Pasar de fase: más de 20 millones

Una parte es cuestión de imagen. Un poco -mucho- es cuestión de dinero. Pero sería excesivo reducirlo todo al aspecto económico, aunque sigue siendo el principal. El Milan en escena en Londres tiene prevista una doble cita: con la caja de la Uefa y consigo mismo.

Están claramente entrelazados y, básicamente, además de una nueva cascada de millones en las arcas del club, a Gerry Cardinale le gustaría poder seguir haciendo proselitismo rossonero en Estados Unidos fortalecido por un club de vuelta en el G8 de Europa once años después.

Reingresar entre los ocho mejores del continente supondría un nuevo impulso de imagen, y por tanto comercial, para el Diavolo, tras el regreso a la Liga de Campeones y el Scudetto. En otras palabras, se convertiría en un Milan aún más “prescindible” a ojos de nuevos patrocinadores y potenciales inversores. Porque la Liga de Campeones es la tienda más rica del mundo en lo que a fútbol se refiere, y llegar a lo más alto ofrece visibilidad y dinero.

Y si la participación de la temporada pasada, en términos de premios de la Uefa, reportó unos 45 millones a Via Aldo Rossi, en esta edición ya estamos obviamente por encima de esa cifra en virtud del acceso a la fase eliminatoria. La Uefa ingresó en las arcas rossoneras unos nueve millones y medio por la clasificación para octavos de final y pagará unos diez y medio si el Diavolo alcanza los cuartos.

Una cifra que debería duplicarse (con creces) de inmediato teniendo en cuenta los ingresos en taquilla, el aumento del market pool, el marketing y los eventuales premios de los patrocinadores. En definitiva, se iría más allá de los 20 millones. El partido de octavos de final contra el Tottenham es definitivamente exhaustivo en este sentido: al margen de la polémica – bastante…. -sobre los precios cobrados por el club para asistir al partido contra los Spurs (precios que es imaginable que se reproduzcan), la recaudación registró una cifra asombrosa para un solo partido: 9.133.842 euros, récord absoluto para un partido de fútbol en Italia.

Pero la fase de grupos también fue decididamente notable: 3 millones por el partido en casa contra el Dinamo de Zagreb, 4,6 con el Salzburgo, 6,8 con el Chelsea. Y así, el Milan llama a la puerta del G8 europeo: un club noble que aporta fama y dinero.

GIROUD CON FIEBRE: RIESGO TOTTENHAM

Hay una incógnita así de grande en el centro del ataque del Milan para el partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones del miércoles contra el Tottenham: Olivier Giroud no se entrenó hoy debido a un ataque de gripe y su presencia en el partido de Londres está en duda. Se espera que el delantero centro francés pueda recuperarse para el entrenamiento de mañana por la mañana en Milanello, el último antes de la salida hacia Inglaterra, prevista para esta tarde.

Giroud sintió los primeros problemas ya el domingo y hoy no se ha presentado en el centro de entrenamiento rossonero. Su estado se está recuperando, pero no es seguro que pueda participar en la sesión de mañana por la mañana.

En cualquier caso, Pioli podría decidir llevárselo a Londres de todos modos y evaluar su estado el día del partido: en caso de baja, serían Rebic, Origi y De Ketelaere los que se disputarían el puesto de delantero centro. La alarma de Giroud se suma a la duda de Brahim Díaz, siempre en ataque: el español, que debe superar el esguince que le frenó en la víspera del partido fuera de Florencia, también se entrenó hoy aparte.

Giroud, que no marca desde el 10 de febrero (el gol que decidió el partido contra el Torino, primer éxito del Milan tras la serie negativa de enero), es una presencia fundamental para el ataque de Pioli, sobre todo en la Liga de Campeones. Por experiencia y peso en el campo: entre la fase de grupos y la ida de octavos de final marcó cuatro goles en siete apariciones, firmando además dos asistencias.