Ese número es como el truco del prestidigitador. La magia puede llegar de manera imprevista cambiando el color de una noche y el final de una historia. El número 10 es una cantera inagotable: capaz de cavar sin fortuna, pero antes o después la pepita de oro brillará.
Juve y Milan tienen una gloriosa tradición de fuera de serie con el 10 a las espaldas: Sivori, Platini, Del Piero; Rivera, Gullit, Savicevic. Y tantos otros. Los últimos herederos tienen la expresión de Paulo Dybala y Hakan Calhanoglu. El del domingo para cambiar la clasificación, para los equipos y para ellos, llamados a marcar diferencias en el momento decisivo y tras una complicada temporada.
El rossonero en realidad empezó bien, pero luego el Covid lo ralentizó y solo en las últimas semanas se ha vuelto el jugador capaz de dar calidad y sustancia al ataque de Pioli. El técnico supo responsabilizar a Calhanoglu y le dio una posición central (en todos los sentidos) de la maniobra.
El turco respondió con personalidad y es una buena seál que haya vuelvo justo en la sprint final para la Champions. La temporada de Dybala, en cambio, fue bastante más gris. Lo dicen los números: 2.286 minutos del turco frente a los 952 del argentino, donde nunca sea considerado como imprescindible de la Juve, donde sorprende que el mejor jugador de la liga 2019/20 esté siempre bajo examen.
Dybala y Calhanoglu viven el presente sin saber nada del futuro. El turco acaba contrato y se han congelado las negociaciones de renovación. Al argentino le queda un año de contrato, pero quien sabe lo que suceda en verano. En el Stadium hará falta una prueba de gran personalidad y no solo de calidad futbolística. Hakan es intocable en el 4-2-3-1 de Pioli.
Paulo en cambio se moverá mucho y saldrá del radar de los defensas rivales como sucedió en la primera vuelta cuando un par de jugadas mandó a Chiesa al doblete deciviso. Dybala juega en todas partes, mientras que Calhanoglu puede evidenciar las lagunas bianconeras frente al rival que va hacia él llegando al remate desde atrás, donde seguramente Bentancur debería seguirle de cerca.
En el Stadium Paulo y Hakan no podrán ganar ellos solos, pero mucho dependerá de los dos. Algo bastante normal, con ese número a las espaldas.
EL ÁRBITRO DESIGNADO FAVORABLE A LA JUVENTUS
El de Paolo Valeri como árbitro del partido Juventus-Milan es una designación realmente discutible, alguien que con los rossoneri ciertamente nunca ha brillado. La memoria vuela enseguida hasta los dos partidos de Copa de Italia de este año ante Torino e Inter.
En el primero expulsó a Gigio desde el banquillo, por lo que no pudo jugar el derby. En el partido ante el Inter, fue el duelo verbal entre Lukaku e Ibra, con Valeri que expulsó a Zlatan por una falta en el centro del campo y el partido fue ganado por el Inter por 2-1, aparte que Valeri se lesionó para varias semanas.
El 18 de febrero de 2020 se disputó la ida de semifinales de la Copa de Italia entre Juventus y Milan. Valeri sancionó a Ibra y expulsó a Theo sin que los bianconeri recibieran algo en contra. Sin olvidar el penalty de Calabria que llevó al 1-1 de Cristiano Ronaldo.
Aparte, 13 expulsiones en 33 partidos del Milan dirigidos por Valeri es un dato a tener muy en cuenta. Seguramente en Italia hay mejores árbitros para asignar a este en este partido tan crucial.