Brahim y Udinese: ida y vuelta

Cuando siente un poco de presión, suele levantar la cabeza y decir “vale, ahora es el momento de ponerse serio”. Díaz es así, juega bien cuando cuenta, cuando tiene algo que demostrar. Como contra el Udinese a principios de año.

Agosto de 2022, estreno liguero, el Milan, campeón de Italia, se presenta en casa contra el Friulani del Becao de siempre, que enloquece cuando ve a los rossoneri. Y de hecho pica después de un par de minutos. En ese momento entra en escena el español, desplegado como titular por Pioli.

Un ojo en el campo y otro en el banquillo, porque sentado detrás del técnico está Charles De Ketelaere, llegado de Bélgica para robarle el puesto al “1”. El resto es historia: goles y asistencias de Brahim, por reiterar el concepto. Cuando hay algo que demostrar, suele tener éxito.

El año de Díaz sólo apunta a una cosa: ser repescado por el Real. Los blancos se reservan el derecho de recompra, pero las altas esferas rossoneras apuntan a una rebaja, 16 millones más primas frente a los 22 previstos (con la contrapartida blanca fijada en 27).

En Liga, Brahim no marca desde el 22 de octubre, doblete ante el Monza y partidazo, pero en Champions marcó el gol que llevó al Milan a cuartos. Aparte del derbi, ha jugado como titular en todos los últimos partidos de los rossoneri.

A principios de octubre hizo daño a la Juventus colándose entre los centrales. Díaz es así desde niño, se emociona más en los momentos importantes. En agosto, cuando todos esperaban al CDK, hizo daño al Udinese para reafirmar el concepto: “El fantasioso siempre soy yo”. Campeón de Italia como protagonista. El sábado, en Udine, jugará.