Bennacer renovará hasta 2027

Funciona de la misma manera, dentro y fuera del campo. En el terreno de juego, Bennacer cose el juego, dicta los tiempos, recupera y relanza, y luego es Leao quien, con un regate, aparece en las portadas. Por fuera, poco cambia: Bennacer y Rafa tienen contratos que expiran en el verano de 2024, ambos se discuten desde hace semanas, pero es la renovación del portugués la que acapara la atención.

Un error, porque por una vez Leao se arriesga a quedarse atrás, quemado a tiempo. La pausa servirá para definir los últimos detalles del acuerdo con Ismael, que renovará sus promesas con el Milan y percibirá un sueldo prácticamente triplicado: del actual millón y medio, que establece el contrato firmado en el verano de 2019, a los cuatro millones más primas que le garantizará el nuevo acuerdo.

Firma hasta 2027: Bennacer como Tomori, Tonali y Kalulu. Más Theo Hernández y Maignan (que expira en junio de 2026): la mitad de los campeones italianos tienen un largo horizonte rossonero. Aquí el fichaje está aún por resolver los últimos detalles, sobre primas y salario base, pero el acuerdo de principio está ahí: el club confía en proceder a las publicaciones ya a finales de año.

Un mes y medio y el contrato de Bennacer también estará sellado. En el actual hay un anexo con el valor de la cláusula rescisoria escrito, 50 millones, ejercitable sólo en verano y exclusivamente en la primera parte del mercado: una cláusula que puede aumentar su valor o ser eliminada por completo.

No es un argumento que dirija la conversación, las partes están hablando principalmente de la magnitud del salario: el Decreto Crescita, ya que ha sido un profesional en Italia desde 2017, dos años antes de la introducción del beneficio fiscal, no entra en acción. El salario de un año le costará al Milan, en bruto, casi ocho millones.

Menos llamativo que Leao, Bennacer es uno de los hombres clave del equipo: la otra mitad del centro del campo, compartida con Tonali, aún más decisivo a la hora de intervenir sobre los rivales, aún más imaginativo a la hora de intentar crear peligro.

Por detrás del Walace del Udinese, un jugador de gran físico, está Ismael en la clasificación de los centrocampistas que más balones recuperan: 133 para el bianconero, 116 para el argelino del Milan. Bennacer es también el segundo jugador del equipo por número de pases (714 él, 810 Tomori), y el primero en la general de los rossoneri por ocasiones creadas, treinta.

Quince de quince participaciones en este campeonato: nunca ha fallado. También hay 186 verticalizaciones, una media de 12,40 por partido: sus compañeros de función se detienen en 8,16. Las mismas proporciones en otras categorías: en lanzamientos Bennacer está en 81, 5,4 por partido.

Los demás centrocampistas lanzan con una media de 2,41. Ismael coge el balón, se gira y descarta al rival: 25 regates acertados en esta primera parte de la temporada, 1,67 por partido. Sus colegas de la Serie A no llegan a 0,5.

Un punto de referencia para el equipo que el club quiere recompensar con un contrato más largo y rico: Bennacer corresponde al afecto y él también pretende reforzar el vínculo con el club que desde el descenso a la Serie B con el Empoli le hizo campeón.

Bennacer es otra pieza de ese equipo que vuelve a estar en la cima de la Serie A y sobre el que el Milan también pretende construir su ascenso a las alturas europeas. De los tres contratos que expiran en año y medio, Theo, Leao y precisamente Bennacer, se han firmado casi dos de tres.

El club se anticipará a la Nochevieja con una explosión, y dará un regalo festivo a Stefano Pioli, que había elegido a Bennacer como próximo jugador revelación. La apuesta al inicio de la temporada: ‘¿Por quién apuesto año? Bennacer, porque sé que puede dar mucho. Es fuerte y continuo”. Y el Milan se aferra a él.