Entrevista de Ibra en Sportweek

¿Cómo es que Ibra le gusta tanto ser el chico malo y el antipático?

“Vosotros los periodistas me citan así. Yo no soy un chico malo, quien me conoce lo sabe. Cuando juego sí, soy un león. Pero eso es pasión, no malicia”.

¿La misma que le hizo volver al Milan?

“Estoy aquí solo por pasión, estoy jugando gratis”.

¿También le dijo eso a Gazidis en el famoso cara a cara en Milanello?

“Lo que salió de esa famosa reunión es solo el 10% de lo que sucedió (se ríe). Pero no era malicia, era para hablar de mí y del equipo. Hablarnos cara a cara, de manera clara, para tener respuestas sobre nuestra situación, sobre nuestro futuro”.

Un líder se hace así. Se llama carácter y el tuyo no es fácil. Pero si estás en el corazón de Chiellini, si haces temblar a Totti, si Del Piero dice que el Milan está loco si te deja marchar, si Berlusconi y Galliani te quieren llevar al Monza… serás menos antipático de cuanto haces ver

“Me llamó Galliani y me dijo que mi antiguo Milan está a 11 kilómetros de la ciudad (ríe). Me gusta, así es como debe trabajar un director deportivo. Cuando me llevó por primera vez al Milan, vino a mi casa en Suecia: ‘No me iré hasta que te vengas conmigo'”.

“Helena, mi mujer, me miró confundida, este está loco, ¿qué quiere? Debemos irnos (le dije) o no se marcha. Cuando quiere algo, debes hacerlo. Con hechos, no solo con palabras”.

¿Eres también algo profesor, como dice Capello?

“¿Ha visto el documental de Michael Jordan? No digo que sea Jordan, soy Ibra y él es Jordan. Pero me reflejo en su manera de trabajar, lo que pretende sí mismo y del resto. Muchos dicen que solo cuenta el partido. Para mí no, como te entrenas así juegas luego”.

“Y de mis compañeros siempre quiero el 200%, al igual que de mí mismo. En el campo no todos son Ibra, pero debes sacar lo mejor de ti mismo. Puedes jugar bien o mal, pero cuando entro al campo debo sentir a alguien cerca que de el máximo No entro en guerra con alguien que titubea. Pero no todos son así”.

¿Cuestión de mentalidad?

“Cuando llegué a la Juventus era 2004, había una mentalidad totalmente diferente de la de Malmoe o la de Amsterdam, tras haber jugado con el Ajax. Te respetaban pero eras uno más. Recuerdo todavía un duelo con Del Piero y Thuram”.

“Del Piero era una estrella: controlaba el balón y por atrás llegaba Thuram y lo tiraba al suelo. Pensé: si le hace eso a Del Piero, a mí me destroza. Yo no era nadie. Todos los entrenamientos eran así, duros a diario”.

“Fue mejor el primer encuentro con Capello: estaba leyendo la Gazzetta, el diario deportivo rosa por excelencia en Suecia. En el primer día de entrenamiento, entró en los vestuarios y le dije ‘buenos días míster'”.

“Él siguió leyendo, pasando de página, tomando el café. Pasaron 15-20 minutos y no dijo nada. Cerró la Gazzetta y se marchó. Cerdo, pienso. Si me trata así significa que debo demostrar que estoy aquí. Me hizo sentir que no era nadie, luego me dijo: No pidas respeto, ganátelo. Y lo hice”.

¿Y cuando vio a Moggi?

“Una semana después, nos entrenábamos en el Sisport, cerca del viejo Comunale. Había dos campos, pero las duchas se atascaban. Cuando entré en la Juve todo era grande, allí en cambio nos duchábamos Trezeguet, yo y otros dos, ya nadie podía”.

“Cuando salí estaba Moggi y le dije: ‘No es normal, somos la Juve’. Me respondió: ‘Recuerda que estás aquí para ganar, no para estar bien’. Esto lo llevé conmigo: todo es ganar”.

¿Milán es realmente tu casa?

“Mi segunda casa. Una lástima lo que ha pasado. Hace diez años era un Milán diferente, ahora es más bonita, más positiva, más internacional. Luego llegó este Covid-19 y lo ha pagado, pero espero que se recupere rápidamente. Con la mascarilla todos parecen estar enfermos”.

¿Buddyfit nació durante el confinamiento?

“Te la da la posibilidad de entrenarse a distancia, con un entrenador personal que te sigue. Durante un tiempo viviremos con las redes sociales, ya que la gente tiene miedo del contacto. Aparte que a muchos, como a mí, no les gusta nada ir al gimnásio”.

“Pero no todos tienen la experiencia para poder entrenarse solos en casa. Con esta app se puede. Y yo también lo haré. Debo entrenarme para estar bien, para estar contento. Y creo que vale para todos. Quiero compartir mi experiencia de entrenamiento”.

¿Te despiertas todavía cada mañana con las ganas de entrenarte?

“No, por la mañana no. Me despierto difícil. Pero cuando me entreno, lo hago de verdad. Me gusta sufrir en los entrenamientos. Cuando sufro estoy mejor. Ahora tengo 38 años, pero cuando empezamos a correr en Milanello no debo hacer menos que los demás”.

