Zlatan evita lo que parecía que iba a ser una derrota segura, pero un partido y prestación para olvidar para el Milan: en el segundo tiempo la reacción fue confusa y tardía, muchos errores técnicos y pocos suficientes para los chicos de Pioli, que seguramente se equivocó al poner el once inicial.
PRIMERA PARTE
El primer tiempo del Milan es largamente deficitario. En el plano del ritmo, sobre todo: se habló mucho del partido ante el Liverpool, pero también delante del Udinese les faltó intensidad, las dotes que en Serie A precisamente les distinguieron.
El cansancio de Champions se deja notar, tanto es así que Kessié y Tonali se quedan como suplentes. Pero Bakayoko-Bennacer, que ya fueron insuficientes ante el Sassuolo, enseguida quedan destruidos en Friuli. No es casualidad que el gol del Udinese nazca de un fallo de ambos: el argelino hace un mal pase, el francés es anticipado y Arslan deja a Beto solo delante de Maignan, que para primero el rechace le favorece al rival: 1-0.
La desventaja hace que este Milan tenga mayores dificultades si cabe. Ibra está nervioso y separado de los compañeros de ataque, Theo sube menos que de costumbre y Saelemaekers parece apagado tras tantos kilómetros en esta primera parte de la temporada.
También el talento de Brahim no aparece, al menos hasta poco antes del intervalo, en la única buena combinación con Ibra, que remata fuera de la red. Mucho mejor el otro 10, el ex-Deulofeu, con muchas ganas y suele meter en grandes dificultades a Florenzi y a toda la defensa milanista.
SEGUNDA PARTE
Pioli tiene bastante: el segundo tiempo empieza con Messias, Kessié y Tonali por Krunic, Bennacer y Bakayoko. Y por poco Ibra no empata enseguida, con un giro en el área que se marcha alto. Con el nuevo rumbo se ve un Diavolo claramente mejor y las ocasiones empiezan a llegar.
Messias incide enseguida, con Brahim sucede un balón perfecto para la parte izquierda pero… no gira. Ibra lo intenta de nuevo de cabeza, rozando el palo. El Udinese repliega pero no defiende, contragolpea cuando puede, también con la frescura de Success que entra en la última parte del partido.
La jugada del partido le sucede a Beto, con el enésimo regate prepotente de primer orden: la mira del brasileño en el 82′ es erróneo y se marcha fuera, rozando el palo izquierdo de la portería de Maignan. Cuando todo parece ir peor para los rossoneri, llega el gol de Ibra.
Balón al medio, el enésimo Perez y Nuytinck combinan y Zlatan está despierto y encuentra el balón antes que todos. Es el 1-1 con el que se cierra el partido, no antes de una mini pelea que le cuesta la expulsión a Success. Pero Pioli tendrá muchas cosas sobre las que reflexionar, tras un partido tan sufrido.
Se aleja el peligro para el Milan, donde Messias jugó con una camiseta “equivocada, ya que tenía una e de más en su nombre. Noche torcida también en este caso… pero los grandes equipos son tales porque consiguen enderezar cosas como esta.