Si el Covid no hubiera llegado, no habría dudas sobre la superioridad del Inter a priori, porque el Inter tiene mejores jugadores y en mayor número. Pero el virus ha cambiado las cartas de Conte debido a la cantidad de positivos con respecto al Milan.
Basta ver el probable banquillo nerazzurro para darse cuenta: en veinte días el equipo pasó de un banquillo extra-grande ante la Fiorentina, cuando Hakimi, Nainggolan, Vidal, Sensi y Sanchez entraron y le dieron la vuelta al resultado a Moretti, Squizzato y Satriano entre los probables reservas del derby.
En cuanto a los porteros, está mejor el Milan. Donnarumma con la Selección confirmó haber madurado y bajar la tasa de distracción de los jóvenes. Handanovic en los últimos tiempos ha perdido fuerza, parece que reacciona peor, no compensó como siempre los fallos fisiológicos de la posición.
En cuanto a la defensa, estamos ahí. Conte está sin Skriniar y Bastoni. De Vrij es el único titular de la línea a tres, con D’Ambrosio y Kolarov adaptados como centrales-laterales, por usar un oximoron.
El Milan por su parte recupera a Romagnoli, pero el capitán lleva tiempo sin jugar y volver para un derby no es nada fácil. A su lado Kjaer, el único central inmune en tener mala fortuna.
Lo grave es que ninguno de los dos tiene un cambio en el banquillo. Calabria de central o que tuviera que jugar Kessié adaptado en esa posición. Era necesario el haber fichado a otro central. En las bandas un interesante cara a cara entre Hakimi y Theo, dos fenómenos, imposibles establecer quien prevalecerá de los dos.
Vidal, Brozovic y Barella por una parte; Bennacer, Kessié y Calhanoglu por el otro. El Inter con una mediana de batalla, el derby, de mentalidad Contiana, pero ninguno de los tres tiene una visión de verdadero mediapunta, pero no tienen la genialidad de Calhanoglu.
En ataque, la lógica diría Inter por tener a Lukaku y Lautaro, con 39 años de Ibrahimovic y con la incógnita post-virus: el sueco acaba de pasar el Covid, se ha entrenado poco y no sabemos como está. Pero Zlatan es un “animal” de grandes partidos.
Pioli en el banquillo puede pescar Brahim Díaz y Leao, con el Inter que parece que no podrá contar con Alexis Sanchez, que tiene la innata capacidad de cambiar los partidos con la calidad de la velocidad.
Hace un mes, antes de que empezara la liga, Inter y Milan habitaban en plantas diferentes. Para el Milan la cita es crucial, más para que para el Inter. Si ganasen el derby, algo que no sucede en enero de 2016, una eternidad, no ya siendo perseguidor, sino perseguido. Viejo Milan, si no es ahora, ¿cuando?.
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