En una cálida noche de julio, concretamente el 21 de 2020, Stefano Pioli era confirmado como entrenador del Milan, renovando el contrato hasta 2022 y el abandono de la hipótesis Rangnick que tanto rumor había generado durante meses. Señal del destino, sucedió tras Sassuolo-Milan.
Pioli llegó al Sassuolo años atrás, en 2009, donde un año antes terminó su trabajo Massimiliano Allegri. Hoy Stefano Pioli supera a Rino Gatttuso en los entrenadores más longevos tras la era Allegri, el cual sigue estando muy lejos: 548 días Pioli, 1298 para el técnico ganador del último scudetto rossonero.
El camino para volver a lo más alto es largo, de hecho Gazidis siempre ha evitado el poner fechas, porque un proyecto económicamente sostenible no hace falta prisa y porque la pandemia ha ralentizado todo. Pero Pioli supo apretar el acelerador y aunque el Milan ha frenado bastante estas semanas el trabajo del técnico sigue siendo bueno y agradecido.
¿Pioli puede crear un ciclo? Hay premisas para ello. La confirmación que algunos piensan que está unida al cuarto puesto ha mutado en confianza en cualquier situación. Salvo de una caída vertical, de una pérdida total de control de su equipo que podría generar inquietudes, el técnico no se toca.
Existe optimismo en el objetivo final, es decir, clasificarse para Champions que permitiría al Milan ir encajando esa rueda de ingresos y gastos que se arenó durante muchas temporadas de las salas europeas. En los momentos difíciles y en los de euforia, el técnico emiliano consiguió mantener un comportamiento constante, mantener a sus jugadores en la cuerda sin estresarles, en encontrar una clave táctica para todos o casi.
Y la valorización del capital humano es ciertamente el punto fuerte de su trabajo en este año y medio. Otras cualidades, el haber sabido gestionar un vestuario con tantas personalidades diferentes, sin que los jóvenes se sintieran apretados por Ibra. Era difícil imaginar que la mezcla de personalidades funcionara tan bien y que el león Zlatan se pusiera tan bien al servicio del grupo.
A nivel táctico, una cierta dependencia obviamente existe, pero es inevitable que suceda cuando se tiene a disposición una estrella. Ibra él solo ha marcado más que todos los delanteros juntos, pero el Milan ha demostrado el saber actuar incluso sin tótem. Entre las lesiones en cadena y la parada por Covid, Pioli siempre ha sabido encontrar soluciones.
A la larga el equipo ha perdido brillantez, pero los errores cometidos por el entrenador se cuentan con los dedos de una mano. La salida de la Europa League generó amargura pero también conocimiento. Pioli ha recuperado a los últimos lesionados, en especial Mandzukic, que con Rebic, Leao y el comodín Hauge quieren realizar la cooperativa de los goles que tan bien funcionó en la primera vuelta.
Meses densos de récords, en pequeños récords Pioli cumplió su escalada. Desde ese día de julio no ha pasado ni un año, pero pareció mucho más. Pioli está en Milanello para echar raíces. Por ahora lo está consiguiendo.