Olivier Giroud puede entrenar la mano para la firma: la renovación está a la vista. Salvo sorpresa sensacional, el 9 vestirá de rojo y negro una temporada más. Para el futuro, sin embargo, el Milan no puede pasar por alto el hecho de que Giroud tiene 36 años y lleva toda una vida jugando al más alto nivel: está bien, pero no es eterno. Por eso, de cara al verano, el estudio de perfiles para el ataque es uno de los temas en la agenda. Pero antes de hablar de algunos de los jugadores a los que se sigue, unas palabras sobre Divock Origi.
Origi llegó al club en verano de 2022 con la ambición de ser algo más que un suplente de Giroud. Las líneas de su currículum convencían. La edad adecuada: 27 años. Un físico con el que hacerse notar. La capacidad de influir en los partidos importantes. El hábito a alto nivel: de 2015 a 2022, con un año sabático, permaneció en el Liverpool.
De momento, no ha funcionado: Origi solo ha marcado dos goles en liga y el poste del miércoles en Londres es la imagen de su temporada. Divock es el favorito para jugar de titular el lunes con el Salernitana, pero a medio plazo puede ser necesario invertir en ataque.
El Milan ha estudiado varios perfiles en las últimas semanas. La fase de ofertas aún está lejos, pero Joao Pedro, brasileño del Watford de 2001, está en la lista de jugadores interesantes de los rossoneri. Es técnico, tiene regate y chuta bien con la derecha.
La temporada pasada descendió con el Watford y en los últimos meses ha crecido: en la Championship, la liga B inglesa, marcó 9 goles jugando a menudo por detrás de un delantero. Empezó como medio centro pero puede jugar en diferentes posiciones en ataque y a sus 22 años tiene margen de mejora. El verano pasado se habló de un acuerdo muy cercano con el Newcastle por 28 millones más bonus, una cantidad exigente pero no inalcanzable.
El camino hasta junio, sin embargo, sigue siendo largo y no faltan alternativas para el Milan. Mateo Retegui, ayer en todos los diarios por la preconvocatoria de Mancini para la selección, es otro de los jugadores que se siguen.
Tiene 23 años, en Tigre 2023 marca un gol por partido y trabaja para el equipo como le gusta a los entrenadores. Necesita mejorar mucho, pero tiene una ventaja: comparado con muchos otros candidatos, sigue siendo barato.
Sin duda más bajo que el de Folarin Balogun, inglés, otro 2001, un delantero que gusta pero que está muy vinculado al Arsenal, club que lo envió cedido al Reims. Y más baja que la de Noah Okafor, suizo del Salzburgo, al que el Milan conoció en las rondas de la Liga de Campeones, que firmó un contrato que expira en junio de 2024.
El Milan aún tiene que hacer varias valoraciones de cara al verano, porque el presupuesto para el mercado dependerá mucho del final de esta temporada. Primer factor: la diferencia entre el cuarto y el quinto puesto del campeonato va más allá de los 70 millones de premios de la Uefa obtenidos hasta cuartos de final, a los que hay que restar en cualquier caso los de la Europa League. Clasificarse o no en la Liga de Campeones cambia el mundo.
Segundo factor: la Copa en curso puede reportar más dinero y no es ningún misterio que existe una relación entre ingresos y potencia de fuego en el mercado. Si el Milan tiene más ingresos, tendremos más oportunidades de invertir”, dijo Paolo Maldini en septiembre.
Tercer factor: el destino de Leao, que condiciona el verano del Milan. Un traspaso del número 17 daría al Milan un problema extra -¿cómo sustituir a Rafa? – pero también más dinero para invertir en puestos clave. El medio centro, el atacante exterior derecho, el número 9. Un juego de riesgo que se jugará en los próximos meses y del que queda excluida la defensa: con este Thiaw, con Kalulu y Tomori de vuelta a su nivel tras la crisis de enero, no hace falta inversión.