Qué cambia con la llegada de Vasquez

El mundo de los porteros no tiene un segundo de respiro, lo sabemos bien. Todo puede cambiar en cuestión de días, y el Milan ha dado un ejemplo más. Y de alguna manera ha condicionado algunos movimientos, incluso de los adversarios, para el futuro.

El primer día del año estuvo dedicado a la llegada de Devis Vasquez, el colombiano del Guaranì, al que evidentemente se está siguiendo al margen de la mala evolución de la lesión que ha vuelto a implicar a Maignan. La esperanza es, obviamente, tener el as de triunfo francés lo antes posible, pero el desembarco de Vásquez incluye algunas cosas que es justo resumir.

El Milan sigue apostando por Tatarusanu como titular, pero es normal que algunas incertidumbres hayan llevado a poner a Vásquez en el circuito. Se trata de un fichaje que, al mismo tiempo, deja a Sportiello en Bérgamo hasta junio, teniendo en cuenta, no obstante, que el club rossonero podrá cerrar el acuerdo de parámetro cero que se fijó hace unas semanas.

El Atalanta se había resistido en cualquier caso, no habría querido llevarse a Gollini (otra pieza de nuestro discurso, como veremos) y con este doble movimiento no se ha alterado el equilibrio. Podemos llegar a la conclusión: Maignan es el titular del presente y del futuro, el especialista que garantiza al menos siete u ocho puntos por temporada.

Hasta junio, seguirá con Tatarusanu, Mirante y Vásquez, pero con la posibilidad real de que los dos primeros no prorroguen sus contratos que expiran. A partir del 1 de julio, el Milan podría tener esta jerarquía entre los puestos: Maignan, Sportiello y Vásquez, este último tendría la oportunidad de crecer y asentarse sin las presiones que no ayudan a quien tiene que cubrir un papel tan delicado. Obviamente, el tiovivo no acaba aquí.

Hay otras cosas que pueden cambiar en los próximos días, quizá sin llegar a las dos últimas semanas del mercado futbolístico. Por ejemplo, Salvatore Sirigu, que ya no es un niño y que había elegido el Nápoles con convicción, probablemente con la esperanza de robarle el puesto a Meret, que no pasaba por un buen momento.

Meret se ha recuperado muy bien, Sirigu ha actuado como su compinche sin envidias ni interferencias, ahora es normal que tenga ganas de más visibilidad. El Nápoles espera poder retenerlo hasta junio, a la altura de un contrato que expira e incluye una opción, pero asume que si el jugador ya no acepta el papel de “guardián”, tendrá que llegar a un acuerdo con él. Salernitana fue rechazado y entonces recurrió a un perfil internacional y muy fiable como Ochoa.

Ahora está Reggina en Sirigu, ofreciendo un contrato de un año y medio con posibilidad de prorrogarlo más. Una propuesta tentadora y la puerta que volvería a abrirse de par en par con la incuestionable licencia de titular permanente. En el fondo está el Cagliari, sería una vuelta a casa, sin movimientos decisivos hasta ahora ya que Radunovic no lo ha hecho mal.

El futuro de Sirigu dependerá de esta evolución bastante rápida. Aceptar una de estas dos opciones supondría poner al Nápoles en disposición de plantearse una posible compra, de nuevo como diputado Meret, entre Cragno y las otras posibles oportunidades.

Pierluigi tiene casi 28 años y atraviesa el momento más difícil de su aún joven carrera. Lo habían enviado al Tottenham para ser suplente de Lloris, con prácticamente cero esperanzas de jugar. El último periodo con el Atalanta para olvidar debido a las complicadas relaciones con Gasperini, hubiera sido bueno y acertado encontrar un equipo más accesible que no tuviera un titular intocable como Lloris.

Tras regresar a Italia al término de su cesión, respondió a las solicitudes de la Fiorentina con la esperanza de volver a ser una estrella. En cambio, se estrelló contra Terracciano, que había sido ascendido en la temporada anterior, y luego relegado al banquillo.

Ahora Gollini busca desesperadamente un club que le permita no tirar otro campeonato por la borda. Salernitana lo había intentado y pensado, antes de que Ochoa fracasara en su intento de enamorar a Iervolino y De Sanctis. En la Serie A, todo el mundo tiene la puerta ocupada, el verdadero riesgo es que no se encuentre una solución. Y que Gollini, el advenedizo de hace cinco o seis años, luchará de verdad por encontrar la salida de un túnel interminable.

BALLO-TOURÉ: UN MES DE BAJA

El nuevo año no empezó con buena estrella para Stefano Pioli. Tras perder a Ante Rebic, que estará en los boxes al menos tres semanas por un problema muscular, hoy ha acabado bajo los palos Fodè Ballo-Touré, a quien el técnico tricolor echará de menos durante un mes.

El senegalés ‘fue sometido a la reducción y síntesis de una luxación acromio-clavicular del hombro derecho en el Hospital Galeazzi de Milán’, reza el comunicado del club rossonero. ‘La operación, realizada por el doctor Pozzoni y su equipo del Cts, en presencia del médico del primer equipo Lucio Genesio, se desarrolló con perfecto éxito.

El tiempo de vuelta a la plena actividad se estima en cuatro semanas’. Ballo-Touré se lesionó en los últimos minutos del partido amistoso del 30 de diciembre contra el Psv Eindhoven en Holanda. Un problema para Pioli, que se verá obligado a recurrir a soluciones de emergencia, como la que se vio en el Phillips Stadion con resultados poco alentadores, donde Sergino Dest se desplegó en la izquierda del cuarteto defensivo.

Con siete partidos en 26 días en enero (Salerno el miércoles, Roma el domingo, Torino en la Coppa Italia el 11, un partido fuera en Lecce el 15, el derbi de la Supercopa en Riad el 18, un partido de recuperación en Roma con el Lazio el 24, Sassuolo el 29) y Theo Hernández de vuelta de la final del Mundial, desde luego no es una situación ideal.