El héroe insospechado

¿Y si en lugar de resolver el derby de San Siro no fuera Ibrahimovic o Lukaku, Calhanoglu o Lautaro, fueran los desconocidos, los improbables, aquellos que no se piensa como hombres decisivos?

Un Calabria o un D’Ambrosio, por ejemplo: gente que, de hecho, en las fiestas participa como “tapado” y como “invitado”. Sería una extrañeza, sería la demostración que nada es imposible: existe un destino de gloria incluso para aquellos que no creen tenerlo.

Hay algunos que en los derbies salieron como absolutos protagonistas, uno sobre todo: Giuseppe Minaudo por Mazara del Vallo. El 6 de abril de 1986, en una confusa acción en el área milanista, entró en la segunda parte al puesto de Marangón, donde su remate regaló la victoria al Inter y la primera desilusión al nuevo Presidente rossonero Silvio Berlusconi.

Para los nerazzurri lo eligieron como salvador de la patria, como los rossoneri con Walter De Vecchi que el 18 de marzo de 1979, con el Milan por debajo de dos goles, construyó una increíble remontada en los últimos diez minutos: doblete y un puesto de honor en el Panteón rossonero.

Viniendo a tiempos más recientes, es imposible olvidarse de la noche mágica de Gianni Comandini que hizo dos goles en el clamoroso 6-0 del 11 de mayo de 2001 o como Ezequiel Schelotto que, al centro de Nagatomo, encoronó el balón del empate nerazzurro el 24 de febrero de 2013 o el grotesco gol de Cristian Zapata en el 97′, con los interistas que se echaron las manos a la cabeza tras ponerse en ventaja por 2-0.

Revisando la lista de goleadores en los derbies, aparecen nombres bastante curiosos. El 17 de marzo de 1985, tras Virdis, Rummenigge y Altobelli, donde despunta el intruso Vinicio Verza, camiseta rossonera con el 7 a la espalda, superando a Zenga con un remate de cabeza.

San Siro a sus pies, al menos por un día. Como Silvano Villa, donde juega tres partidos en la temporada 1975/76, cerrado por Egidio Calloni. Pero en uno de esos tres partidos, el 7 de diciembre de 1975, consigue el gol de la victoria y se convirtió en Superman.

También Lodetti, que no era un predestinado en goles (en 216 apariciones con el Milan solo marcó 16), toma su momento de gloria y en el Inter del Mago Herrera, ganador de Copas de Campeones y Copa Intercontinental, donde consigue un doblete el 15 de noviembre de 1964.

Los hinchas interistas tienen todavía en la retina goles imposibles. Los de Cristiano Zanetti o de Andrea Seno, dos medianos que cerca del área rival llegaban por equivocación. O el de Massimo Paganin, un central, que el 29 de octubre de 1995 ilusionó al Inter contra el Milan de Capello, salvado luego por el genio de Savicevic.

O, en este orden de tiempo es el último, uno del que nadie pensó: Joel Obi, que el 23 de noviembre de 2014 regala el empate a los nerazzurri tras el gol inicial de Menez.

Gente que transformó el sueño en realidad, que hizo posible lo que todos pensaban una locura, que demostró como cualquiera puede escribir la historia, no solo los grandes campeones o los ídolos de la curva.

El derby de San Siro, como todos los derbies, vive de adrenalina, energía pura que corre por las venas: no siempre lo deciden los más titulados, a veces son los que rompen las normas los que establecen el sentido de la ruta.

REBIC SE PERDERÁ EL DERBY

En Milanello algunos lo esperaban, pero Rebic ha levantando la bandera blanca: el delantero croata no estará a disposición de Stefano Pioli para el derby del sábado.

El jugador hoy ha dado el punto con el staff médico rossonero para valorar el codo lesionado ante el Crotone y se ha decidido que es demasiado pronto para su regreso al campo. Dentro de una semana tendrá nuevas pruebas para ver su estado.

¿QUIERES APOYAR AL CANAL?

Y recuerda que puedes apoyar la creación de más contenidos de la web en cualquiera de estas tres plataformas: