El plan de renovación de Gigio

Por un lado recordando como acabaron algunas cosas en el reciente pasado, para mantener lo posible un bajo perfil. Por otra la exigencia de acelerar los tiempos para no arriesgar encontrarse en otoño con la práctica todavía abierta.

Es decir demasiado cerca de enero, mes donde el cual Gigio Donnarumma sería libre en enero, mes en el cual el portero es libre para negociar con otro club a parámetro cero. Mientras Raiola calla.

En términos prácticos se puede encuadrar la situación que concierne el contrato de Gigio, pero en realidad el asunto se mueve y es fluido. No estamos en el momento de tener una reunión en Casa Milan, pero club y procurador empezaron el diálogo donde el objetivo es llegar a la renovación.

Un escenario que empezó a filtrarse en días anteriores y luego fue descubierto por la fuerte posición de Maldini. La situación por tanto se acelera, porque el Milan tiene pronta la oferta a presentar oficialmente, donde los puntos focales en realidad se empezaron a filtrar.

Se habla de una prolongación de dos temporadas, por tanto hasta verano de 2023, con un salario base que sería inferior a los 6 millones netos, pero que se superan en base a los bonus. Y ahí está el nudo de la cuestión.

Si, en otras circunstancias, los bonus son un simple “más” para redondear un acuerdo, en este es fundamental porque son los que compensarían la cifra total. La gran parte gira alrededor sobre la temporada 2022/23.

En este sentido es fundamental los resultados deportivos, porque en ausencia de Champions los caminos en ese punto inevitablemente se separarán. Y aquí entra en duda la posible clausula. Que puede quizás valer solo para el último año de contrato, o podría llegar antes, con una cifra a bajar año tras año para no hacer “prisionero” al portero si la Champions tarda en llegar.

Por ejemplo: 50 millones como punto de inicio, que pueden ser 30 en la temporada 2022/23 sin el ingreso a Champions. Hipótesis, por el momento. La certeza, aunque paradójicamente no es suficiente para fumata blanca, lo es en cambio que Milan y Donnarumma lo cerrarán en un acuerdo.

Él quiere seguir y no es un misterio para quien está cerca. El club lo considera un elemento imprescindible y tiene la voluntad de mantenerlo. De base reina un discreto optimismo sobre el buen éxito de la cuestión, pero mientras tanto los cuchillos vuelan y los huecos no se pueden generar hasta al infinito: ahora hace una reunión real.

CUADRAR EL INTERCAMBIO REBIC-ANDRÉ SILVA

El Milan quiere quedarse con Ante Rebic, jugador que no solo es determinante a nivel realizativo, pero es también un perfil que ha sabido apreciarse tras una primera fase de la temporada muy complicada a nivel de adaptación.

Desde hace algunas semanas, las grandes maniobras para saber como hacer cuadrar las cuentas con el Eintracht de Frankfurt, club donde Rebic tiene contrato hasta 2022.

Será necesario que los dos clubes encuentren un acuerdo sobre la valoración de Rebic, integrando el traspaso de André Silva para hacer cuadrar las cuentas a nivel de balance y no solo.

En el contrato de la venta de Rebic al Eintracht, la Fiorentina se reservó una clausula del 50% de la reventa a su favor, por tanto ambos clubes deben estudiar la mejor solución.

Probablemente será necesaria una valoración útil a nivel de balance como de traspaso. Pero la voluntad de los rossoneri es la de dirimir el asunto antes del 30 de junio de 2021, fecha en la cual acabarán las dos cesiones de dos años de ambos jugadores.

TUTTOSPORT: SZOBOSZLAI Y KOOPMEINERS

Como reporta hoy Tuttosport, el Milan de Rangnick quiere reforzar la mediana, donde el intento es integrar jugadores que quiera el entrenador alemán, con dos nombres: Dominik Szoboszlai y Teun Koopmeiners.

Empezamos por el holandés propiedad del AZ Alkmaar, implacable a balón parado y auténtico muro delante de la defensa, el jugador de 22 años es un “regista” a lo Van Bommel.

Los directivos rossoneros lo siguen hace tiempo: según comenta Tuttosport, el último contacto es de hace unos días, con Hendrik Almstadt, brazo derecho de Gazidis, que llamó a Rob Jansen de Wasserman, la agencia que sigue a Koopmeiners. La valoración es de 15 millones de euros, cifra bastante factible.

Pero el principal objetivo sigue siendo Szoboszlai del Salzsburgo, talento que Rangnick conoce realmente bien: el joven húngaro gusta a varios clubes europeos (PSG, Arsenal, Borussia, Nápoles y Lazio), por tanto hay que acelerar para evitar entrar en una subasta para que el precio suba de los 25 millones.

En los próximos días podrían llegar a Milán su procurador, Matyas Esterhazy: ojo al posible encuentro con la directiva del Milan.