Franco Baresi cumple 60 años

Muchas felicitaciones para el gran capitán Franco Baresi que cumple hoy nada menos que 60 años, donde se le ha realizado una larga entrevista en este día tan especial

Si tuviera que explicarle a un chaval lo qué quiere decir ser milanista: ¿qué le diría?

“Muchos jóvenes me han visto por televisión y nunca han vivido en vivo mis años. El Milan es mi vida. Pienso en mi infancia y en las etapas que tuve que afrontar. Llegué como adolescente y hoy, con 60 años, soy algo más maduro y más sabio”.

“Con el Milan he vivido muchas cosas, tanto en el campo como directivo. Me he encontrado con muchas personas por el camino que me hicieron crecer, me fortalecieron y me dieron mucho”.

¿Quién más que otros?

“Quiero citar a cinco: Rivera, Rocco, Liedholm, Berlusconi y Sacchi. Son personas que me han dado mucho. Rivera fue mi capitán. Aprendí muchísimo, aunque solo estuve un año porque estaba cerca de retirarse”.

“Me sirvió mucho ese año donde ganamos el scudetto de la estrella con un equipo que no era para nada favorito para ganar la liga. Liedholm y Rocco fueron dos símbolos y si pienso en ellos, me pongo a temblar”.

¿Rocco en qué lo formó?

“Me dio confianza. Era fantástico con los jóvenes. Me puso en una posición nada fácil y me hizo debutar en la Serie A en Verona en el Bentegodi. Ganamos 1-2. Mi prestación no fue muy buena. La victoria ayudó”.

“Mis compañeros fueron excepcionales conmigo. En los vestuarios me gastaron una broma que me hizo cabrear porque dijeron: ‘Ah, pero si tú también jugaste’, en dialecto triestino”.

¿Y Berlusconi?

“Tuve la fortuna y el privilegio de tenerlo durante 30 años como Presidente. Un visionario y fundamental para mí. Portó su mentalidad ganadora dentro de un equipo de fútbol”.

¿Y Sacchi?

“Arrigo fue el que me completó y mejoró bajo muchos puntos de vista. Introdujo una cultura diferente de trabajo. Preparaba los partidos de manera diferente con respecto a lo que era el método habitual en esa época”.

¿Cual fue el mejor y el peor momento de su historia en el Milan?

“Buenos muchos. Los malos fueron pocos, aunque el peor fue el segundo descenso. Tuve una infección de estafilococco que me dejó fuera de octubre a febrero. Fue fichado Venturi para sustituirme. Fue un año terrible”.

¿El mejor que recuerda?

“Uno solo es difícil. Aunque pondría en fila los dos primeros años de Sacchi. El scudetto de 1988 estuvo lleno de sorpresas porque practicábamos un fútbol nuevo, diferente”.

“El año siguiente volvimos a la Copa de Campeones y la ganamos. En poco tiempo llegamos a la cima del mundo. Fue un momento grandioso”.

Hoy los chicos no crecen en las escuelas salesianas (oratorios). ¿Cómo se puede recuperar esa posición en los clubes de hoy?

“Darle consejos a los jóvenes y que lo crean no es fácil. Pero el aspecto humano es algo fundamental. El deporte debe ser hecho con amor y pasión. Las escuelas salesianas (oratorios) siempre fueron etapas importantes para los jóvenes que gestionan a estos chicos, que les deben dar valores que van más allá del fútbol”.

¿Qué pasó con Bearzot que no le llevó al Mundial de 1986?

“He llevado dos camisetas, la del Milan y la Selección. Hice tres mundiales con un primero, un segundo y un tercer puesto. Me disgustó no ir al Mundial de México ’86, pero con Bearzot tuve normales divergencias, solo puedo darle las gracias”.

“En 1982 descendí con el Milan a la Serie B y fui convocado al Mundial de España ’82. Participar en esa Copa del Mundo me hizo vivir momentos extraordinarios y alejó un poco la desilusión del descenso. Fue una experiencia que me hizo crecer mucho. Sus ganas eran las de verme jugar junto a Scirea, por eso decidí también cambiar de posición”.

¿La fase actual del Milan puede ser comparada con su historia?

“No. Cada club tiene ciclos pero también cambios. Se han visto varios cambios de propiedad. Berlusconi estuvo 30 años y eso es un punto favorable”.

“Hoy hay mucha competencia, no es fácil porque se deben respetar varias reglas, como el Fair Play Financiero. Creo que el Milan puede volver a lo más alto”.

En 1982 fuiste buscado por la Juventus: ¿cómo se dice no a los bianconeri?

“Solo fueron rumores, nunca me llegó petición alguna de cambiar y creo que el Milan nunca quiso venderme. Crecí en este club y ni se me pasó por la cabeza, ese año me hicieron capitán, no sé si estaba listo, pero aprendí por el camino. Ser capitán fue un honor y un enorme estímulo”.

¿Qué final de Chanpions perdida le hizo más daño?

