En un tremendo y agónico partido, donde primero la Fiorentina remontó del 0-1 al 2-1 para luego el Milan hacer lo propio con el 2-2 y luego ganar 2-3 gracias a los goles de Ibra, Brahim y Calhanoglu, una muy importante victoria que les mantiene en la segunda posición donde ahora llega el descanso de dos semanas por los partidos de selecciones.
PRIMERA PARTE
Pocos minutos necesitó el Milan para ponerse por delante, concretamente en el 9′, cuando Kjaer manda un gran pase por encima de la defensa hacia Ibra, el sueco rompe perfectamente el fuera de juego y bate al portero para hacer el 0-1.
Pero la alegría no duró mucho, ya que en el 17′ la Fiorentina empata a través de Pulgar, de falta directa que sorprende a Donnarumma y a pesar que toca el balón, se cuela dentro para hacer el 1-1, con Gigio que no sé muy bien que estaba reclamando…
Intercambio de ocasiones para ambos clubes, primero en el 29′ en un saque de esquina, remate de tacón de Pezzella que impacta en el palo. En el 30′, Ribery pide un absurdo penalty dejándose caer sobre Brahim, pero no engañó a nadie, ni a sí mismo.
En el 35′ el Milan está cerca de marcar: Calhanoglu sirve a Ibrahimovic, que entra en el área y con un toque intenta una vaselina sobre Drahowski: balón que remata al larguero. Castrovilli en el 39′ entra en el área, luego remata con la zurda pero el balón cruza la portería y se marcha fuera.
En el 43′ se lesiona el portero viola Dragowski, en su puesto entra Terracciano. Una luchada primera parte donde la Fiorentina pareció atacar más en velocidad, pero el Milan creó bastante peligro con Ibrahimovic, por tanto, equilibrio, tanto en resultado como en acciones. El Milan deberá subir el nivel de su prestación en el segundo tiempo: el partido de hoy es realmente importante.
SEGUNDA PARTE
La segunda parte empezó con el gol de la Fiorentina en el 51′: asistencia de Vlahovic y remate desde el borde del área de Ribery para hacer el 2-1, jarro de agua fría para los rossoneri que ahora deben remontar a cualquier precio.
Si bien consiguen remontar en el 57′: saque de esquina, toque de Kjaer y toque de Brahim Diaz: 2-2 y todo por decidir todavía con algo más de media hora por delante. En ese momento Pioli hace un doble cambio: Bennacer y Castillejo ocupan los lugares de Tonali y Saelemaekers.
Y nos vamos hasta el 73′ cuando llega el 2-3 para el Milan: balón que llega al lado izquierdo donde está Calhanoglu y de primeras manda el balón al palo contrario donde sorprende al portero: gran gol del turco que hace un gol que puede ser determinante no solo para hoy.
En el 79′ se marchó Brahim, dentro Krunic para la última parte del encuentro. Y para aguantar el resultado, en el 90′ entró Meité por Calhanoglu, si bien el Milan no se quedó aguantando sino que intentó generar alguna ocasión más, pero por suerte el Milan consiguió la victoria justo en el parón liguero por las selecciones para mantener el segundo puesto.
MI OPINIÓN
Hoy era el momento en el que debía aparecer Calhanoglu y menos mal: uno de esos goles que no solo le da a su equipo tres puntos, cuando todo parecía indicar que el 2-2 era un peligroso resultado viendo como estaba apretando la Fiorentina, el gol del turco hace que se vea con mejor optimismo la que se avecina para justo después del parón.
Un partido divertido para el espectador, pero una locura para los entrenadores y para los porteros, viendo el ritmo de cada uno, ha sido raro que no hubiera ni un solo penalty, pero hoy los goles han llegado de diversas maneras, tanto en movimiento como a balón parado por ambos equipos, hoy la titularidad de Ibra que además ha aguantado todo el partido es una de las mejores noticias junto con el regreso al campo de Bennacer, ese espíritu que contagia al resto de la plantilla.
Pioli durante estas dos semanas podrá trabajar algo más tranquilo, más si cabe ante la sorprendente derrota en casa de la Juventus ante el Benevento, los jugadores podrán recuperar su forma y el tener solo un partido a la semana hará que no se note tanto el cansancio y luchar por mantener el segundo puesto a la espera de lo que haga el Inter (que no ha jugado por tener un foco de contagio).