En la Supercopa de Dubai, el Milan no conoce la gloria: a la primera derrota contra el Arsenal siguió la eliminatoria contra el Liverpool. Más allá del resultado (4 a 1 de los Reds), hay algo más que decir: el Milan se presentó en una versión decididamente más repleta de efectivos que el Liverpool.
Rossoneri con Mirante en portería y una defensa más que experimental: Kalulu, Gabbia, Thiaw y Pobega. En la delantera, Lazetic fue titular por elección (Pioli quería probarle en un amistoso de lujo) y por necesidad, dada la lesión muscular en los flexores que había bloqueado a Origi. Del propio Lazetic llegó el primer disparo del partido: servicio en profundidad de Adli, que chutó desviado.
No fue la única señal de lo que se avecinaba: el serbio probó fortuna al final del periodo y, en general, dio la sensación de que, bien apoyado, podía crear peligro. Otra buena señal: tras el gol inicial de Salah (acción coral en velocidad, Thiaw, Gabbia y Pobega mirando…) el Milan supo reaccionar.
El Liverpool golpeó con un buen gol de Saelemaekers, igualmente bien aprovechado por Rebic: en un cambio de campo, el belga entró en el área, se escapó y encontró el gol del empate. Más Liverpool que Milan en la cronología de las acciones de peligro, un control que se materializó al final del periodo con el gol del empate de Thiago Alcántara.
En la segunda parte, Pioli cambió el centro del campo: salieron Tonali y Krunic, y entraron Bennacer y Vranckx. El ritmo bajó inevitablemente: incluso los rojos, más feroces que en la primera parte, bajaron el ritmo. Para el Milan, hubo espacio para un cabezazo tempranero de Pobega (córner de Adli, que sigue siendo uno de los más vivos) y un centro de El Hilali, que entró por Rebic.
Varios para revisar: un balón recibido por Bennacer al borde del área y un espléndido derechazo. Sin embargo, el Liverpool fue más preciso: marcó el tercero con Núñez en velocidad (y después de que Lazetic perdiera el balón en su propia área). Y no faltaron ocasiones antes del tercer gol: Núñez de nuevo, Salah, Carvalho, con buenas intervenciones de Mirante.
Que se rindió al habitual Núñez por el póquer. Para el Milan, sólo hubo satisfacción en la tanda final de penaltis (es la fórmula del torneo). Mirante super, detiene a Tsimikas y Keita. El estadio Al Maktoum, lleno con quince mil espectadores, disfrutó del espectáculo.
Antes, sin embargo, aquí en Dubai, en el campo Al Nasr, el partido se había inaugurado en memoria de Mihajlovic: su foto en la gran pantalla y un minuto de silencio antes del comienzo. Milán también llevaba luto en el brazo.
“Ha sido una prueba importante, sobre todo porque ellos han jugado con muchos titulares, están más adelantados que nosotros a nivel deportivo”, declaró el guardameta al término del encuentro, “hemos aprovechado para meter minutos en las piernas, también para muchos chicos que han jugado poco hasta ahora y muchos Primavera. Así que fue sin duda una prueba de que tenemos que estar preparados para el 4 de enero. ¿Los penalties? Hace mucho tiempo que no juego 90 minutos y eso es lo que me motiva a trabajar cada día, incluso a mi edad”.
La palabra también es para Malick Thiaw, que tuvo un día complicado: “No estamos nada satisfechos con el resultado, que es demasiado pesado. Los goles que recibimos eran evitables, teníamos que defender mejor. Pero no hay que tirarlo todo por la borda, a veces mostramos cosas buenas. El Milan es un gran club y siempre me siento orgulloso cuando me pongo esta camiseta y agradecido por cada minuto que juego.”