El martes, como en un partido de copa entre semana, el Milan jugará un partido internacional. No es la Champions, el reto es encontrar el equilibrio adecuado en la renovación de contrato de Rafa Leao. Y no habrá ganadores ni perdedores: el encuentro de hoy entre las partes no es un partido seco, sino que cuenta como una ronda del grupo, viene después de otros encuentros y seguirán otros. Seguro que será importante orientar el final de la historia.
El protagonista es Rafa y el rasgo de la descripción que más interesa a la afición del Milan es su corazón rossoneri. Si fuera por él y el Milan, la historia se cerraría en unos pocos capítulos: los necesarios para contar la negociación por el monto del compromiso y la duración del acuerdo.
Leao está bien donde está, con mucho gusto continuaría su aventura con el Milan y el Milan obviamente estaría feliz de acompañarlo. Pero como en toda novela que se precie, hay tramas complejas y protagonistas que aspiran a un papel protagonista.
Con los representantes de Leao entran en escena los primeros personajes: el padre de Rafa, el abogado francés que interviene en el caso, los antiguos directivos liderados por Mendes. Cada uno con sus propios reclamos. Luego están el Sporting de Lisboa y el Lille, el club en el que creció Leao y el que le convenció para marcharse a Francia: la rescisión unilateral del contrato de Rafa tras una ultraemboscada en Lisboa es objeto de una compleja disputa legal.
Algo que hace que el escenario sea único en su género. Lo cierto es que el Sporting exige (y los tribunales lo avalan) el pago de una multa de 16 millones, que con intereses y sanción asciende a 19,5 millones. Y si alguna vez estuvo dispuesto a mediar, ahora no lo está. Por otro lado, hay muchas menos certezas sobre quién debería proceder realmente con el balance.
¿Todo Rafa? ¿Contribuirá el Lille y en qué porcentaje? Preguntas que aún no han sido respondidas. Tas en dos pronunciamientos anteriores ha llamado al Lille a compartir el gasto, pero el club francés no se rinde y está a la espera de una nueva sentencia al respecto. Y este impasse hasta ahora también ha aconsejado a Leao tomarse un tiempo. ¿Pero hasta cuando? Mientras, el Sporting retiene una quinta parte de su salario, demostrando la determinación del club lisboeta.
El Milan estará cerca de Rafa soñando con un final feliz: es realmente posible y el club sigue tranquilo. El d.s. Massara confirma: “Tenemos confianza, estamos buscando una solución para seguir durante mucho tiempo y consolidar nuestro crecimiento. Ya lo hablaremos con papá en la cena (ayer en la gala del fútbol)”.
El club apoyará a Leao moralmente (es importante que el jugador se deshaga de ese lastre, y que corra aún más ligero sobre el césped) y sobre todo económicamente. El club está dispuesto a hacer una apuesta fuerte: sin volverse loco porque no está en la lógica empresarial, pero con una propuesta excepcional, nunca antes hecha. Ni siquiera para Ibra, con sus 7 millones al año la temporada pasada.
Tanto más si las partes deciden seguir una vía alternativa: proceder a la renovación del contrato, desvinculando el asunto del pleito pendiente. El nudo del Sporting no se resolvería, pero Rafa recibiría un sueldo aún más rico: para los agentes debería ser muy rico, casi una “recompensa” por el caso judicial que quedaría sin resolver.
Otra hipótesis: el club ayuda a Rafa en la liquidación de la deuda aún sin entrar en la disputa legal, el Milan no tendría el título. Pero puede tratar directamente con el jugador: el Decreto de Crecimiento responde a las necesidades de los Rossoneri, dado que la alta dirección debe prever un gasto bruto porque obviamente se deben pagar impuestos sobre cualquier ayuda.
Pongamos, por ejemplo, que el Milán aporta 10 millones (la mitad del dinero que pide el Sporting): en este caso el coste sería de 13 millones gracias a la reducción del IRPF. La tarifa de compromiso en este caso sería inevitablemente más baja. De todo esto se hablará en la cita de hoy.
Chelsea, Psg, Real, City, United, Liverpool: renovación o no, en verano se concibe la bronca de la gran competición europea fuera de Casa Milán. Pero será otro juego.