Uno para y el otro vuelve a empezar, así que de nuevo Inter y Milan se encuentran emparejados en el campeonato, toda una vida por detrás del arrollador Nápoles. Misma ciudad y mismos objetivos, pero distintos escenarios y perspectivas en varias cuestiones, desde el presente hasta el futuro más o menos próximo. Hemos elegido seis de ellos, para facilitar una comparación que nunca decae en la capital de Lombardía.
El Inter se balancea, los rossoneri suben
En el Inter, encontrar un punto de encuentro entre máximos y mínimos es prácticamente imposible, del mismo modo que una media sería aproximada. La condición atlética y psicológica de los nerazzurri se enciende en los partidos grandes -sobre todo en casa- y se desvanece sobre todo contra los equipos medianamente pequeños, a menudo y mal lejos del Giuseppe Meazza.
A la larga, esta montaña rusa corre el riesgo de penalizar, aunque la enfermería se tome un respiro en este 2023. Ahora, sin embargo, el Diavolo vuela. Y no porque por fin se haya puesto al día tras la preparación en la concentración de diciembre en Dubai. Vuela porque su cabeza ha liberado a sus piernas.
La postal que avala perfectamente esta teoría es el Milan posterior al gol de Giroud contra el Torino. Donde por posterior nos referimos a los minutos que siguieron al gol de tres puntos del francés: fue ahí donde los rossoneri retomaron el camino, empezando a salir del túnel. Con el Atalanta, el camino de la redención completado: un partido de coraje, personalidad y comodidad táctica.
Cara a cara, grandes partidos decisivos
Resulta extraño decirlo después de una derrota, pero es el momento de que el Inter acelere: Lecce, Spezia, Fiorentina, Salernitana, Monza y Empoli desde el domingo hasta mediados de abril. El equipo de Simone Inzaghi debe aspirar a remontar en estos seis partidos, intercalados con tres desafíos contra el Juventus entre liga y Coppa Italia y la vuelta de la Liga de Campeones en Oporto.
Luego, en los últimos 40 días, todos los enfrentamientos directos que determinarán la clasificación final en la carrera por la Europa que cuenta. Nadie se hace ilusiones ni siquiera en Milanello: la lucha por acabar el campeonato en las cuatro primeras posiciones será cruenta y, Nápoles aparte, actualmente hay cinco equipos por tres puestos.
En el calendario rossonero aún quedan cuatro partidos contra rivales de alto nivel: Nápoles, Roma y Juve fuera, Lazio en casa. Atención a los bianconeri, que esperan al Diavolo en el penúltimo partido y casi con toda seguridad estarán hambrientos de puntos para Europa.
Sea lo que sea. El Milan, sin embargo, a diferencia de la temporada pasada, lejos del Meazza ya no es una máquina de guerra: sólo 19 puntos de los 47 conquistados han llegado a domicilio.
Cuartos de final al alcance de la mano, remontadas decisivas
El 1-0 firmado por Romelu Lukaku el pasado miércoles sitúa a los nerazzurri con una ligera ventaja sobre el Oporto, pero evidentemente será crucial capitalizar la actuación de San Siro con un éxito a domicilio (14 de marzo): moral, prestigio y al menos veinte millones de euros más en el bolsillo del Inter.
Las perspectivas restantes quedarían entonces marcadas por la urna de Nyon, ya que esquivar a Real Madrid, Bayern de Múnich y Manchester City permitiría ser más optimistas de cara a un acceso rotundo a semifinales. Volviendo a Milán, la victoria en la primera vuelta y el regreso de todas las “características” piolianas conducen a un optimismo prudente con vistas al Hotspur Stadium (8 de marzo).
El lamento, más bien, es por no haber acabado el partido de ida con un marcador más redondo. La actuación contra el Atalanta, en cualquier caso, sirve de guía en un partido en el que es poco probable que el Tottenham se muestre tan sumiso como en San Siro. Se necesitará agresividad, atención en fase defensiva y descaro. La victoria por 2-0 contra el Dea enseña cuál es el camino correcto. Los cuartos no son en absoluto una quimera.
Sin Champions cambiamos
Como en el primer tema en profundidad, es complejo dar una valoración unívoca al trabajo de Inzaghi, ciertamente lastrado por las largas lesiones de Marcelo Brozovic y Lukaku. La Supercopa de Italia luce triunfal en la vitrina de trofeos tras el 3-0 a sus primos, la segunda Coppa Italia consecutiva está a tres partidos de distancia y ya se ha hablado de la Liga de Campeones, con el Barcelona como víctima ilustre de la fase de grupos.
La Serie A, sin embargo, se le queda corta al Inter, a casi 20 puntos de la cabeza antes de que acabe febrero. Y por las cuatro primeras plazas habrá lucha durante semanas: de la colocación final dependerá la confirmación o no del Piacentino, que tiene contrato hasta 2024. También para Pioli, el factor discriminante será, obviamente, si se clasifica o no para la próxima Liga de Campeones.
A nadie en las altas esferas del club se le ocurriría cuestionar al entrenador, que en tres años ha devuelto al Milan a la Europa que cuenta y ha puesto un Scudetto en el palmarés, pero está claro que sin Liga de Campeones -o, mejor dicho, sin dinero de la Liga de Campeones- todo el proyecto deportivo quedaría en entredicho.
Mientras tanto, Pioli, tras un mes de enero demoledor, se está tomando una sonora revancha de todos los detractores.
Marotta a bajo coste, Maldini piensa en Okafor
El Inter vivirá una media revolución en verano, sobre todo en defensa: fuera Milan Skriniar, posiblemente Stefan De Vrij, Denzel Dumfries y Marcelo Brozovic, más algunos segundas líneas. Hay que evaluar la renovación de Romelu Lukaku, cedido por el Chelsea, y negociar con el Lazio la renovación de Francesco Acerbi.
La primera urgencia es el recambio titular del eslovaco, luego una cascada de operaciones que cubrirán las cesiones. Con un presupuesto bajo mínimos y sólo para un par de titulares de bajo coste, Giuseppe Marotta realizará la especialidad de los parámetros cero. Y los cuartos de la Liga de Campeones ayudarían.
El presupuesto del Milan dependerá de la clasificación para la Liga de Campeones, pero, a grandes rasgos, no diferirá mucho del del verano pasado. El equipo, sin embargo, tiene al menos tres necesidades evidentes: un nuevo delantero centro, un exterior derecho ofensivo y un medio centro. En la delantera, el nombre más intrigante es el de Okafor (Salzburgo).
Si salta San Siro instalaciones separadas
Los últimos rumores de Viale della Liberazione hablan de un Inter molesto por el tira y afloja de los primos rossoneri, con la hipótesis de San Siro perdiendo puntos tras años de inversión económica y humana. Si el proyecto de la “catedral” no sale adelante, el Inter de Steven Zhang recurrirá a otro recinto privado en el municipio de Milán, una ubicación que por ahora es alto secreto.
En los últimos tiempos, de hecho, han llegado indicaciones muy claras desde el club rossonero: el Milan pretende seguir adelante con el proyecto del nuevo estadio incluso sin los nerazzurri. El Presidente Scaroni lo dejó claro hace un mes, y después el concepto se filtró directamente desde la propiedad.
En Via Aldo Rossi están sondeando varias zonas, entre ellas Sesto San Giovanni, San Donato, Rozzano y La Maura, un terreno privado cercano al Meazza.