Pioli: el hambre del Diablo

La mano puesta por el socorrista Stefano en el Milan fue como el gol de Leao al Sassuolo y Calabria al Atalanta: una acción de un segundo. Porque conseguir levantar al Diavolo de la depresión más profunda en tan solo dos años no fue un éxito por como se habían puesto las cosas, sino un reto ganado en el tiempo.

Stefano Pioli el socorrista mañana cumplirá dos años como rossonero y mirandoa atrás debe estar orgulloso: ha cambiado a mejor todo un mundo. No, no cambiado: lo ha transfigurado. El 9 de octubre de 2019 entre los hashtag de tendencia en Twitter aparecía #PioliOut, gritado por un público milanista que en esa época querían tener a Spalletti, no se fiaban de un técnico de pasado interista y con un nombre considerado sin lujo.

La Gazzetta titulaba en primera página “Escalinata para Pioli”. Un entrenador que tenía una misión casi imposible: devolver al Milan al centro del fútbol y convencer a los escépticos que era la persona adecuada para hacerlo. Una piedra tras otra, Stefano ascendió esos escalones y para el último piso no falta realmente mucho.

Valorización de los jugadores, recuperación de autoestima e identidad en mente y juego, empatía con el grupo, devolución de entusiasmo a los hinchas, regreso del equipo a Champions, una interminable serie de partidos sin derrotas. Nos quedamos aquí, pero se podía seguir adelante.

Mejor que lo haga él, con su clásico perfil bajo: Pioli el Normal One, Pioli el normalizador, definiciones que le dan principios de urticaria, en el Festival del Deporte organizado este año en Trento por GDS. Pioli cuenta y comenta desde el Teatro Social, donde lo hace usando las letras del alfabeto.

Letra de Allenatore (entrenador): “Los técnicos que más huella me dejaron fueron Trapattoni, que me transmitió gran pasión y entusiasmo; Bagnoli por la capacidad de ser directo, una personal real; Ranieri, el primer entrenador algo más moderno, que me hizo descubrir cosas nuevas. Era de los primeros que jugaban en zona”.

“Tenía 28 años y fue ahí donde empecé a pensar en lo que podría ser estando en la otra parte. Ahora tengo 55 años, espero que mis jugadores no me vean que soy demasiado mayor… con ellos tengo una estrecha relación, hay que ser directos y claros en las cosas que no funcionan: ¿Si he peleado con alguno? Claro, todos los días. Somos un grupo de casi 100 personas, es normal tener discusiones y confrontaciones”.

M como Milan: “¿Un adjetivo para mi equipo? Entusiasmante. Me entusiasmo a diario, es un grupo que le gusta el fútbol que hacen, la idea que proponemos, esto es lo más importante. A nivel directivo, desde la primera reunión con Massara, Maldini y Boban hubo enseguida una gran sintonía. Ahora estoy perfectamente y comparto el camino que ha emprendido el club”.

La V de verde, de los jóvenes: “Club y ojeadores estuvieron realmente bien encontrando jugadores con un gran potencial. Tonali ha crecido muchísimo, sigue creciendo y para el Milan será un importante jugador durante años”. Pero luego aparece por sorpresa en la televisión Ibrahimovic: “Míster, tengo una importante pregunta que hacerte, ¿me explicas como Ibra ha sido capaz de conseguir que seas alguien tan importante?”.

Un montón de risas, luego Pioli se pone serio: “Zlatan es una persona demasiado inteligente y simpática. ¿Sanremo? Está bien que piense en ser jugador porque tiene mucho que dar todavía. Es el mejor jugador que jamás he entrenado, ve el juego mucho más rápido que el resto, nunca falla su decisión. ¿Si puede hacer de entrenador? Creo que sí, quizás suavizando ciertos ángulos”.

Sale la D de Davide Astori: “Un señor capitán, una persona estupenda” y también la D de Daniel Maldini: “Lleva un duro apellido, pero tiene calidad y talento, nos dará satisfacciones”. Luego la segunda sorpresa. La charla se va rumbo al ciclismo, donde el técnico rossonero es un gran apasionado, donde desde el público se levanta Gianni Bugno: “Es mi ídolo. Fuiste un gran campeón, pudiste haber ganado más cosas”, le dice Stefano.

Pioli acaba contrato en 2022, pero no se deja llevar por la preocupación: “En el Milan estoy perfectamente, en mi mente no existe tal fin de contrato. En este club todos tenemos las mismas motivaciones y ambiciones, desde el club a los jugadores, estas cosas van más allá del contrato. Espero seguir siendo el entrenador cuando en Milán exista un nuevo estadio. En el Milan me siento como en casa, por tanto no hay problema en la renovación del contrato”.

Tampoco debería serlo para Elliott, que tiene una opción para alargarlo por otro año más y se considera la renovación una formalidad: “Pioli no se lamenta nunca y encuentra soluciones”, dijo el otro día el Presidente Scaroni. “¿La Champions? No está acabada, si bien nos falta al menos un punto ante el Atlético que hubiera sido realmente importante. Pero para poder pasar, hay que ganar al menos tres jornadas”.

Hay un paréntesis para los silbidos recibidos por Donnarumma en San Siro: “Lo que dijo Gigio es cierto, él lo dio todo por el Milan y para el Milan fue alguien muy importante. El fútbol está hecho de sentimientos, que pueden ser positivos o negativos. Cuando existe tanto amor puede existir malestar en presencia de una opción diferente”.

Cierre sobre la liga: “Empezamos bien, somos fuertes, pero será un torneo equilibrado. Queremos estar ahí de principio a fin”. “Míster consíguenos el scudetto”, le grita un hincha desde la platea. Pioli sonríe y piensa en la escalinata: su Milan y él quieren seguir subiéndola.

EL MILAN VE EL BUEN CRECIMIENTO DE ADLI

El Milan disfruta del crecimiento de muchos jóvenes presentes como Brahim, Leao, Tonali, Saelemaekers y Kalulu. Pero los directos y Pioli miran con gran interés el inicio de temporada de Yacine Adli (21), fichado a título definitivo en verano del Burdeos pero lo han dejado un año cedido en el mismo club francés.

En este inicio de la Ligue 1, Adli actúa sobre todo como mediapunta y ya ha regalado dos asistencias a sus compañeros. El Burdeos no ha empezado bien la temporada, pero Yacine está haciendo cosas buenas. El Milan mira con interés su crecimiento, con la esperanza que su camino de madurez prosiga sin problemas.

Se hablaba de su posible llegada en el mercado invernal en caso de adiós de Franck Kessié. Pero este escenario parece poco probable, porque el Burdeos no tiene intención de que se vaya seis meses antes, ya que decidieron rebajar su precio solo a cambio de que disputara la temporada completa. Por tanto, solo llegará a partir del 1 de julio de 2022 a Italia.