Tras el 2-2 en Lecce, los rossoneri han aterrizado en Riad, donde el miércoles a las 20:00 hora italiana (22:00 hora local) en el estadio Rey Fahd se enfrentarán al Inter de Milán con la Supercoppa di Lega en juego. También se encuentra en Arabia Saudí desde hace unos días Cristiano Ronaldo, que ha fijado su residencia en el hotel Four Seasons, donde él y su séquito han alquilado 17 habitaciones, con una factura mensual que rondará los 250.000 euros.
Todo ello a la espera de encontrar una casa (término reductor…). Así, con los rossoneri en el reino saudí, el encuentro con su compatriota Leao se produjo, casualmente, por la mañana, mientras CR7 paseaba por el hotel con Georgina. La foto de los dos portugueses fue publicada por el Milan en las redes sociales.
Una expedición para veintiséis. Están los senadores y los que acaban de llegar (Devis Vasquez), los que tienen las piernas bastante bien y los que las tienen definitivamente lastradas. Es un Milán irregular que ha aterrizado en Riad tras abandonar Lecce. Una logística bastante comprimida, mucho más que la del Inter.
Es decir, recapitulando: el sábado por la mañana tuvo lugar la sesión final en Milanello, luego el traslado a Lecce; el domingo el partido, cena en el hotel y salida hacia Arabia Saudí por la noche. Un programa construido de tal manera que se disponga de tres días completos de trabajo en Riad -el equipo desembarcó a las 8:00 de esta mañana hora local (+2 respecto a Italia)- para preparar de la mejor manera posible un partido que el Milan, a estas alturas, no puede permitirse el lujo de perderse.
Cinco jugadores no forman parte de la expedición, que se quedaron en Milanello para recibir tratamiento y trabajar: Ibra, Maignan, Florenzi, Krunic y Ballo-Touré. Los otros 26, como ya se ha dicho, están todos en Arabia. Incluido Rebic, que fue el último en regresar a la convocatoria después de que Pioli ya hubiera recuperado a Messias, Kjaer y Origi (todos ellos saltaron al terreno de juego para descansar en Lecce).
El entrenador rossonero había anunciado que el de Riad “no será un vuelo tranquilo”, pero obviamente los jugadores estaban en su mayoría descansados, ya que se trataba de un vuelo nocturno de más de cuatro horas de duración.
De momento, por supuesto, todavía no puede haber certezas talladas en piedra que contar a los once anti-Inter, pero la situación es imaginable sin demasiado esfuerzo de imaginación: en principio, jugarán los conocidos de siempre, aunque los conocidos de siempre hayan perdido mucho terreno últimamente.