Zlatan Ibrahimovic no volvió al Milan para hacer de mascota del equipo, esto es bastante claro viendo que lo repitió bastantes veces cuando fue presentado en enero en Milán, cuando tuvo sus desacuerdos con la directiva durante los meses, cuando firmó de nuevo con el Milan, tras un largo cortejo veraniego.
Y ahora aprieta al grupo con sus casi 39 años, hasta el 3 de octubre seguirán siendo 38, con la firma de líder, pero la disciplina y la profesionalidad le obligan a aclarar que él juega y el míster entrena. No es fácil trabajar con un tótem, pero da ciertas ventajas, la presencia de Zlatan ha resuelto muchas prácticas a Stefano Pioli.
Como le gustaba recomendar Van Basten a sus compañeros, “dénme el balón y luego corran a abrazarme”. Zlatan nunca lo ha hecho pero siempre lo da por hecho con sus miradas, a veces malvadas, otras felices. Además que Zlatan es el único de la actual plantilla en haber ganado la Europa League.
Quince presencias en la competición, cuatro con el Ajax (2 goles) y once con el Manchester United (5 goles): en su vida ha jugado más la Champions, pero jamás la ganó. Pero se ganó la satisfacción de Europa League, con José Mourinho en el banquillo.
Sin jugar la final de su Ajax en 2017, porque estaba lesionado, pero al final la historia de Zlatan con Europa es algo así: buenas cosas y desilusiones, remates de cabeza e ilusiones. Un camino por cumplir, a pesar que esté más cerca de los 40 años. Y para alcanzar el objetivo, para acabar el viaje que empezó en agosto de 2001 ante un equipo de raza gaélica, el Céltic de Glashow, que eliminó al Ajax en la fase previa de Champions. Han pasado casi veinte años, Zlatan sigue sin cansarse.
La incógnita del primer partido oficial a jugar ante un equipo más rodado resta, pero también la diferencia de valores en el campo. Pero Zlatan una obsesión tiene: demostrar que es el mejor, por eso el Milan hoy punta por sus ganas. En una ciudad que ama las palabras, Zlatan está llamado a escribir en el campo. Y un escenario que le sigue gustando.
LISTA DE CONVOCADOS
POSIBLES ALINEACIONES
La alineación estaba más que decidida, viendo las bajas por lesión y por Covid (Leao), más la sanción de tres partidos de Rebic, de ahí que Pioli siga con el 4-2-3-1, con la novedad de ver a Saelemaekers como extremo izquierdo por primera vez, con Brahim como alternativa para la segunda parte.
RETRANSMISIÓN POR TV E INTERNET
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