“Me gusta mucho la música. Hay una canción de Negramaro que dice: ‘la vida que quiero está toda aquí, los amigos que quiero, precisamente así’. Esto recopila mi momento”.
Empieza así la larga entrevista dejada por Stefano Pioli a Peppe Di Stefano y Manuele Baiocchini, en Sky Sport 24 en la cual el entrenador del Milan habla a corazón abierto.
“Si el Milan fuera una mujer, sería mi mujer. Llevo casado 32 años, es el amor de mi vida. Significa que también lo es el Milan”.
El regreso de Ibra: “Empezó mucho antes del partido con el Atalanta. Su ok llegó días posteriores a la derrota pero a Paolo, Zvone, Ricky, Gazidis me hablaron de esta opción mucho antes. Era muy muy positivo obviamente”.
“Sabía que necesitábamos esta personalidad, de esta fuerza, de este carisma. Por tanto estamos listos. Siempre pensé que Ibra era el jugador adecuado y adaptado a nuestro grupo, nuestra manera de trabajar, nuestra manera de jugar y sobre todo a nuestra mentalidad y en buscar una cultura de trabajo a este equipo. Nunca tuve dudas sobre él”.
El primer encuentro con Ibra en Milanello: “Fue un encuentro donde entendí que me querían y que estábamos delante de un campeón de mentalidad, profesionalidad y técnica. Tiene pocas palabras, pero supe que tenía delante a una persona muy inteligente, muy simpática y que cuando entra al campo, es una ira de Dios”.
“Siempre tiene la idea justa, sabe siempre motivar a los compañeros de la manera justa. Luego está claro que en el campo lo supera con vehemencia, pero sabe también hablar con el tono adecuado. Sabe entender los momentos”.
“Me gusta su sinceridad y la manera de ser directo. Recuerdo cuando llegó, una de las primeras cosas que me dijo ‘míster no escuche a nadie, estoy bien. El domingo quiero jugar’. Yo le dije: Zlatan que tú estés bien, yo estoy contento, y luego añadió: ‘te respeto, eres el entrenador y yo hago de jugador”.
La derrota 5-0 ante el Atalanta: “Fue dura y difícil a aceptar para un equipo y un club como el Milan. Tuvimos mucha voluntad y fuerza en querer dejarlo atrás, por cada partido, de las situaciones que luego nos permitieron crecer. Fue una lección muy dura, nos hizo saber varias cosas y también la manera de jugar e interpretar los partidos”.
“Creo que todo el camino empezó en enero con un importante mercado, tanto de entrada como de salida. Empezamos a gestionar las bases para algo constructivo. La llegada de Ibrahimovic, Kjaer y Saelemaekers trajeron cosas nuevas y entusiasmo, tras perder en Bérgamo”.
“La semana que nos quedamos en casa fue dura a nivel mental porque ese 5-0 se quedó dentro durante las fiestas navideñas. Pero nos dijimos que no se podían vivir ciertos tipos de situaciones, que los partidos se pueden también perder, pero que se debieron jugar con mayor intensidad y calidad. De ahí repartimos”.
El ascenso: “Que tomamos el camino justo se veía por ciertos comportamientos del equipo, por nuestra manera de jugar y de como interpretamos los partidos. Cambiamos de módulo, con el 4-2-3-1, hemos encontrado buenas posiciones en el campo que nos dieron resultados y se veía que el camino era adecuado, aunque se veía que nos faltaba la famosa victoria con el equipo por encima de la tabla. Esa pieza era lo que nos faltaba para adquirir mayor estimación, mayor confianza y ser más fuertes”.
El derby perdido en remontada por 4-2: “Fue una desilusión porque ganar 0-2 al acabar el primer tiempo de manera merecida, esperas siempre portar a casa un partido tan importante. Ese partido nos ayudó a crecer mucho. Una fuerte desilusión, por la cual portó a casa los aspectos positivos que nos portó a entender aun más lo que era el pensamiento a seguir”.
El Milan-Genoa antes del confinamiento: “Una situación particular, para todo lo que sucedió dentro, pero también fuera porque jugábamos por primera vez a puerta cerrada. Creo también que era la primera vez que Iván Gazidis vino a hablar con el equipo”.
“Fue una clara intervención, muy coherente en el sentido que dijo: ‘de hoy en adelante, el entrenador y vosotros os jugáis la confirmación y el futuro en el Milan’. Creo que fue un buen mensaje y luego lo mantuvo en el tiempo. Fue una gran prueba de coherencia y de profesionalidad”.
“Hemos trabajado, también si pensamos que ese partido lo perdimos por varios motivos. Pensamos en trabajar con la cabeza baja para saber si pudimos demostrar que somos fuertes. Este es un nuestro objetivo”.
