Es un Milán con falta de aliento, el que llega al descanso del Mundial. Pero también es un A.C. Milan capaz de alcanzar el doble objetivo que Stefano Pioli y la directiva se habían marcado: presentarse a mediados de noviembre todavía en la carrera por el Scudetto y con la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones en el bolsillo.
Giroud ha sido la fuerza motriz hasta ahora, junto con dos parejas probadas: Tonali-Bennacer y Hernández-Leao. Las notas discordantes provienen principalmente de algunos fichajes del mercado de verano: De Ketelaere, Origi y Adli en particular.
Pero es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas, sólo son calificaciones y juicios (casi) a mitad de camino. Sin calificar Mirante, Florenzi, Bakayoko, Ibrahimovic y Lazetic.
Mike Maignan 6,5
Qué golpe para Magic Mike, la exclusión del Mundial. Sus problemas se derivan de una mala lesión en el gemelo en la selección nacional, y otra distensión muscular en la misma pierna le dejó fuera de combate. Cuando estuvo disponible, el Milan disfrutó de su rendimiento habitual, aunque sin los picos estelares de la temporada pasada. En la Liga de Campeones tuvo que abandonar el barco muy pronto.
Ciprian Tatarusanu 6
Añadido apresuradamente a la lista de Campeones en lugar de Maignan, aportó su granito de arena, como siempre. Nunca dará la misma impresión de seguridad que alguien como Mike puede garantizar a los defensores, al entrenador y a los aficionados, pero es poco probable que el rendimiento de “Tata” deje que desear hasta el punto de traicionar las expectativas. Un “segundo” de experiencia que siempre viene bien.
Fikayo Tomori 6
Uno de los votos menos fáciles de dar, el de ‘Fik’. Otra gran decepción de la convocatoria para Qatar, además. En esta primera parte de la temporada ha sido inconstante, un adjetivo desconocido para él durante su experiencia rossonera: picos muy altos, paradas prodigiosas (véase la Fiorentina) pero también malas tardes (Chelsea, además de la poco generosa expulsión en el Meazza). Es fácil pensar que en enero volverá a ser una certeza para Pioli, como siempre lo ha sido.
Pierre Kalulu 6
Véase Tomori: recuperaciones dignas de aplauso, pero también algunos errores inusuales. La impresión es que la necesidad de desdoblarse entre las funciones de lateral y central le ha robado algunas referencias bien ganadas. En la derecha, parecía un poco oxidado.
Matteo Gabbia 6,5
Otro que siempre está dispuesto, después de un verano en el que ha hecho la maleta, a buscar minutos en otra parte. Un par de partidos complicados -el de San Siro con los azules, por ejemplo-, pero una actuación “milanista” en general. Con la perla del gol en Maksimir, muy pesado, que eleva el boletín de notas de 6 a 6,5: ese cabezazo cambió la inercia del camino de los rossoneri en la Champions.
Sergiño Dest 5,5
Catapultado a la lucha tal vez demasiado pronto, debido a la ruptura de la cadena de la derecha (Calabria y Florenzi en particular). Al llegar al borde, tuvo poco tiempo para familiarizarse con la Serie A y el fútbol de Pioli. Horrible debut contra el Nápoles, tartamudo también en otras ocasiones, pero con un final esperanzador: da la sensación de que puede aportar a la causa, en 2023. Y para jugar una oportunidad de redención del Barça.
Davide Calabria 6
Davide paró en el Empoli: un fuerte golpe muscular que acabó con sus 2022 antes de tiempo. El brazalete de capitán, por tanto, acabó en otros brazos. Hasta ese momento, el lateral derecho titular había ofrecido un rendimiento normal, siempre con un poco de amargura en la boca por su exclusión de las convocatorias de la Azzurra.
Malick Thiaw 6,5
En el congelador durante mucho tiempo, luego un debut con bombo y platillo en la final del dolorosísimo partido ganado en el Bentegodi: dos intervenciones salvadoras de goles durante el asalto del Gialloblù y la confianza en él fue creciendo poco a poco. Será titular contra el Cremonese y la Fiorentina, los dos últimos partidos antes del parón.
Theo Hernandez 7
El largo capitán, debido a la lesión de Calabria, no siempre mantuvo el temple. Este es el aspecto en el que más tendrá que trabajar, porque las otras facetas de su juego siguen mejorando, incluida la defensiva.
