En enero el filo rossonero se unirá con los últimos días de la pasada sesión de mercado, que acabó el 5 de octubre. Un hilo nunca roto, porque el Milan quiso cerrar con una cara nueva, pero no se materializó: el defensa central.
Una exigencia que era dictada por la lista de bajas (Romagnoli, Musacchio y Duarte), pero que en realidad resta tal porque en el centro de la defensa parece una temporada maldita.
Cuando en enero el mercado se reabra, la prioridad del club será intentar conseguir un nuevo central. O crear bases para la próxima sesión de verano. El primer nombre sigue siendo Ozan Kabak (20), el turco del Schalke.
En el podio sigue Matteo Lovato del Verona, también de 20 años. Pero para otras posiciones se sigue buscando una edad joven y costes no prohibitivos. En ataque despunta el nombre de Marcus Thuram, hijo de arte de Lilian, actualmente en el Borussia Moenchengladbach, mientras en el centro del campo sigue de moda Dominik Szoboszlai.
Kabak fue el último intento en octubre, donde se ofreció 15 y se pedía 20, para luego intentar ir a por Simakan. El dinero a disposición sigue siendo el mismo: 15 millones, donde el caso de Lovato el Verona lo valora en 20 millones, mientras que en el caso de Szoboszlai se quiere preparar el asalto para junio.
En caso del Marcus Thuram, puede actuar tanto de delantero como de extremo por ambas bandas. Valorado en 30 millones y bajo la mirada de los mejores clubes europeos, mientras tanto su agente debe gestionar la renovación de los hermanos Donnarumma, ya que casualidad, el agente sigue siendo Mino Raiola.