Mike Maignan habla para GDS

Se ha revelado como uno de los líderes del Milan Campeón de Italia, tras ganar el título con el Lille en la Ligue 1, negado al PSG. Mike Maignan cuenta su año como protagonista rossonero desde la concentración con Francia.

“Ambos clubes no ganaban desde hacía tiempo, pero lo hicieron con un grupo de jugadores jóvenes, junto a jugadores con experiencia. Antes de llegar a Milán hablé mucho tiempo con Maldini, Massara, Pioli, Dida y hasta con Leao, por tanto sabía que había grandes ambiciones”.

¿Fue más emocionante el scudetto con el Milan o con el Lille?

“En el momento, en Reggio Emilia, fue más intenso que en Lille. Luego cuando vi lo que sucedió en la plaza en Milán, sentí que era algo increíble, de locos”.

La temporada fue una especie de largo derby con el Inter, ¿cuando supiste que el scudetto era realmente vuestro?

“Ya al inicio hubo la voluntad de intentarlo. Luego tuvimos un periodo menos positivo, donde estuvimos cerca del pánico. Pero hablamos y nos pusimos a trabajar, diciéndonos que la cosa no había terminado, que quedaban muchos partidos”.

“Y cuando el Inter resbaló en Bolonia, supimos que para ellos estaba acabado, porque era cosa nuestra. Y gracias también al Inter: tras el 3-0 en Copa de Italia teníamos el cuchillo entre los dientes. Esa derrota nos motivó”.

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“Quizás tenga razón: no tenemos grandes nombres, pero somos un equipo lleno de ganas de vencer y con mucho talento: los ingredientes adecuados para construir un fuerte colectivo”.

Durante los partidos hablas mucho con Pioli

“Al inicio lo hacía por necesidad, porque lo que me pedía Galtier en el Lille era diferente. Tácticamente en Francia se razona más en zona. En Italia en cambio es más juego al hombre. Con el míster hablo para intentar gestionar mejor ciertas situaciones”.

“Me da muchos consejos desde el punto de vista táctico, a veces le propongo despuntes y alternativas. Lo mejor de todo es que con Pioli se puede dialogar”.

¿Con Dida hubo enseguida feeling?

“El hecho que fuera el entrenador de los porteros fue un estímulo más, porque sabía que me permitía mejorar, viendo que fue uno de los mejores del mundo. Aparte que desde un punto de vista técnico y de dimensiones físicas somos parecidos, esto ayuda”.

“Cuando le encontré entendí que es también una persona humilde, que ama su trabajo y vive del fútbol. Justo como yo. Como con Pioli, hablo mucho también con Dida: analizamos todas las acciones, esos detalles técnicos que pueden marcar diferencias. Es un total punto de referencia para mí”.

¿Cuales son las principales diferencias entre las escuelas de porteros francesas e italianas?

“En Francia se trabaja mucho sobre la técnica de juego de manos, en Italia se cultiva mucho también el juego con los pies. Luego hay diferencias, por ejemplo la posición del cuerpo, las piernas, las salidas, que son más agresivas sobre los pies de los rivales en Italia que en Francia”.

¿En qué crees que has mejorado estando en el Milan?

“En el Lille se me pedía hacer un juego más directo, optando por el balón en largo tanto en rechaces como desde la portería para evitar la presión rival. En el Milan en cambio he podido sacar mejor mis dotes de juego corto, para empezar desde mucho más abajo. Pioli me ve casi como un líbero y eso me gusta”.

¿Tu mejor cualidad?

“Técnica y táctica se trabajan a diario, por tanto diría mi fuerza mental”.

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“Nunca he sentido algún tipo de estrés por esto, porque nunca fue mi objetivo tomar el puesto de Gigio o que se le olvidara. Vine al Milan por decisión profesional, para trabajar y jugar mi fútbol. Luego, cuando trabajas bien, recoges los frutos. Claro, sabía que quizás no me silbarían, pero en el Milan enseguida me sentí en casa, el afecto de los hinchas es extraordinario”.

¿La lesión al inicio de temporada te desestabilizó?

“Estaba sobre todo frustrado. Fue difícil de aceptar. Jugué siete partidos con la mano lesionada y no quería pararme ni dejar a mis compañeros. Preferí inyecciones y cremas, me entrenaba solo en la vigilia del partido”.

“Luego cuando en la Selección me paré cuatro días y el dolor no pasaba, supe que tenía que curarme. El especialista que me siguió al Milan me explicó que arriesgaba con estar un año fuera. Por tanto me operé, hice todo lo posible para volver lo antes posible”.

“Estar en casa sin hacer nada no va conmigo, tenía demasiados objetivos. Así volví tras seis semanas en cambio de diez”.

Entre todas tus paradas, ¿cual prefieres?

“Diría que ante Luperto ante el Empoli en San Siro. Durante semanas con Dida discutimos sobre ese tipo de paradas, no pensábamos de la misma forma. Pero luego apliqué exactamente lo que me pedía y conseguí desviarlo a córner. Es una síntesis de nuestro trabajo”.

No encajaste goles en 17 partidos, 38 en dos temporadas. Números de premio Yashin, el Balón de Oro de los porteros de France Football: ¿estás ya en el top 5?

“Solo trabajo para ser el mejor, no me corresponde decir si estoy en el top 5. No pienso en el premio Yashin. Es algo relativo. Pero si lo ganase, sería un placer”.

¿Ídolos de niño?

“No tuve muchos. Pero siempre estudio a los grandes porteros. Aprecio a Neuer, pero en mi habitación tenía pósters de Zidane, Ronaldinho, Gerrard, Eto’o y hasta de Ibrahimovic”.

¿Cómo te recibió Ibra, que ya conocías de su época en el PSG?

“Me felicitó por el título con el Lille, me explicó que en Italia todo era diferente y que en el Milan tenía mayor presión. Ibra es un ejemplo para todos. Al igual que yo, apretó los dientes para conseguir el objetivo como prometió. Espero que vuelva pronto con nosotros”.

Con Giroud, Theo y Kalulu, no has echado de menos tu país

“Kalulu es realmente fuerte, también mentalmente, supo aprovechar bien su ocasión y espero que siga así. Con Theo estamos muy unidos en la Selección. Olivier no es una sorpresa para nadie, ha demolido como prometió la maldición del 9”.

¿Qué diferencias hay entre Ligue 1 y Serie A?

“En Italia todos los equipos se la juegan y te agreden, hay mayor intensidad. En Ligue 1 los pequeños se suelen encerrar mucho más”.

Algo negativo fueron los insultos racistas: ¿qué se hace?

“Algo duro desde hace años y no será el último. Tras Cagliari me convocaron para dar mi versión, pero no pasó nada. Tuve la suerte de estar apoyado por el Milan, pero en las instituciones italianas y europeas hay quien no se quiere preocupar de castigar a los culpables. Lamentarse ya no sirve. Entonces nos tocará a nosotros los jugadores el hacer algo”.

¿Ambiciones para la Champions?

“Hacerlo siempre mejor, aprendiendo de lo vivido este año. No la ganamos desde hace demasiados años. Es mi objetivo llevar al Milan a lo más alto en Europa, que es donde le pertenece”.

Su Francia es favorita para el Mundial, donde no estará Italia

“Es una lástima para los italianos. No creo quien hable de favoritos, pero lo daremos siempre todo para obtener el máximo”.