostró cosas interesantes, por ejemplo pienso en como se desarrolla la fase ofensiva: defensa a tres y laterales muy arriba para aprovechar las subidas de gente como Conti y Theo”.
¿Pioli ha sabido leer las características mejor de su predecesor?
“Es un técnico de gran experiencia, entrenando a clubes como Inter y Lazio. En el campo emergen estas cosas: las jugadas son fluidas, se ven ideas. Todo esto no nace por casualidad, es fruto del trabajo y de la búsqueda de Pioli”.
¿Quién es el que más ha crecido con él?
“Rebic ha vuelto a ser el jugador que admiré en el Mundial de 2018. Y Kessié, que ha recuperado la frescura del Atalanta: el cambio de módulo ha dado mayor espesor al centro del campo, Bennacer y él son un gran dueto”.
¿Cual será el reto más complicado de conseguir si permanece Pioli?
“Valorizar a Leao: si Ibra no se queda, hará falta una nueva primera punta y Leao puede jugar en esa posición. Quizás no garantice goles ‘fáciles’, pero puede abrir interesantes espacios para las subidas de los mediapuntas”.