El Milan pierde y se queda último de grupo, saliendo de Champions esperando volver a partir del mes de septiembre. Porque los viejos amigos se frecuentan con regularidad. Nada de perderse. Esto es un adiós europeo sobre toda la línea porque el Diavolo acaba último, ni siquiera el premio de consolación de la Europa League.
Acaba 1-2 para los ingleses (Tomori, Salah y Origi) a pesar de la amplísima rotación de Klopp (salvo ataque), con el Milán que queda el amargo de muchísimas ausencias y de algunos arbitrajes que pudieron enderezar el grupo rossonero.
Tras perder también a Leao, Pioli colocó en su lugar a Krunic, con Brahim detrás de Ibra. Messias titular en Champions por la parte derecha. Klopp anunció en la vigilia una gran rotación “para evitar enfadar a los médicos” y en efecto cambió ocho de once.
Una potencia de fuego que dio miedo, pero no creó cráteres en la defensa milanista, al contrario. Los ingleses no se dañaron el alma, renunciando a la feroz presión vista en Anfield y darse por contento en esperar, el Milan, frente una actitud autoritaria pero a pesar de defender con orden, cometió el error de ser demasiado prudente.
La primera media hora el rival no creó concretos peligros para Maignan, limitándose a ganar el festival de córners (5-1) y de la posesión del balón (60-40 en la primera parte), pero los rossoneri consiguieron acercarse al área rival. Si bien los mejores balones fueron gestionados con excesiva lentitud.
Un par de duros errores de Kessié y Theo con el Liverpool descubierto, el concepto es simple: contra quien es más fuerte no puedes permitirte de malgastar lo bueno que te llega entre los pies. Pero Ibra estuvo fuera de juego durante todo el partido. El gol que ilusionó al Milán llegó un minuto antes de la media hora.
Tomori marca tras error de Minamino que expone Alisson a una mala figura. San Siro es un delirio, pero dura sólo siete minutos y también el Milán se hace daño él solo: Kessié se deja superar por Chamberlain, Maignan rechaza el remate donde llega Salah, totalmente libre de marca por Theo que se queda mirando.
En el segundo tiempo el Milán entra más convencido e intenta conducir el juego, correcta actitud y obligado pero que naufraga a los diez minutos. Es ahí cuando el Diavolo debe enfadar consigo mismo. Maignan despeja mal sobre la cabeza de Origi y los Reds hacen el segundo tanto.
Pioli intenta dar vigor con los cambios, dentro Bennacer, Saelemaekers y Florenzi, fuera Brahim, Kalulu y Tonali. Krunic concluye alto por poco, Messias no llega por poco a pase de Ibra, Kessié remata sobre Alisson de un metro. La Curva Sud aplaude a los jugadores: “Estamos siempre con vosotros”, donde los objetivos ambiciosos no faltan.