Renovación Leao: 65 millones de euros

Rafael Leao se está convirtiendo poco a poco en un caso de libro de texto, bueno para las discusiones entre directores deportivos, asesores fiscales y fiscales. Título: la renovación más compleja del año. El mundo sabe desde hace meses que el contrato del Milan con Rafa expira en 2024, que el Chelsea está (más que) interesado, que hay compensación para el Sporting a considerar. Lo que generalmente no se considera es la cantidad involucrada. Intentemos calcularlo, con las aproximaciones necesarias del caso.

Rafa pide al Milan cinco años por valor de 7 millones por temporada. ¿Es posible ponerse de acuerdo por algo menos? Sí, un cierre de 6 millones no es imposible pero el gran tema es otro. Leao pide al Milan que acabe con el gran lío verdiblanco: que pague la indemnización de 19 millones, intereses incluidos, que le debe el jugador (y el Lille) al Sporting de Lisboa por la rescisión unilateral del contrato en 2018.

El Milan, gracias al decreto de crecimiento, en definitiva, deberá pagar (impuestos incluidos) una suma cercana a los 45-50 millones por el contrato y unos 15 millones por la indemnización al Sporting, teniendo en cuenta que el Lille y también el jugador tendría que pagar parte de ello.

Total: unos 65 millones, no precisamente unos pocos. Para entender: la inversión de verano para De Ketelaere, entre precio de etiqueta y salario, no pasó de los 50 millones. Este, en esencia, es el partido del Milán: decidir si vuelve a comprar a Rafael Leao.

El partido está muy abierto y en el maratón con el Sporting de Lisboa los rumores surgen continuamente. La prensa portuguesa, por ejemplo, informó de un encuentro que habría tenido lugar en los últimos meses entre Paolo Maldini y el Sporting. Reunión en la que supuestamente el club lisboeta reclamaba el pago de los intereses de la indemnización de 16,5 millones fijada por los tribunales.

Los contactos entre interesados ​​se prolongan desde hace meses, tanto que en abril se llegó a un acuerdo por 14 millones, para una operación con pago inmediato. El Lille habría pagado la mitad de esa suma. Sin embargo, a Leao no le gustó la solución, quien obviamente habría tenido que pagar parte del monto, y su “no” arruinó las aguas.

Desde entonces, el club lisboeta ha conseguido la ejecución del salario del atacante, que hasta el momento ha permitido recuperar cerca de medio millón. Y la temperatura, gracias a otro intento fallido de transacción, va subiendo poco a poco.

Es comprensible que Paolo Maldini y Ricky Massara estén pasando por días difíciles. Maldini, el domingo en la Fiesta del Deporte, aclaró el contexto: “Leao tiene una situación difícil que deriva de la marcha al Lille. Pero me interesa lo que nos diga. Rafa entiende que el camino en los próximos años debe ser en el Milán y ahí lo dice. Luego habrá una negociación pero sabemos que a los jugadores fuertes hay que pagarles por su valor. Si el equipo crece más, Leao tendrá todo para competir al máximo. Aparte, no hay nadie intransferible en un equipo ¿Si creo que tengo muchas posibilidades de llegar a un acuerdo con él y el Sporting? Sí, sí con él. No tenemos nada que ver con el Sporting”.

Maldini también habló de “interlocutores que cambian” y la referencia es a las fatigosas relaciones con los representantes de Rafa. El abogado francés con el que el atacante firmó un poder hace seis meses se pelea con el histórico representante Jorge Mendes.

Incluso hay una advertencia para tratar con el agente CR7. Maldini sabe que ese contrato que vence en apenas 19 meses puede convertirse rápidamente en un problema, sobre todo si el trámite de renovación no se resuelve en enero.

La carrera contra el tiempo es un hecho. En los últimos meses, el Milan ha realizado varias propuestas, que nunca se han convertido en un apretón de manos, y recientemente parecía inminente una cita con el abogado francés, para poner todas las cartas sobre la mesa e intentar darle el hombro esperado. De hecho, nada, el punto de inflexión no se vislumbra hoy, incluso si el Milan pretende dar certezas a Rafael, contando con su buena voluntad.

No obstante, hay que tener en cuenta el efecto mundialista, previsto entre noviembre y diciembre, antes del mercado de fichajes de enero. El Mundial corre el riesgo de alargar los tiempos de las obras y cambiar las cartas sobre la mesa. La vitrina de Qatar puede elevar el valor de Leao o sumar dudas sobre su desempeño de alto nivel.

Sin olvidar que la cláusula de 150 millones de euros volverá a ser válida en verano. En esta ecuación hipercompleja, por tanto, queda por considerar una variable fundamental: el interés de los clubes extranjeros.

El Chelsea hizo un intento en verano y los recientes rumores sobre la entrada en escena del Manchester City completan el panorama. La sensación es que al Milán solo se le puede convencer con una oferta de unos 120 millones, a formalizar con mucha antelación.

Se hablará mucho de ello entre enero y verano, eso seguro. A menos que, como esperan los hinchas del Milan, se encuentre la manera de desatar el nudo antes de que se enrede demasiado.