El confinamiento primaveral: “La primera parte creo que nos sirvió, tanto a mí como a los jugadores. Por lo que decidimos, con el staff, de dejarnos relativamente tranquilos durante las dos primeras semanas. Claramente hablábamos, pero no nos estresamos y lo dejamos atrás enseguida”.
“Luego empezamos a vernos y entrenarnos, en grupos y todos juntos. Fue una manera para estar más unidos y hablando tan a menudo, individualizamos lo que eran nuestros objetivos y qué camino perseguir hasta el final”.
La confrontación con el resto de grandes clubes: “Siempre nos sentíamos inferiores, en el sentido que lo intentamos, jugando buenos partidos como en Turín con la Juve, en casa con Nápoles y Lazio, el derby. Pero nos faltaba siempre eso poco, que en esos partidos forma la diferencia”.
“Cuando conseguimos eso poco, la convicción del equipo subió y jugaba con confianza y positividad, sabiendo que se podía ganar esos partidos. Lo que fue es el paso decisivo de nuestro camino”.
La confirmación en el Milan: “Cuando Iván me comunicó la decisión, antes del partido fuera ante el Sassuolo, de manera simpática me dijo: ‘no me habéis creído cuando dije delante del equipo que os jugábais la confirmación y que serían vuestras prestaciones en determinar vuestro futuro'”.
“Yo le dije que lo creía y que por eso trabajé con la cabeza baja. Me llamó y me dijo que el club había decidido seguir juntos. Fue la primera noche de Sassuolo. Lo pensé durante un segundo (ríe) y le dije que me venía bien. El equipo no lo sabía y no lo sabía tampoco mi staff”.
La permanencia de Ibra: “La primera fue el día tras el partido con el Sassuolo donde le pedí qué intenciones tenía y me dijo que echaba de menos a la familia. Y de ahí no tuvo una importante reacción. Pensé que había que dejarlo tranquilo”.
“Zlatan aprendí a conocerle y supe que hay momentos donde es mejor dejarlo solo. Volviendo a casa pensaba que no era justo lo que estaba pasando y el día después tomé a Zlatan y le dije que no me gustó la reunión del día anterior”.
“Le dije que nuestro trabajo juntos acababa de empezar y que se había hecho mucho, que demostró que era un campeón y que no se pudo acabar de esa manera y que tanto yo como el club hicimos todo lo posible para que se quedara”.
La renovación de Ibra y el mercado de verano: “Creo que el club hizo grandes cosas en esos días, anunciando la renovación de Zlatan y el fichaje de Tonali. Dio continuidad al proyecto para volver a casa y volver a ser lo que el Milan siempre ha sido”.
El comienzo de la nueva temporada: “Parecía que nunca paramos. Recuperé entusiasmo, ganas de estar juntos, disponibilidad. Hay mucha positividad dentro de nosotros. Nos preparamos poco para jugar muchos partidos”.
“La fase previa de Europa League fuero particulares y difíciles, pero estuvimos bien en mantener un determinado nivel de prestaciones también sin importantes jugadores que tenían ciertos problemas físicos, pero la fase previa fue importante para dar certezas y fuerza al equipo, para hacer crecer a todos y dar la posibilidad a todos de poder jugar”.
El año 2020: “Ha sido un año gratificante, entreno en un gran club y un grupo de gente que me gustan mucho. Por sus comportamientos, porque siendo tan jóvenes son muy responsables porque nos encontrábamos en una situación muy particular y complicada para ellos”.
“El primer día que llegué a Milanello me sentí bien, con todos. Aquí está lo mejor posible para trabajar bien. Debemos seguir así, puntando al máximo y podemos obtener grandes satisfacciones”.
Los meses tras el confinamiento: “Pensar en hacer nueve meses con estos resultados es complicado. Pero todo lo obtenido ha sido conquistado en el campo. Les dijimos a los jugadores que desde que cambiamos la manera de jugar y de estar juntos, les hicimos ver donde estábamos”.
“Era un objetivo, la clasificación, en la cual el equipo creyó fuertemente. Hemos centrado todos los objetivos que nos habíamos prefijado en esta primera parte de la temporada, es decir pasar la fase previa, pasar la fase de grupos de la Europa League y estar en lo alto de la tabla del año solar”.
“No hay ningún trofeo, pero creo que nos hace entender de qué nivel podemos ser y en qué nivel podemos competir. Estamos a mitad de camino, que es largo y duro. Debemos seguir pensando partido a partido, jugar un fútbol propositivo. Habrá tiempo y espacio para buscar más cosas”.
El cántico “Pioli is on fire”: “Es algo que nació de manera espontánea. Somos un grupo joven, que se empeña mucho, que da el máximo y que encuentra en estas situaciones toda la positividad. Espero que la cosa dure mucho tiempo”.
Astori: “Creo que la experiencia vivida en Florencia, junto a la pérdida de mi padre el año anterior, fueron importantes. Creo que tengo dos ángeles guardianes y creo que en todos estos grandes resultados, están también ellos”.