Físicamente aguanta contra todos, también está explorando nuevas posiciones en el campo (lateral exterior, mediocentro interior añadido en algunas situaciones). El jugador principal ya ha terminado y las amnesias y los desmayos están disminuyendo claramente.
Simon Kjaer 6,5
La larga barba y la baja moral durante la rehabilitación de su rodilla operada son ya un recuerdo: el danés ha retomado su puesto en el centro de la defensa rossonera, con su habitual autoridad. Pioli gestiona bien sus minutos, pero cuando el balón está muy caliente Simón siempre está ahí. Sólido.
Ballo-Touré 6,5
Siempre parece destinado a irse, ‘Ballo’. Receptor indirecto de las dudas y perplejidades de muchos aficionados rossoneri (“no tenemos un verdadero vice-Theo”). En cambio, sigue ahí, deseoso de hacerse un hueco en un gran club y, al mismo tiempo, proyectado hacia el Mundial con Senegal.
La buena nota en el boletín de notas se debe principalmente al importantísimo gol en Empoli, en plena remontada, que de hecho aportó al Milan dos puntos más en la clasificación.
Junior Messias 6,5
Sampdoria, Torino y Salzburgo: estos son los equipos contra los que marcó el brasileño. Podrían haber sido más, pero una lesión mantuvo a Messias fuera de combate durante unas semanas. La persistente indisponibilidad de Saelemaekers hace que Junior sea titular en la derecha, pero Pioli ha preferido a veces desviar a Rebic a ese lado, contando con la mayor experiencia internacional del croata.
Alexis Saelemaekers 6
Más accidentado e impreciso que en el pasado, pero también valioso en los dos goles de la Liga de Campeones contra el Salzburgo y el Dinamo de Zagreb. El de Austria, sobre todo, fue importante en términos de calificación. Un esguince de rodilla izquierda sufrido en Empoli le costó el Mundial, así como el adiós a 2023 en cuanto a su compromiso con el Milan.
Rade Krunic 6,5
El bosnio también marcó en el partido clave contra el Salzburgo, que selló la clasificación del Milan para los octavos de final de la Liga de Campeones. Pioli lo utiliza casi indistintamente como centrocampista y como trequartista, extendiéndolo también por la banda cuando es necesario. Sr. utilitario, no de hoy.
Yacine Adli 5
Hasta ahora, un fracaso tan rotundo como inesperado. Dado que Yacine llegó de la Ligue 1 con muchas expectativas y un buen currículum, se daban todos los requisitos para verle protagonizar en poco tiempo también en Italia. En cambio, Pioli no lo utilizó casi nunca, sólo lo probó como central trequartista (detrás de Díaz y De Ketelaere en las jerarquías) y lo cortó de la lista de la Champions.
Adli sólo tuvo una oportunidad, en Verona: una actuación agotada, se mostró bajo de ritmo y no muy “malo”. A partir de ahí, volvió a caer en el olvido. Soy un centrocampista atípico”, dijo el día de su presentación en Milanello. Pero tal vez sea atípico en un sentido que no le conviene al Milan de Pioli, que es intenso como pocos equipos. Se arriesga a cambiar de aires ya en enero.
Ismael Bennacer 7
Al principio de la temporada, Pioli había dicho que “esta es la temporada de Bennacer, el siguiente en subir de nivel será Isma”. Una vez más, el ojo del entrenador no se equivocó. El argelino es ahora el líder técnico del centro del campo rossonero, teniendo en cuenta también la acentuación de las tareas defensivas de Tonali (Kessie protegía notablemente la defensa, Sandro trata de cerrar ese hueco, sobre todo si Pobega no está en el campo). Bennacer construye, defiende, corre y saca aplausos por doquier.
Sandro Tonali 7
Un líder carismático en el campo, como lo sigue siendo Ibra desde el banquillo. Y un hombre de goles contundentes, como el que dio la victoria en el Bentegodi. Sandro habla, espolea, incita, se enfada, nunca se va del partido mentalmente. En este inicio de temporada ha tenido un par de problemas físicos que han limitado su plena eficacia, pero sin embargo se ha confirmado como un pivote insustituible del presente y del futuro del Milan.
