El scudetto post-Covid es un título abstracto: mañana por la noche, en Irlanda, el Milan será llamado al primero dentro-fuera de la temporada. La primera salida oficial vale enseguida algo muy concreto, el pase al tercer turno de clasificación de Europa League.
En términos todavía más crudos, en Dublín el equipo solo tiene un resultado disponible: la victoria. Resultados que se habituaron de junio a agosto: 9 partidos ganados y tres empates, 35 goles a favor con 12 jugadores diferentes.
Pioli puntó sobre la “continuidad y mentalidad” como puntos clave por los que contiuar: indicaciones seguidas también por el club, que premió el mérito y optó por la confirmación del entrenador.
“El equipo debe mandar y hacer el partido. Deberá tener una filosofía que debemos poner siempre en el campo”, decía en estos meses Pioli. Con mayor razón mañana el Milan deberá imponer juego y resultado. Y una necesidad: por razones técnicas, para justificar un intenso mercado y una plantilla plena, por cuestión de imagen.
Vuelven a Europa tras 644 días después, eliminado el 13 de diciembre de 2018 por el Olympiakos en la fase de grupos y excluidos la pasada temporada por no cumplir las normativa del Fair Play Financiero. Hoy todo es diferente: hoy es el inicio de un nuevo curso que debe seguir sin pausas.
Pioli, que entró en octubre de 2019, tiene una ocasión para plasmar su nuevo equipo desde el debut: condición que cada entrenador considera decisivo para transmitir ideas y métodos. En la última liga supo hacerlo en muy poco tiempo: aparte de los resultados, decisivos para la permanencia, formó una identidad y un grupo que ha seguido atentamente las lecciones.
Seguirá por el 4-2-3-1 y por sus hombres de confianza: Kjaer en el centro de la defensa guiando a Gabbia. En el centro, el físico de Kessié y los movimientos de Bennacer. Castillejo por la derecha, en espera de hacer que rinda el talento de Brahim Díaz para sus compañeros.
Por la izquierda ahora se colocará Saelemaekers (Rebic recordemos que está sancionado por tres jornadas), arriba obviamente Ibra: Zlatan está totalmente recuperado. El brazalete de capitán será de Gigio Donnarumma, el más joven de los titulares pero el jugador que más ha jugado: 203 partidos como rossonero.
Tonali viaja pero su debut es bastante improbable. Para Pioli será el primer partido como milanista desde inicio de la temporada, la primera en Europa, pero la 36ª en total: 18 victorias (51,4%), 11 empates y 6 derrotas.
Tras los seis partidos en la UEFA por técnico del Parma, hará 15 en Europa League: 2 presencias con el Palermo, 10 en el Lazio, 2 como ex-técnico del Inter. Para que crezcan los números hay que ganar mañana.
EL RIVAL: SHAMROCK ROVERS
Un viaje sobre los principales diarios irlandeses, The Irish Times e Independent, es suficiente para saber cuales son las jerarquías del deporte en la isla verde. Ni un solo título hasta ayer en las portadas, con grandes espacios para la renovación de Aubameyang con el Arsenal, la alarma Werner del Chelsea, los tormentos de Mourinho, al rugby y el Tour de Francia.
La noticia más importante del fútbol fue durante horas la apertura de los estadios de 200 personas en las instalaciones con capacidad superior a 5.000 sitios. En una Dublín paralizada ayer por la huelga de taxistas, el partido de mañana opone al equipo más titulado de Irlanda (17 ligas y 25 copas) contra una leyendas del fútbol mundial como el Milan.
El club recibirá buenos ingresos por la televisión gracias a la difusión del partido en Inglaterra. El Shamrock tiene la misma edad que el Milan: 121. Nació en 1899 en Ringsend, zona sur de Dublín.
El nuevo club se presenta con una connotación claramente irlandesa: ninguna unión con jugadores o directivos ingleses. A finales de los años cuarenta, el Shamrock es el equipo más titulado del país. Entre 1987 y 2009 el Shamrock tiene problemas legales debido a la construcción del nuevo estadio.
Un calvario sin fin, desde la concesión del terreno en 1990 hasta la inauguración del Tallaght en marzo de 2009. La propiedad se divide al 50% por Ray Wilson y la otra mitad está en manos de los socios (400), que en 2002 compraron una parte de las acciones para apoyarlo (pagan una cuota anual de 50 euros).
Desde 2016 el entrenador es el irlandés Shephen Bradley (35). El segundo puesto conquistado en la liga, por detrás del Dundalk, les ha permitido llegar a esta fase previa. En 2010 fue la Juventus quien les dejó fuera: 0-2 en Irlanda con doblete de Amauri, 1-0 en Braglia de Módena con gol de Del Piero. En 2011 llegaron a la fase de grupos, superando al Partizán de Belgrado.
En su plantilla actual hay 17 irlandeses, 4 irlandeses del norte, 1 alemán (el portero Pohls) y 1 caboverdiano (el defensor Roberto Lopes, 100 partidos con el club). El módulo de referencia es el 3-4-3, con los extremos Finn y Lafferty apoyando a la defensa.
El delantero Greene, 11 goles la pasada liga, debe ser vigilado. Tiene razón Maldini: nada de infravalorar a este equipo. Pero el Milan, incluso en estos tiempos, sigue siendo el Milan.
¿MILENKOVIC MÁS CERCA DEL MILAN?
Rocco Commisso, que ayer volvió a Florencia, comentó enseguida las situaciones de Milenkovic, Chiesa y Pezzella: “He leído noticias falsas sobre los contratos que van a recibir. Hablaré con Pradé y también con ellos y veremos lo que sucede. ¿Cómo acabará con Federico? Esperemos que bien…”.
El Milan quiere ampliar el número de centrales a disposición de Pioli, donde el primer nombre sigue siendo Nikola Milenkovic (22), en la Fiorentina desde 2017. Un central-goleador, ya que ha sumado 5 goles en 37 partidos, 8 en 96 presencias totales como viola. Un talento que para la Fiore cuesta 40 millones.
El Milan propone 20 millones, pero se podría cerrar el traspaso en 30-32 millones con bonus para que todo acabe bien. Pradé mientras tanto ha fichado al romano Federico Fazio (33).
En cuanto a Chiesa, el Milan tendría que vender a Paquetá y Krunic para hacer caja: pero si al final no llegase esta temporada, el jugador tiene contrato hasta 2022, por lo que habría tiempo siquiera para hablar el próximo verano…