Zlatan Ibrahimovic, delantero del Milan, habló en exclusiva con Claudio Raimondi, de SportMediaset, unos días antes de su regreso a los terrenos de juego tras ocho meses de baja: “Sigo siendo Dios, sigo siendo el número 1: ahora vuelvo y cambia la música”
“Tengo tantas ganas, quiero hacer tantas cosas, lo que he perdido en estos 7/8 meses. Perdí tiempo. ¿Equipo en crisis? No me preocupa, son momentos normales dentro de un campeonato. Ahora tenemos que hablar poco y demostrar nuestra valía sobre el terreno de juego”.
¿Cuál es su estado físico?
“Estoy bien, estoy muy bien. He vuelto al grupo y me siento libre dentro y fuera del campo. Eso significa que estoy bien”.
Vuelves después de ocho meses fuera…
“Estuve fuera demasiado tiempo y no fue fácil. Tenía una larga recuperación y lo sabíamos, pero lo importante es la respuesta física, que es positiva y mejora cada día. Ese es el primer objetivo, el segundo es volver bien”.
¿Qué tipo de Ibrahimovic será?
“No quiero volver al campo por caridad, si vuelvo al campo lo hago para traer resultados y para hacer lo que siempre he hecho. Si no, no sería un reto para mí, me quedaría en casa jugando con mis hijos”.
¿Qué es lo que más ha echado de menos en estos meses?
“Todo, cuando estás fuera y ves al equipo en el campo es otra cosa. Desde fuera se puede hacer algo, pero desde el campo es otra cosa, por el ambiente, la tensión y la afición: cuando estoy en el campo me transformo totalmente”.
El Milan está en una gran crisis…
“Como en todas las cosas, los pequeños detalles marcan la diferencia. No es un buen periodo, pero cuesta poco cambiar. Si puedo hacer algo, lo hago porque estoy aquí para ayudar. Ahora cambiamos la música cuando vuelvo”.
¿Cómo le ayudó desde fuera?
“Hice lo que podía hacer: ayudé al equipo de una manera diferente a cuando estaba en el campo. Pero es en el campo donde puedo ayudar todo lo que pueda, y ahí es donde quiero estar. En estos meses he hecho todo lo que he podido para ayudar al entrenador, al personal y a todos. Tienes que tener paciencia para volver a tu mejor nivel y no estar constantemente entrando y saliendo. Pero todo salió como habíamos planeado”.
¿Qué siente cuando entra en el vestuario?
“Siempre soy yo mismo, luego, cuanto más se acerca el partido, más suben la adrenalina y la concentración. Te centras en los objetivos y empiezas a hacer las cosas que siempre has hecho bien. Entonces empieza el partido y te pones en marcha. Pero no siempre hay que hablar mucho, basta con unas pocas palabras para dejar claro lo que hay que hacer”.
¿Cómo imagina su regreso?
“Tengo muchas ganas, llevo muchos meses fuera y si no tienes ganas no deberías estar aquí. Tengo ganas de hacer muchas cosas, son meses perdidos. No puedo volver atrás y cambiar las cosas, pero tengo que empezar desde mi regreso a hacer las cosas que no he hecho en estos ocho meses”.
¿Fue el Scudetto del año pasado un caso aislado?
“Si hemos ganado es porque todo el mundo ha puesto de su parte, todo el mundo se ha sacrificado y ha asumido su responsabilidad cuando era importante. No hubo one man show, no dependemos de uno o dos fenómenos, ganamos gracias al colectivo de todos. Y también gracias a los fans, que dieron un gran impulso al grupo”.
Sin embargo, los resultados no llegarán este año…
“No estoy preocupado. Es parte del campeonato, hay altibajos. Ahora es el momento de demostrar quiénes somos y tenemos que hacerlo sobre el terreno de juego”.
Y también recibes críticas…
“Son normales, si no te critican es que no estás en la cima. Estoy acostumbrado, me han criticado durante 25 años porque soy el número 1. Pero me trago las críticas, son como echar gasolina al fuego y cuando juegas con fuego te quemas. Yo soy Dios, nada ha cambiado. Estoy cargado”.
¿Qué tipo de entrenamientos has estado haciendo estos meses?
“Son entrenamientos muy mentales porque no te dan mucha adrenalina. Ya tuve esta lesión hace cinco o seis años y ya sabía lo que me esperaba. Luego, hace tres semanas, volvió la adrenalina, antes sólo había que tener mucha paciencia. Ahora tengo muchas ganas de desahogarme en el campo”.
¿Qué objetivos se marca?
“A mis 41 años aún me quedan muchas páginas por escribir, también porque la calidad no desaparece, el físico cambia, la preparación física es diferente pero la calidad no desaparece, permanece. En mi caso no cambia. A los que no creen en Dios, se lo demostraré en el campo, no con palabras”
“Cada día con muchas ganas, pero no sólo individualmente, quiero trasladar mi credibilidad a los demás porque si puedes marcar la diferencia con el equipo es diferente. No todo tiene que depender de mí, quiero trasladar a los demás todo lo que llevo dentro: si mis compañeros van bien, yo también voy bien. Si ganamos como colectivo, me emociono”.
“En esta situación no tengo que tener, sólo tengo que dar. Este también es mi reto, el objetivo no es mi ego. Tengo 41 años, juego en el Milan y estoy en lo más alto. Quiero transferir mis ojos a los demás, estoy aquí por ellos no por mí. Si fuera por mí, estaría en una isla con un puro. Si puedo ser un ejemplo y un líder, lo hago”.
Pioli también es muy criticado…
“Son cosas normales, es el entrenador del Milan y si las cosas no van bien está bien criticar al entrenador y al equipo. Somos profesionales y esperamos que nos critiquen, no todo es pesimismo, las críticas forman parte del trabajo”
“Si no puedes soportar la presión de la crítica no deberías dedicarte a este trabajo, pero la crítica forma parte de nuestro mundo y es útil porque te mantiene en lo más alto. Cuando eres feo puedes convertirte en bello”.
¿Qué consejo puede darle a Leao?
“Tuvo un año fantástico, ganó el premio al mejor jugador de la liga. Luego el contrato, otros clubes que te buscan, el Mundial y todo lo demás. Pero tiene que estar concentrado y pensar sólo en jugar al fútbol. Todo lo demás funciona, sólo tiene que pensar en jugar. Se ha hecho más fuerte que hace un año, sólo que este año todo el mundo sabe quién es Leao, el año pasado estaban menos centrados en él. Ahora saben que es el más fuerte de todos y se centran más en él”.
¿Cómo vio a De Ketelaere?
“En estos meses no estuve todos los días con el equipo, para conocerlo bien tengo que estar todos los días en el vestuario. Tiene una gran presión también por el precio pagado, todo el mundo tiene expectativas”.
“Es un talento, tiene un gran potencial, sólo tiene que encontrar el camino adecuado para crecer. Luego está en otra ciudad, lejos de casa y tiene que acostumbrarse. Pero cuando llegas al Milan todo el mundo te ayuda, te reciben lo mejor posible, cuando entras en nuestro vestuario te sientes como en casa. Sólo tiene que desbloquearse, y una vez desbloqueado empieza todo”.