
Es un gol, aunque no se vea la red que se expande y el público que lo celebra. Pero estén tranquilos: Inter y Milan hacen fiesta. La asistencia la dio Francesca María Paola Furst.
Presidenta de la comisión regional para el patrimonio cultural de Lombardía, fue ella quien firmó el 13 de mayo (pero solo ayer se hizo oficial), el acto segundo donde el actual estadio de San Siro “no presenta interés cultural”.
“Tratándose del estado actual de manufacturación arquitectónico donde las persistencia del estadio originario de 1925/26 y la ampliación del 1937/39 resultan del todo residuales respecto a las siguientes intervenciones de adecuación y ampliación, realizados en la segunda mitad de mil novecientos”.
En síntesis: el Meazza tal como lo vemos hoy no es reconducible a la instalación que se creó hace casi un siglo. El estadio es más que nada “una operación llevada por las intervenciones de 1953/55, aparte de 1989/90”. Si bien, en base a los artículos 10 y 12 del código de los bienes culturales, entran bajo tutelación solo las operaciones de más de 70 años de edad, por pocos meses… el Meazza está fuera de cualquier vínculo.
¿Qué significa esto en términos prácticos? Más que nada debe ser recordado que en otoño se pidió un parecer para valorar el interés histórico de San Siro. Ese interés no existe. Y quiere decir que, en el ámbito de un proceso todavía no finalizado como la construcción de una nueva instalación (se debe encontrar el acuerdo sobre la volumetría extra estadio), ahora la balanza pende un poco más hacia la parte de los clubes.
Inter y Milan pueden decidir llegar a tirar el viejo San Siro, volver por tanto a la idea del proyecto originario. Pero está claro que no será así, ya que se vuelve sobre los pasos de salvaguardar una parte del viejo Meazza, una de las famosas 16 condiciones vinculadas expresadas por el Ayuntamiento.
Y no hay interés en salirse de ese camino, viendo que la idea es claramente crear un nuevo estadio. Inter y Milan tienen que celebrar porque de aquí en adelante, en caso de futuros retoques o posibles variantes a los proyectos ya presentados, los dos clubes de Milán tendrán mano libre, sin obstáculos para las eventuales intervenciones a efectuar.
Se viaja hacia el próximo paso: dentro de un mes los clubes desean que hable el Consejo del Ayuntamiento, para que todo empiece. Justo hace dos días el alcalde de Milán Beppe Sala declaró: “La idea que Inter y Milan actualmente han presentado no me disgusta”.
“Era más frío, pero ahora no me disgusta, porque deja mucho espacio verde, porque San Siro permanece de alguna manera y porque abre a muchos deportes, con un proyecto que es un bien para la ciudad”.
Quedará en pie una de las cuatro torres, una parte del segundo anillo y se realizará una cobertura, sobre la cual habrá negocios, cines, centro comercial y sobre todo un área deportiva aprovechable de manera gratis para la ciudad.
La inversión total es superior a los 1.200 millones de euros, donde 100 serán para la concesión del derecho de superficie durante 99 años. Eso que el Ayuntamiento y los dos clubes, de manera específica Alessandro Antonello y el Presidente rossonero Paolo Scaroni, deben llegar el acuerdo sobre el espacio extra estadio.
Inter y Milan tienen en su informe 90.000 m2 de espacios comerciales, harán falta otros tantos pero saben que complicado que sean concedidos. Luego se pasará a la fase ejecutiva.
En orden: decisión final del proyecto entre los dos clubes en juego (Populous o Manica-Sportium), acabar el informe en 12 meses, construcción en otros 36, con el objetivo de abrir el estadio en 2024. Si todo va bien, obviamente. Pero desde ayer un obstáculo menos en el camino.
HAKAN CALHANOGLU (SKY SPORT 24)
El virus: “Ahora tengo menos miedo, pero no lo tenía incluso cuando llegó el Coronavirus. Si te toca, te toca. Espero que podamos volver a jugar porque el fútbol es nuestra vida”.
Los entrenamientos a distancia: “Los entrenamientos así no son el máximo. Me faltan los entrenamientos con el grupo, me faltan los compañeros, mis amigos”.
El regreso del fútbol en Italia: “Seguimos las noticias a diario pero cambiamos siempre de semana a semana, así mentalmente es difícil para nosotros”.
Rangnick: “Lo conozco a través de algunos de mis compañeros que lo tuvieron como entrenador. Si Rangnick llega, no dependerá de mí. Respeto a todos, tanto a él como a Pioli. Me gustan ambos”.
Los objetivos: “Conquistar la Europa League y la Copa de Italia. Queremos hacerlo bien en ambas competiciones”.
Su futuro en el Milan: “Por ahora estoy concentrado en los doce partidos que restan, porque espero que regrese la temporada. Luego afrontaremos la situación y decidiremos junto a mi agente, esperando poder encontrar una buena solución”.