Nivel 1 del videojuego: Gana sin Zlatan Ibrahimovic. Anticuado (con algo de fluidez, también). Nivel 2 del videojuego: quedarse en zona Champions sin Origi, Rebic y ningún bípedo diseñado para jugar de delantero centro, incluido Lazetic. Pasó.
El problema es que el guionista del videojuego se le fue de las manos con el nivel 3. Stefano Pioli, el sábado por la noche, ganó en Empoli sin Theo Hernández y Maignan, con Saelemaekers, Calabria y Kjaer perdidos antes del final del partido.
Cómo Pioli siempre logra salir de la trampa es un sutil misterio. Seguramente tiene que ver con la gestión del grupo y la creación de una identidad en el campo, con unos principios de vida y de juego en los que el equipo se reconoce. Así, reemplazar un propietario por una reserva -políticamente correcto, una alternativa- es más sencillo.
Pioli ha acostumbrado a la afición a las improvisaciones sobre el tema, a partir de las pruebas de Milanello y de la elaboración de un plan B. El Milan estudia cómo atacar a un equipo que juega con dos centrocampistas y cómo presionar a los que utilizan una jugada, cómo Regatear con tres o cuatro defensas, como los atacantes que llevan a Tonali, Theo Hernández u otros titulares entre líneas.
El Scudetto también nació de esta manera. Pioli lo ganó usando mediocampistas ofensivos típicos y atípicos: Brahim Díaz comenzó, Kessie continuó, Krunic cerró. Y a Tonali, más que esta temporada, le pedían el paso por el área.
Kessie, en particular, desde el 10 le ha dado al Milán una dimensión diferente, con su combinación de físico e inteligencia. En defensa, con la alerta roja entre los centrales, Pioli, Maldini y Massara confiaron en Pierre Kalulu, que en seis meses pasó de una alternativa semidesconocida, quizás como lateral, a un central de alto nivel.
En el extranjero, Theo fue utilizado como extremo puro, obviamente como lateral, luego casi como mediocampista adicional, con los movimientos de ajuste que hicieron estallar muchos sistemas defensivos.
Pioli también dijo: “Prefiero que mis laterales jueguen en el campo”. La inversión de las perspectivas. A lo largo de los años, se ha visto cierta reversión en el sistema de juego. Pioli se centró en el 4-2-3-1 a principios de 2020 y utilizó variantes más o menos visibles. ¿El principal? Quizás el 4-1-4-1 con el que ganó en Nápoles.
Sin embargo, Empoli-Milan y la temporada 2022-23 sugieren considerar a los hombres, no solo a las tácticas. Pioli depende mucho de la plantilla y dedica mucho tiempo a motivar al equipo, a gestionar los jefes.
La afición del Milan conoce las consignas escritas en el túnel de San Siro, las estadísticas y las declaraciones que cuelgan de Milanello. Pocas personas saben que Pioli ve muchas series de televisión, especialmente de temática deportiva, y se inspira en ellas.
Muy pocos saben que entre las últimas novedades está el partido al día siguiente de los partidos oficiales. Mientras los propietarios descansan en el clásico entrenamiento de descarga, salen al césped los que menos han jugado. Así que Pioli -también sucedió ayer- se dedica a la segunda mitad de su plantilla.
Los resultados son visibles. Ante Rebic en Empoli se unió después de un mes y, salvo una hernia de disco, desbloqueó el juego. Rade Krunic, una navaja bosnia, jugó en la enésima posición -extremo derecho- confirmando que no presentaba síntomas de laberintitis.
Donde lo pones, está (y no hace que Saelemaekers se arrepienta). Kalulu se ha expandido por la derecha con aires de quien, al fin y al cabo, también podría hacerlo por la izquierda. Y Fodé Ballo-Touré ha cerrado el círculo, actualizando una galería de héroes inesperados que incluye a Tatarusanu en el derbi de ida de 2021, Daniel Maldini en La Spezia, Bennacer en Cagliari, Tonali con Verona y Lazio, Kalulu en Génova 2020. Para el próximo nombre, se aceptan solicitudes (y Sergiño Dest, tímidamente, ya levanta la mano).
IBRAHIMOVIC CUMPLE 41 AÑOS
Hoy Zlatan Ibrahimovic cumple 41 años, seguramente en uno de los cumpleaños más atípicos de la historia, donde sigue recuperándose de su grave lesión (no volverá hasta 2023), pero de una forma u otra, Zlatan Ibrahimovic siempre consigue ser noticia.
Mientras no puede saltar a los terrenos de juego, el sueco hace su debut como actor en la nueva película de Astérix y Obélix, que se estrena el año que viene. Mientras el delantero se recupera de su grave lesión, ha aprovechado para probar esta aventura como actor.
El del Milan interpretará al personaje de Caius Antivirus, un centurión romano. Ibrahimovic cuenta con características muy similares a las de este personaje, dada su alta estatura (1,95 metros) y su imponente físico.
En el tráiler se le puede ver en dos escenas distintas: en la primera, hace una filigrana con los pies para coger un casco con las manos y golpear con él a un enemigo. En la segunda, aparece frente a un montón de romanos con los brazos hacia arriba, como si de un Dios se tratase.
Desde que volvió al Milan el 27 de diciembre de 2019, ha disputado 60 partidos, marcado 33 goles y dada 10 asistencias, donde renovó su contrato hasta el 30 de junio de 2023, en espera de volver a estar a disposición de Stefano Pioli.