La edad será solo un número, pero esto es un número fenomenal. Mañana Zlatan Ibrahimovic cumple 40 años, festejará como los veinta y los treinta, como jugador y como protagonista, hoy como antes. Porque esta es la historia de un campeón infinito que desde hace más de veinte años va sumando récords y suma goles en los campos de medio mundo.
Es la historia de Benjamin Button que ha ganado en todas partes y que ha echado raíces en el Milan: los dejó con un scudetto en 2012 y lo ha devuelto a lo más alto nueve años después. En medio, amigos, rivales, entrenadores que hicieron un trozo del camino junto a él, donde hoy escriben para Ibra.
Cinco personas, cinco tarjetas de felicitación por el cuarentón más joven del fútbol mundial. ¡Feliz cumpleaños Zlatan!
22:30 del 24 de diciembre de 2019, falta hora y media para Navidad. Suena el teléfono. En la pantalla aparece un nombre. El tiempo de decir “pronto” y por otra parte “Felicidades, el Milan y tú habéis fichado a Ibrahimovic”. En su manera tan inconfundible me anunciaba que nuestro cortejo para que volviera como rossonero fue todo un éxito.
¿Qué decir? No podía esperar un mejor regalo de Navidad. Y ahora que nos acercamos a una fecha tan importante, solo puedo añadirme a su larga lista de amigos que le felicitan. Todo el mundo del fútbol le debe mucho a Zlatan por su unidad como jugador y como personaje que ha marcado de manera tan increíble durante los últimos veinte años de fútbol.
Su nombre y su historia serán recordados vete a saber por cuanto tiempo. Como ex-directivo que ha querido fuertemente su regreso como rossonero cuando tenía 38 años, puedo afirmar sin duda que el camino del Milan para volver a su nivel no hubiera empezado si no hubiera estado él.
En ese momento no había un jugador en el mundo que pudiera dar tanto como Ibra a nivel de personalidad, carisma, prestaciones y mentalidad. Tanto en el campo como fuera. Un fenómeno: y yo le daré siempre las gracias. Felicidades Zlatan!
Hola Zlatan, la mejor manera para felicitarte y darte las gracias. Gracias porque me ayudaste a ganar trofeos: no solo el scudetto de Parma, aunque todos piensan que estuvieron ahí el día y el partido donde quedaron más impresionados. Gracias porque me ayudaste a tu manera: calidad pero sobre todo profesionalidad, siempre perfecto en el campo y fuera, si pudiera ponerte en el once yo estaba tranquilo.
Y de hecho siempre estuvimos de acuerdo, nunca tuvimos problemas. Contigo fui afortunado también por otro motivo: tuve el placer de entrenarte quizás en lo más alto de tu carrera, para ti era realmente un momento extraordinario. Por esto verte hoy en el campo me hace feliz: no porque juegues con 40 años, sino porque lo haces a alto nivel.
Y esto es el mejor premio a tu profesionalidad. Te ha faltado el premio que para muchos, no para ti, el máximo reconocimiento para un jugador: el Balón de Oro. Para mí te lo mereces como lo merecieron en los últimos años casi siempre Messi y Cristiano. Por lo que has demostrado, no has sido inferior a ellos. Pasa un cumpleaños realmente feliz.
La primera vez nos dimos de golpes en el campo: insultos y puñetazos hasta que nos expulsaron. La última estuvimos cantando juntos, pero sería decir mejor intentarlo, en el escenario de Sanremo destruyendo el tema “Yo vagabundo”. Entre ese 20 de abril de 2005 y el festival del año pasado, han pasado 16 años y mucha vida.
Nos tuvimos que pelear primero para entender que estábamos hechos de la misma pasta: las personas duras, seguras, pero ciertas. En ese tiempo descubrí que Ibra vale incluso más que como campeón. Y entendí que, durante mi enfermedad, me llamó al hospital y no conseguía hablar de la conmoción, me dijo con un hilo de voz: “Sini, por ti estoy dispuesto a todo, llámame y juego incluso gratis”.
