El Milan necesita al mejor Brahim y Rebic

En el fondo, hay poco que inventar. Hay que conservar solo los buenos hábitos, porque Ante y Brahim ya lo hicieron y a lo grande. Aparecer de improviso, sobrepasar a quien está por delante de las jerarquías y realizar un final de temporada como sus goles (7 en las últimas 8 jornadas), su especialidad del dúo hace un año y podría serlo también en este 2022.

Si esto sucede, todos podrían ganar: el Milan, que subiría la clasificación de goles y puntos de scudetto, obviamente Rebic y Brahim, que se relanzarían cuando es hora de echar cuentas. Para el croata y el español, la temporada que se cierra dentro de un par de meses ha sido una auténtica montaña rusa. Premisas y caminos diferentes, pero sensaciones similares: ni Rebic ni Brahim consiguieron incidir como realmente querían.

Ante paga tantos achaques físicos, mientras que por su lado explotaba el fenómeno Leao. Y así el goleador del confinamiento (11 goles todos en 2020) enseguida se encontró sin hueco: apenas 6 presencias como titular en 19 partidos de esta liga. Sin continuidad, Rebic perdió el feeling con el gol: el tanto que salvó al Milan en Salerno es solo el segundo tanto de la Serie A, tras el de septiembre en el Stadium ante la Juve.

Rebic aprovechó su entrada desde el banquillo, es probable que la música se repita de nuevo: el titular sigue siendo Leao, Ante deberá estar listo en aprovechar sus oportunidades cuando Pioli lo llame a la causa. Hace dos años el Milan premió su rendimiento rescatándolo del Eintracht con un año de anticipación con respecto a los acuerdos.

Hoy Rebic tiene contrato hasta 2025, pero, ¿estamos seguros que los planes del club para él (y las ganas del Milan de Ante) seguirán siendo los mismos también en caso de un final sin grandes cambios? Diferente el asunto para Brahim, que hace un año se gano la confirmación tras ser protagonista en las últimas jornadas (el 0-3 a la Juve).

Su cesión del Real Madrid acaba el 30 de junio de 2023 y el español tiene todo el tiempo para demostrar que es un 10 a la altura del Milan, como del resto hizo en los primeros meses de este 2021/22. Desde septiembre (cuando marcaba e inventaba) a hoy, las perspectivas han cambiado: el jugador de 22 años de Málaga ha pasado de rescate asegurado (a un precio de 22 millones) a toda una incógnita del 4-2-3-1 rossonero.

Para Pioli ahora, Brahim no es el único 10 posible: en las noches de gala el técnico ha preferido poner a Kessié cambiando de dibujo táctico (4-1-4-1). Estos días de trabajo en Milanello, mientras que los titulares consuman energías alrededor del mundo con sus selecciones, les puede servir a Brahim y Rebic para alcanzar finalmente esa brillante condición que hasta hoy han mostrado solo en parte, reservando lo mejor para el gran final. Servirían como comodines para el scudetto, Pioli sabrá donde encontrarlos.

ROMAGNOLI NO RENUEVA: SE IRÁ AL LAZIO

Tras Gigio Donnarumma, Hakan Calhanoglu y Franck Kessié que se han ido o se irán a coste cero, hay otro más que se unirá a esa lista: el capitán Alessio Romagnoli. La directiva rossonera le propuso renovar por una cifra muy por debajo de lo que percibe actualmente (menos de la mitad, de 6 millones a menos de 3), considerando sus prestaciones y una jerarquía perdida, donde incluso ahora está por detrás de Pierre Kalulu.

Su nuevo equipo a partir del 1 de julio será el Lazio (hincha desde niño), donde firmará por cinco temporadas a 3,5 millones de euros. El Milan ocupará su plaza con la recuperación de Simon Kjaer y el probable fichaje de Sven Botman, con los más que confirmados Kalulu y Tomori.