Cinco minutos para ganarse al Milan. Será la adrenalina del debut o el orgullo de exhibirse en su tierra, pero lo visto hoy por Giroud hará divertir mucho al mundo rossonero. El nuevo número 9 del Diavolo entró en el segundo tiempo y en su primer remate consiguió su primer gol en su nueva aventura rossonera, consiguiendo el 1-1 que sería definitivo.
Fútbol de verano, una derrota no hubiera sido un drama. Pero el Diavolo venía de 11 goles a favor y 0 en contra en las dos primeras salidas, hacer un buen resultado era una buena señal. Un segundo tiempo jugado bastante mejor que el primero (con muchas faltas y pocos remates).
Era el primer amistoso de nivel internacional contra un rival que acabó noveno la pasada liga y con ambiciones de una cierta grandeza (y con el entrenador que ganó la liga con el Lille). Debut como rossonero de Maignan en portería y Giroud en el centro del ataque.
Ese Lille que en la Europa League le dio una lección de fútbol al Diavolo. El día donde Pioli perdió a Bennacer por Covid y se volvió a ver a Calabria. No convocado Hauge, el siguiente en irse del club, mientras que Colombo se ha hecho oficial su cesión al Spal.
La Ligue 1 empieza la próxim a semana, eso en este punto del verano marca todas las diferencias del mundo. Significa que el Niza está mejor en forma física, algo que se pudo ver en el primer tiempo, con una cierta prepotencia ya en la mitad del tiempo. La explicación de la diferencia de rendimiento está casi todo aquí.
Dos equipos con dos pasos bien diferentes. El Milan intentó abrir el campo, en cambiar de frente, en mover el balón de un lado a otro, pero muy lentos ejecutando las acciones, acabando con pegarse en el uno contra uno y en la escasa precisión en los pases.
Theo intentó alguna de sus incursiones, pero siempre fue parado, en la mediana Pobega y Tonali les costó verticalizar y en hacer de filtro, Díaz empezó sembrando el pánico en los veinte últimos metros franceses y luego desapareció, mientras que Leao jamás entró en el partido. Su única jugada fue parado en el área por Todibo con una entrada donde arriesgó el penalty.
En términos de peligrosidad el Milan de los primeros 45 minutos está todo en una falta de Theo que se marchó fuera por muy poco. La defensa rossonera en cambio supo mantener una especie de atención bastante alta y en este sentido se debe señalar la buena prueba de Romagnoli (con el brazalete). Una falta de Gouiri remató con violencia al palo.
En el descanso Maignan se quedó fuera y entró Tatarusanu, Gabbia por Calabria, los primeros de un largo elenco de modificaciones con el paso de los minutos, también Conti, Caldara, Ballo-Touré, Maldini, Castillejo, Rebic, Giroud que le dio vida al Diavolo.
En la práctica los pulmones frescos en cantidad dieron identidad a los rossoneri, que consiguieron no solo rechazar las ofensivas francesas, pero también en apretar a los rivales en su mitad del campo. Una presión apoyada en la precisión de los pases y por los movimientos sin balón.
El Niza consigue el 1-0 por un penalty totalmente inventado por el árbitro por una entrada de Krunic sobre Ndoye. Penalty donde Tatarusanu pudo haberlo parado fácilmente, pero el balón le pasó por su lado. Luego llegó el momento de Giroud. Minuto 60′ entra por Leao y remate ganador en el 65′, superando a Thuram al centro de Castillejo desde el lado izquierdo.
Cinco minutos para ganarse el Milan y para luchar en todos los balones, buscando los movimientos adecuados para recibir balones. El empate le quitó fuerza al Niza, incapaz de generar otros peligros, dando al Diavolo preciosas convicciones sobre su potencial. El nivel sigue subiendo. Próxima cita el miércoles 4 de agosto ante el Valencia, en el estadio Mestalla, donde se disputa el Trofeo Naranja.