Hay un antes (la lesión de rodilla de Kjaer) y un después. Un problema que ha cambiado la estrategia rossonera en el mercado: primero querían pasar un enero de sustancial relax, con un grupo considerado ya bastante amplio y gran estructura para llegar al final de temporada sin necesidad de retoques.
Pero en el mercado de invierno es difícil hacer grandes fichajes, el Milan solo intenvendrá si se presenta una verdadera ocasión, pero mientras tanto, la directiva está ya trabajando. A pesar de no estar ya en Champions, hace falta un defensa.
Entre las características a valorar en un jugador que debe integrarse rápidamente y el conocimiento de la liga, capacidad de asimilar esquemas y el idioma en el menor tiempo posible. Encontrar un central confiable en Serie A es posible, pero la garantía de calidad tiene un precio que a mitad de temporada puede ascender.
Hay una solución: un central italiano, que conoce perfectamente el Milan a bajo coste. La solución es Mattia Caldara, que los rossoneri cedieron en verano al Venecia por una temporada, donde hace falta el vía libre de su club actual. El acuerdo podría llegar, con una indemnización monetaria o con la cesión de otro milanista.
Caldara volvería a Milanello, aunque el recuerdo de la carrera rossonera para nada es feliz: estuvo dos temporadas, la primera (2018/19) de manera completa, la segunda hasta enero. En 18 meses solo disputó dos partidos, una en fase de grupos de Europa League ante el Dudelange, la otra el partido de vuelta en la Copa de Italia ante el Lazio, pero nunca llegó a debutar en Serie A.
Su historia está comprometida por las lesiones: primero la rotura del tendón de Aquiles, luego el ligamento cruzado de la rodilla derecha. Y en medio, otros problemas menores. En año y medio en el Atalanta, llegó a Milanello para luego volver cedido hasta el pasado verano donde en parte se ha recuperado, en media temporada con el Venecia, donde ha reconquistado espacio y confianza.
De momento ha disputado 14 partidos, trece en liga donde doce de titular sin sustituciones, donde puso su firma en la victoria por 3-2 ante la Roma. Un rendimiento que premia los esfuerzos realizados para volver a sus 27 años, el jugador que impresionó en su debut con el Atalanta, entre 2016 y 2018: un central de 54 presencias en A y 10 goles.
Si sigue así, en verano tendrán un jugador totalmente recuperado. Reportarlo al Milan quiere decir sacarle del campo y minutos: Tomori-Romagnoli siguen siendo el dueto titular. Aunque los partidos que faltan para la segunda parte de la temporada sugieren algo de rotación en defensa: Caldara ya conoce a Pioli y su staff.
Otras pistas abiertas siguen siendo Milenkovic de la Fiorentina y Felipe Luiz de la Lazio: sus precios siguen siendo algo altos por el momento. Y luego las ya comentadas de gente joven como Benoit Badiashile (20) del Mónaco, donde en el mercado francés los ojeadores rossoneros siguen teniendo su punto de mira. O el joven Becir Omeragic del Zúrich.