Tommaso Pobega 6
Una cara nueva, por así decirlo, ya que Pobega se formó en el fútbol rossonero. Ha demostrado que puede encajar, en el Milan: su atletismo en el centro del campo es importante, en una plantilla huérfana de Kessie y que, de hecho, carece de la aportación de Bakayoko. La impresión es que aún le falta un paso de maduración general, pero el tiempo está de su lado.
Charles De Ketelaere 5
El expediente más delicado de la mesa es el que está envuelto en la bandera belga. Puede que CDK nunca sea el nuevo Kaká, una pesada etiqueta que se le puso en verano… pero tampoco es el jugador anónimo e impalpable que se ha visto hasta ahora en Italia.
Los 35 millones necesarios para arrebatárselo al Brujas y los esfuerzos del dúo Maldini-Massara para cerrar la operación pesan sobre los hombros del chico, que hasta ahora ha sido poco consistente en cuanto a producción ofensiva. En el Milan piden paciencia, y han tenido razón en el pasado: hay que proteger al talento hasta que encuentre la forma de florecer.
Brahim Diaz 6,5
Se suponía que era la temporada de la verdad para Brahim. ¿Cuánto vale? ¿Se puede pensar en invertir más de 20 millones para recomprarlo, o al menos iniciar la discusión con el Real Madrid? Los últimos meses, en este sentido, han sido alentadores.
Y si es cierto que De Ketelaere se ha “sentado en el banquillo” con actuaciones por debajo de lo esperado, Brahim ha contribuido notablemente con goles, recuperando posiciones y haciendo honor al 10 que lleva sobre sus hombros.
Aster Vranckx 6
Lo más destacado hasta ahora es el centro que propició el gol en propia puerta de Milenkovic, en el disputado pero crucial 2-1 a la Fiorentina. Pero más allá del episodio, el belga de 20 años empieza a encontrar minutos de uso y parece que se mantiene. Tonali habla de él en términos halagadores, necesitará una segunda parte de la temporada para ganarse la redención del Wolfsburgo.
Rafael Leao 7
La estrella del equipo se ha confirmado como tal en estos primeros meses de la temporada 2022-23. El semáforo en rojo de Génova y algunos pequeños despistes no empañan una trayectoria hecha de aceleraciones, goles, asistencias y una buena voluntad de sacrificio. Dejando a un lado cualquier conversación sobre la renovación, Rafa es el presente del Milan. Y lo demuestra cada vez que le llega el balón.
Olivier Giroud 7,5
Mvp rossonero hasta ahora. Aquello que siempre repetía Ibra, aquello de Benjamin Button, debió inspirar también por ósmosis al otro coloso del ataque milanista. Dominante, consciente, espectacular en sus ideas y soluciones: el número 9 rossonero ha aguantado perfectamente, incluso desde el punto de vista físico.
La única mancha: la roja que recibió por doble amonestación contra Spazia, quitándose la camiseta para exultar tras el acrobático gol del 2-1. Sin él, no por casualidad, Milán se detuvo en Cremona. Una ligereza que le costó medio punto en el boletín de notas.
Ante Rebic 6
Prometía más, la temporada de Rebic. En la pretemporada había aparecido en forma, concentrado, dispuesto a dejar atrás tantos meses de inactividad y papeles secundarios. En cambio, su actuación ha sido deslucida, en general, aunque no inadecuada.
Sigue buscando el espacio entre los titulares, incluso moviéndose a la derecha, pero la sensación es que tiene más sentido jugar con él como un arma que se utilizará a medida que avance el partido.
Divock Origi 5
El atenuante es la repetida serie de problemas físicos que han retrasado su entrada en el grupo. Sin embargo, hasta ahora sólo ha visto un gol contra el Monza, en medio de muchos minutos poco emocionantes.
Sin embargo, incluso en el caso del ex jugador del Liverpool, hay que suspender el juicio: su aclimatación ha comenzado tarde, sería poco generoso atacarlo ahora. Sin embargo, este decepcionante 2022 le ha costado la participación en el Mundial.
Stefano Pioli 6,5
Confirmarlo nunca es fácil, pero el Milan está cumpliendo con el calendario: dos puntos menos que la temporada pasada y la ronda de la Liga de Campeones superada. El problema es que ha habido demasiados bajones (Sassuolo, Torino, Cremonese…), que el técnico rossonero podrá remediar tras el parón. El otro problema es el ritmo del Nápoles, pero Pioli puede hacer poco al respecto.