“Quizás Marsella, aunque era un equipo muy difícil de afrontar, fuertes físicamente. El Milan mereció más. Está claro que luego lo que aparece después te da por pensar. Pero en las finales todo debe ir, se ve que era el destino”.

¿Nunca sucedió tener que defender a los compañeros de los entrenadores?

“Nunca tuve esos problemas. Al inicio de mi experiencia como capitán nunca me impuse con la voz, porque no servía de nada. Tenía que hacerme valer en el campo, fui un punto de referencia con el comportamiento”.

“Busqué ser siempre un hombre sincero, tener coraje e inspirar a los compañeros sin dejar a nadie atrás. Creo que ese fue el secreto”.

¿Le emocionó que retiraran la camiseta 6?

“Recuerdo ese verano cuando Berlusconi me dijo de retirar ese número, fue un emocionante gesto para mí. Hubo reconocimiento por parte del club, Berlusconi incluso se anticipó a los hechos y dejó a todos sorprendidos”.

¿Le atormentó el penalty de la final de 1994 ante Brasil?

“Quería ese Mundial porque era el capitán, había muchos compañeros del club y estaba Sacchi de entrenador. Cuando me lesioné en el segundo partido mi moral estaba destrozada, veía que se escapaba mi ocasión”.

“Solo debo darle las gracias a mis compañeros por jugar la final, el equipo demostró gran carácter. Fue un éxito disputarla, luego los penalties forman parte del juego. Años después en 2006 las cosas fueron mejor en los penalties”.

¿Se lamenta no haber ganado un Balón de Oro?

“Estuve cerca, pero siempre estaba Van Basten por delante en dos ocasiones, por tanto nada de lamentos”.

¿Su top 11 del Milan?

“¿Cómo puedo elegir a once? Tuve la suerte de haber vivido varias formaciones y no quiero dejarme a nadie. Tuve compañeros maravillosos, muchos campeones”.

¿Cree que es funcional la llegada de Rangnick, amante del juego de Sacchi para un proyecto a largo plazo?

“Nunca hay que tener miedo de las novedades. Esta es siempre mi primera ley. Luego las echas en falta, ahora hay un entrenador y una propiedad que decide, hay personas que deberán decidir lo mejor”.

“Creo que en la base debe estar siempre el club, no hacen falta individualidades sino cohesión. Hay que pensar juntos sin olvidar la historia de este club y su filosofía”.

¿Qué capitán es Romagnoli?

“Sabemos cuales son las cualidades de Alessio, uno de los mejores jugadores italianos. Lleva ya varios años en el Milan y creo que ya conoce la importancia de vestir esta camiseta. El brazalete es un trozo de tela, pero tiene efectos increíbles para quien lo lleva”.

¿Paolo Maldini debe seguir en el club?

“Difícil responder al no saber lo que piensa Paolo. Evitaría hacer suposiciones, sabemos quien ha sido y lo que ha hecho por el Milan”.

¿Cual fue la última vez en la que el Milan le hizo emocionar?

“El Milan ha disputado buenos partidos, pero debe imponer su juego con coraje y no tener miedo. Esto ayuda a crecer”.

¿Donnarumma debe quedarse?

“Las oportunidades son diferentes con respecto a mis tiempos, dar cosejos es siempre muy complicado. Si fuera Donnarumma no dudaría en quedarme”.

¿El central que más le gusta?

“El año de Virgil Van Dijk ha sido increíble, un jugador que me ha impresionado. En el Liverpool marcó diferencias por su mandato, por su personalidad. Han gastado mucho pero creo que los Reds han hecho un gran fichaje”.

¿El regreso al fútbol puede ser de ayuda al país?

“Sé que todos los apasionados esperan que la liga vuelva y que se pueda terminar. Pero me pongo en la piel de los jugadores y no es fácil. Porque jugar en estadios vacíos no es sencillo”.

“Pero habrá seguridad y si hay comportamientos responsables, creo que es justo que se vuelva, para dar alegrías. Una esperanza más para todos, porque el fútbol debe demostrar que es un ejemplo de responsabilidad”.

“Espero que la liga se pueda completar, luego estarán los expertos en decidir cuando”.

¿Cómo ha vivido este asunto en la parte de Brescia al ser golpeada por el coronavirus?

“Hablo a menudo con mis padres en Travagliato que, por suerte, hay pocos casos. Me cuentan que la atmósfera en la provincia de Bérgamo y Brescia era algo tremendo”.

“Nuestro país ha sido puesto a una dura prueba y hay una profunda herida, que será difícil continuar. Pienso en el sufrimiento de aquellos que han perdido a sus seres queridos, de quien ha vivido en primera línea en contacto con la muerte. Ha sido algo devastador de observar”.

ADRIANO GALLIANI

“Con el Presidente Berlusconi compramos el Milan el 20 de febrero de 1986, Franco tenía 25 años pero era ya un gran jugador. Tuvimos la suerte de encontrar una gran defensa, que fue la mejor de todos los tiempos. En esa defensa con Baresi y Maldini en 196 partidos oficiales, solo recibimos 23 goles. Era prácticamente imposible hacernos gol”.