Ibrahimovic no renovará

La vista desde lo más alto no es gran cosa. Suecia mira más allá, hacia el resto de Europa, donde ve un continente más o menos sumido en el caos. Desde ese lado han elegido no establecer una cuarentena. Actitud totalmente suave: la gente camina por la calle sin mascarillas, se cerraron las universidades pero los lugares donde se reúne la gente como bares y restaurantes, están todos abiertos.

Partiendo desde Estocolmo. Pero será difícil ver a la familia Ibrahimovic por la capital. Porque el buen sentido vale más que las reglas y en estos tiempos nunca son suficientes. Zlatan regresó a Suecia cuando se suspendieron los entrenamientos para poder reunirse con su mujer e hijos antes que la emergencia se saliera de la escala.

Se estableció en casa, entrenarse y reflexionar. Sobre lo que está sucediendo, pero lo que será su vida cuando todo vuelva casi a la normalidad, sobre sí mismo. Pero parece claro que algo empieza a tener cada vez más seguro y es que no volverá al Milan.

A dos mil kilómetros al sur, ve cosas que no le gustan. La banca saltó cuando se rompió el precario equilibrio en la cuarta planta de Vía Aldo Rossi. Primero se movió Maldini, luego Boban con un misil con Gazidis que respondió con un antiaéreo.

El futuro de Zlatan es un desagradable efecto colateral de la batalla, porque se ha visto de un día para otro sin una de las figuras que se movieron para ficharle y con la otra que se irá al acabar la temporada. Boban y Maldini lo involucraron en las reflexiones para la siguiente temporada y por tanto, se hablaba de una clara renovación.

Pero luego todo se esfumó. Nula sintonía con las decisiones de Gazidis, una mezcla de fastidio y una insatisfacción que aumentaron a diario. Los problemas logísticos unidos al coronavirus hicieron el resto, impidiendo un cara a cara con Gazidis que habría sido importante.

Lo tendrá quizás si regresa a Milán, si es que el año deportivo de alguna manera se acaba, donde desde la propiedad se filtraron dos conceptos: la importancia de Zlatan, tanto en el campo y fuera, pero toda decisión se tomará a partir de que acabe la temporada.

Pero quien le ha visto de cerca lo describe como desilusionado y amargado. Como para dar por cerrada ya su aventura ne el Milan, aunque las premisas fueran otras, donde pensaba estar otro año y quedarse después como directivo en el club. Pero ahora, nada de eso.

Pero el punto de unión entre el club y la ciudad existe. Ibra ha hablado varias veces con Pioli para hablar de entrenamientos, para saber en detalle la situación italiana, para buscar identificar el futuro a corto plazo. Digamos que se mantiene actualizado en caso que el balón vuelva a rodar.

Pero ningún tema ha ido más allá de la temporada en curso. No es el momento, evidentemente. Por ahora Ibra se divierte en las redes sociales, donde ayer publicó un vídeo haciendo freestyle y comentando así un tuit del Galaxy que recordaron un fantástico gol desde 40 metros: “Me preguntaban si estaba listo, pero la real pregunta era. ¿estaba lista la MLS?”.

MILIK PUEDE SER SU SUSTITUTO

Será un Milan sin Ibrahimovic. Varios medios italianos de hoy comentan que su sustituto podría ser el actual delantero del Nápoles, Arkadiusz Milik (26), cumplidos los años en febrero.

Su salario (2,2 millones de euros al año) está dentro de los nuevos parámetros rossoneros. Milik no quiere renovar su contrato que finaliza en 2021, por tanto está claro que será vendido este verano, para no perderlo a coste cero dentro de un año.

Su precio actual ronda los 35-40 millones, pero el Nápoles no podrá pedir la luna. Será decisiva la voluntad del jugador, que quiere irse a Milán. Pero ojo al Atlético de Madrid del Cholo Simeone, que se interesan también en el polaco.