Sabes cuanto me hubiera gustado tenerte en mi equipo, pero era justo que volvieras al Milan para cerrar una épica carrera. Que no ha terminado todavía. Sé que seguirás regalando goles, proezas y frases de efecto, con la clase y la personalidad que hace ser único en el mundo. Te deseo todo lo mejor mi querido amigo: para los leones como tú, el tiempo no pasa…
Querido amigo, has llegado a los 40 años con un increíble físico y sigues dando miedo a los defensores rivales. No a mí… ¿recuerdas cuando llegaste a la Juve y en el entrenamiento con Thuram y conmigo no veías el balón? Un día preguntaste: ¿Pero cuando podré divertirme? y yo te dije: después.
Y en efecto te has divertido durante todos estos años. Has mejorado mucho desde que nos conocimos. Recuerdo con placer nuestras discusiones, nuestros paseos por Turín. Ya tenías esa actitud que muchos no entendían, pero querías que entendieran tu personalidad, aunque yo me divertía tomándote el pelo de mañana a la noche.
Me decían que venías de un mal sitio y yo te decía que cada ciudad tiene cosas positivas y negativas. Estaba fascinado por Nápoles, por como te hablaba. Y mantuve la promesa que me sacaste. En la primera ocasión, creo que fue en 2005, te llevé a Nápoles dando una vuelta por sus calles.
Los dos y la Vespa… irreconocibles. Te mostré los sitios más difíciles pero también sus fascinantes bellezas: saliendo a las calles de Posillipo para admirar el Golfo. Y te enamoraste. Te espero en casa, amigo.
Gracias Zlatan. Gracias por ese scudetto en Parma. Recuerdo bien todo: el partido se puso mal, teníamos muchas ausencias, el campo estaba duro y el resultado no se movía. Luego entraste tú. Nosotros lo sabíamos. Sabíamos que antes o después entrarías, sabíamos que era un comodín para jugar.
Y qué comodín: hiciste un doblete, tras el primer equipo todo el equipo encima tuyo, luego el abrazo con Moratti en el vestuario, algo inolvidable. Te conozco en dobles vestiduras: compañero sí, pero has sido un gran rival. Con ese físico que tienes, marcarte siempre fue complicado: ya lo era en el entrenamiento, más en el partido.
Pero tengo dos fotos bien claras de ti, como rival. La primera es el penalty que tirarte con la camiseta del Milan en 2012: en la portería estaba Julio César, empezaron a decirte de todo, Julio intentó ponerte nervioso pero no lo consiguió, marcaste igualmente.
La otra foto es el año del Triplete: en Barcelona eras tú quien intentaste sacarnos, hasta cierto punto te acercaste a hablar con Guardiola y detrás llegó Mourinho a molestarte. Todavía me sigo riendo de esa situación. Muchas felicidades Zlatan, eres un campeón sin tiempo: disfruta este cumpleaños!
ENTREVISTA A JOHNNY GYLLENSJO (PRIMER ENTRENADOR DE ZLATAN)
Zlatan cumple 40 años: ¿qué impresión le da?
“Me sorprende, he visto pasar muchos chicos en estas décadas pero los periodistas siempre me preguntan por él”.
¿Por qué Ibra lo hizo y el resto no?
“Muchos jugadores piensan que son como él, pero no saben el trabajo duro que ha hecho él durante más de veinte años”.
¿Cómo era Zlatan?
“Fuerte obviamente, esto se veía enseguida. Muy diferente dentro y fuera del campo. Siempre iba a entrenarse alrededor de su casa en Rosengard, en medio de los palacios. Si estaba con nosotros, se iba a jugar con los amigos donde ahora está el Zlatan Court, el campo construido para que los niños de la zona puedan jugar”.
¿Donde era un jugador totalmente normal?
“El físico. Ahora se ve raro, pero con 15 años su cuerpo no era tan devastador. Tenía una gran técnica, esto sí, entrenaba para regatear y en eso era fantástico. Pero físicamente explotó mucho más tarde”.
¿Qué historia le vienen en mente pensando en los días que jugaba en Malmoe?
“Las veces que robó bicicletas de una persona del staff técnico y la devolvía al día siguiente… nunca era fácil con él”.
Pero entre todos los jugadores de 2021, ¿a quién se parece más en estos momentos?
“Sé que no son precisamente amigos, pero en actitud y en personalidad, digo Romelu Lukaku”.