“Debo hacer lo mismo e incluso más. Porque tengo eso en la cabeza, debo ser mejor que los demás en todo lo que hago. Crecí así. En Malmoe, de niño, no era el típico sueco, yo era el extranjero: nariz grande, pelo oscuro”.

“Los rubios con ojos azules siempre tenían ventaja, no tenían nada que demostrar. Yo tenía que hacer más para tener atención y probar que era bueno. Y eso me sirvió. Como ahora, cuando me lesioné antes de volver”.

“Tras dos días dije que estaba bien, que me tenía que entrenar con el grupo. Así es Ibra. Pero ellos me pararon los pies”.

¿Sentirse extranjero se llama racismo?

“¿Qué demonios está pasando en USA? No está bien, no debe ser así, todos somos iguales. Por esto me gusta el fútbol, es una religión donde metes a todos. No cuenta de donde vengas o como te llames”.

Pero en el fútbol se escuchan los buuu. Dybala dijo que si no cambian las reglas, es hora que los jugadores tomen partido, como abandonar el campo

“Yo también pienso que hacen falta consecuencias más graves a ciertos comportamientos y mayores gestos para tomar distancias de esos comportamientos. No basta una foto negra en las redes sociales, como creen algunos”.

“Ahí todo es falso. Si haces algo, lo haces y no lo dices. Para marcar diferencias. No para tener una imagen de buena persona y ganar seguidores. Por esto la gente piensa que soy mala persona, pero no me interesa”.

“No estoy aquí para decirle a todo el mundo que soy bueno. Soy bueno jugando al fútbol. No soy bueno, soy el mejor. La persona que sea, eso es otra historia”.

¿Eres un perfeccionista enfermizo?

“No, todos quieren ser perfectos. Pero la perfección es ser uno mismo. Todos nos equivocamos. Cuando hago una cagada en el campo no digo que vuelva a intentarlo, porque puede ser que te vuelva a ocurrir. Pero aprendo de lo que hago”.

“Todos somos diferentes, es bueno eso. Miren a Tiger Woods, era perfecto, pero, ¿qué pasó después?”.

Ahora con Dios la liga es perfecta. Y el Milan más malo es bastante más fuerte

“Imposible sin Ibra, pierdes a los hinchas. Debo estar por fuerza, para salvar la situación. Para un jugador estarse parado es terrible. Vine a Italia para acabar mi carrera con un gran club, porque me dijeron que en USA era demasiado fácil… Está bien, volví y… lo pararon todo. Pero hay algo que no me deja retirarme, lo estuve pensando”.

¿Pero lo dejas?

“Es difícil hablar ahora. Veremos como estoy dentro de dos meses y qué sucede con el club”.

¿Pesa más la marcha de Boban y la de Maldini seguramente o ver al Milan en la Europa League?

“Ahora hay que hacer lo mejor que se pueda, también en esta situación. Luego veremos lo que sucede con el club. Yo quiero ganar para ganar algo y sentir a mi lado que puedo ganar. Yo no hago de mascota. Tengo todavía mucha adrenalina, emoción y pasión por lo que hago”.

“Y quiero marcar diferencias. Si esta es la situación, es difícil verme en el Milan el siguiente año. Soy honesto. Aparte que no sé como estaré dentro de dos meses. Pero si estoy bien y juego, quiero jugar por algo. Ibra no es de Europa League, el Milan no es un club de Europa League, el Milan juega para ir a Champions y para ganar la liga”.

¿Conoce a Rangnick?

“No sé quién es”.

¿No es extraña la música de las gradas?

“Se lo dices a Ibra que no juega en un estadio con menos de 70.000 personas (ríe). El público hace el 50% del partido: te anima, te silba, te emociona”.

Te hacen sentir un Dios. ¿Es así como te sientes cuando celebras bajo la Curva con los brazos en alto?

“Me siento vivo. Y ellos son felices, rezan a su Dios”.

¿Ya existe el nuevo Ibra?

“Esperamos para el fútbol y para la gente que exista. Pero no lo veo”.

¿Alguien joven que se te parezca aunque sea en algo?

“Soy el delantero más completo que existe. No veo otro Ibracadabra. Uno tan alto con la potencia de Mike Tyson, que sabe moverse como Muhammad Ali y tan rápido como Bruce Lee… No, no existe (ríe)”.

¿Posibilidad de seguir aunque no sea en el Milan?

“Yo jamás cierro las puertas. Pero solo iré a un club donde pueda mandar, no en un sitio donde tus palabras no valgan de nada. Y aparte tengo muchas cosas que hacer. Y aparte tengo una familia. Dos ninjas que pronto espero que vayan a hacer el servicio militar”.

¿Maximilian y Vincent juegan al fútbol? ¿Cómo es Ibra padre?

“Soy bueno, tengo un corazón demasiado grande. Pero con disciplina. De pequeños odiaban el fútbol. Siempre hicieron taekwondo, son cinturón negro. Ahora juegan, pero no en ataque. Cuando jugamos juntos intento enseñarles algo, pero me dicen que ya lo saben todo y que son mejores que yo!”.

Iguales a él. ¿Quién dice que Ibra es antipático?