El Milan pierde por goleada y siguen sin ganar desde 2014 al Atalanta, pero a pesar de todo, el Inter empató a cero contra el Udinese y por tanto pasan a ser campeones de invierno, pero esta prestación desde luego dará que hablar en estas semanas…
PRIMERA PARTE
Sorprendió Pioli poniendo a Meité de titular como mediapunta, seguramente para darle mayor físico al ataque al no estar Calhanoglu y Brahim claramente en desventaja por estatura y físico.
Los de Gasperini se iban acercando con cierto peligro de manera continuada, también debido a ciertos despejes no muy correctos de los de Pioli, que fueron a por el balón de manera algo temerosa.
Esas ocasiones de los rivales tuvieron su acierto en el 26′, cuando en una jugada tras un córner, se centra al segundo palo hacia Romero, donde Kalulu no lo marca correctamente y remata de cabeza a bocajarro, siendo imparable para Donnarumma.
Un primer tiempo realmente complicado para los rossoneros, con un gol en contra y además siempre en grandes dificultades. Mucho mejor el Atalanta, tanto en juego como en ocasiones. El Milan combinó realmente poco, sufriendo mucho atrás.
SEGUNDA PARTE
Meité se quedó en el vestuario y entró en su lugar Brahim, pero las cosas no mejoraron mucho, cuando en el 51′ Kessié derriba dentro del área a Ilicic y por tanto penalty a favor del Atalanta, donde el propio Ilicic no falla y hace el 0-2.
En el 57′ encima se lesiona Kalulu y no puede continuar, donde tuvo que entrar Musacchio (Tomori estaba convocado pero no ha entrenado ni un minuto con el equipo).
Con el Milan claramente tocado y no creando muchas ocasiones de gol, Pioli en el 69′ quita a Castillejo y Leao, que no hicieron gran cosa hoy, dando entrada a Rebic y Mandzukic.
Y en el 77′ llega el 0-3: balón en vertical para Zapata que entra fácil en el área y bate a Donnarumma. Hoy realmente no salió nada, un mal Milan que sale goleado de San Siro, pero siguen siendo líderes de la Serie A.
Los rossoneri son campeones de invierno (algo que no sucedía desde hace años), pero un amargo sábado para Pioli, que sufre prácticamente desde el primer minuto del encuentro, donde más que el resultado, la prestación del equipo no fue lo esperado.