El presente nos dice que el Milan viaja a las nubes con prestaciones y resultados gracias a la buena aportación que los jugadores rossoneros están llenando la causa milanista, aunque los delanteros como Ibrahimovic y Giroud marquen y convenzan con constancia. Pero un gran equipo, aunque tenga momentos muy positivos, ambiciona a mejorar. Y si llega la justa ocasión…
Y la ocasión justa es precisamente el nombre de Dusan Vlahovic (21): Rocco Commisso anuncia que el delantero serbio no renovará su contrato que vence el 30 de junio de 2023, donde la competencia empieza a afilar sus armas para conseguir su fichaje, incluyendo por supuesto, al Milan.
Vlahovic sería el 9 ideal para el club: su talento ya estaba fuera de discusión de niño, pero en los últimos meses se aprecia a base de goles (25 en Serie A la pasada temporada) y de prestaciones que actualmente garantiza un presente y un futuro de color de rosa.
Un físico imponente (1,90m), remata perfectamente con ambos pies y sabe ser letal de cabeza, gracias a su sangre eslava, combinando jugadas de técnica y de personalidad para ayudar al equipo y, si bien no es excesivamente rápido, genera progresiones de potencia pura.
Por eso los pretendientes son numerosos, desde todos los italianos a lo más grandes clubes del extranjero, donde del precio solicitado el pasado verano de 60 millones de euros, podríamos estar hablando de la mitad para el mes de enero, pero los agentes del jugador piden un salario de estrella absoluta, rechazando 40 millones brutos en cinco años en la Fiorentina.
Los milanistas por fuerza deberán permanecer con los pies en el suelo, pero entre tiempos, fórmula justa y ambiciosos objetivos del club, las esperanzas no se diluyen. Vlahovic sería perfecto por edad, calidad y personalidad para el futuro del Milan y una inversión para él, sobre todo viendo la edad de Ibrahimovic (el serbio el cual es su admirador) y Giroud (que será el 9 efectivo de Pioli), garantizando al club un delantero de primer nivel a muy largo plazo.
Un gran equipo se construye con tiempo y con ocasiones de locura, como Vlahovic. Ahora el toca el turno a Paolo Maldini de intentar robarle el jugador a toda la competencia, dentro de un bosque lleno de equipos mucho más ricos que el Milan, dentro del fútbol mundial.