Nada relajarse. No exageremos. No está en su naturaleza. Pero mirar un segundo atrás, un buen respiro y quizás esbozar una sonrisa, eso sí. Se puede hacer. Hasta cierto punto parecía la maldición de Italia: tras las desilusiones de Florencia y Verona, sondeaba el fallo de Milán.
Un catastrófico 2019, el rossonero en liga: 178 minutos en 15 partidos, donde solo uno de titular y ocho enteramente el banquillo. De goles, ni hablamos. Después de eso, el cambio. Las vacaciones invernales asignaron a Milanello otro jugador, que en 2020 puso junto 485 minutos y fue capaz de marcar seis veces en ocho partidos (más uno en la Copa de Italia).
Un jugador que supo levantarse con sus propias piernas, más fuerte incluso que los problemas del club en las que se fue Boban (del que no quiere hablar, como la posible llegada de Rangnick), para él importante punto de referencia.
Es más fuerte de lo que se veía en Frankfurt en enero, con año y medio de anticipo sobre la fecha de caducidad de la cesión. Ahora, en cambio, el Milan está empezando a estudiar cual puede ser la mejor modalidad para rescatarlo.
Rebic, el fútbol se paró en el mejor momento para ti
“Lo más importante es la salud, por tanto aconsejo a todos que respeten las reglas, con la esperanza que esta situación acabe pronto. No veo la hora que vuelve a la normalidad para seguir haciendo lo mismo que antes de la parada”.
“En 2020 tuve la ocasión para jugar varios partidos seguidos y me sirvió para demostrar lo que soy capaz de hacer. Aproveché el momento de la mejor manera posible”.
Tras varios meses al margen, se echó el Milan a sus espaldas: ¿sensaciones?
“En realidad me lo esperaba porque en las últimas tres temporadas jugué de manera ininterrumpida, haciendo muchas cosas buenas tanto con el Eintracht tanto con la Selección”.
“Solo esperaba tener la posibilidad en el Milan de mostrar lo que puedo rendir. Dicho esto, tengo margen de crecimiento que quiero aprovechar”.
A propósito de Croacia, llegaste como rossonero como subcampeón del mundo: hay peores tarjetas de visita
“Fue una increíble sensación alcanzar un resultado tan histórico. Lo conseguimos porque los 23 teníamos una calidad excepcional y fuimos un grupo real, aparte de tener un entrenador fantástico. Algunas cosas encajaron de manera justa y alcanzamos ese resultado”.
Volvamos a los asuntos rossoneros: Milan-Udinese con su doblete, fue el partido del cambio
“Fue bueno marcar esos dos goles, sobre todo porque ganamos. Fue la ocasión que me permitió demostrar en el Milan mis cualidades”.
¿Cuanto hay de Pioli en la versión 2020 de Rebic? ¿Le gustaría que fuera confirmado?
“No me toca a mí hablar del futuro del entrenador. Honestamente, siempre he creído en mí. Pioli me dio la posibilidad de jugar algún partido consecutivo para mostrar lo que puedo hacer y busqué responder de la mejor manera posible”.
¿Cual puede el mejor escenario cuando acabe su cesión de dos años?
“Creo que es prematuro hablar ahora. Lo que está sucediendo en este periodo es otra prueba que en la vida no se puede hacer previsión alguna, por tanto creo que es estúpido decir lo que sucederá dentro de un año. Veremos”.
¿Le gusta la ciudad? En Italia has vivido en otras grandes ciudades como Florencia y Verona
“Milán es mi favorita, me siento perfectamente porque ofrece un estilo de vida diferente. No falta nada, va a favor de todas las necesidades”.
También Ibra adora Milán
“Es un jugador muy importante para nosotros y seguramente uno de los mejores de la historia del fútbol. Su personalidad y su presencia en el vestuario ayudan mucho. Tiene mucha calidad y sus indicaciones nos mejoran el juego”.
¿Qué necesita este Milan para pensar en volver a Champions?
“Este año hemos perdido demasiados puntos al empezar la temporada, pero creo que tenemos la calidad para puntar a lo más lato, porque hemos visto que podemos jugar ante cualquier equipo. Todo depende de nosotros”.