¿Cual será el futuro de Brahim?

Como los competidores no han llegado -De Ketelaere se ha tomado un año sabático, Adli ha desaparecido en el sótano de Milanello-, gran parte del destino de Díaz dependerá de él mismo. Los dos últimos meses de la temporada pueden influir mucho en lo que ocurra con Brahim a partir del año que viene.

Y, paradójicamente, acabar como jugador estrella en 2022-23 podría ser un obstáculo para sus deseos. ¿Cuáles? Sencillo: al español le gustaría quedarse donde está, y lo quiere sin dudarlo. Un concepto ya entregado a quienes velan por sus intereses y, obviamente, a la actual directiva.

Díaz está agradecido al Milan que creyó en él, se siente parte integrante del proyecto, cuenta con la estima del entrenador y le fascina la idea de seguir creciendo en un club que -a través de la visión empresarial de Gerry Cardinale- está poniendo en marcha un proyecto ambicioso y cosmopolita.

Por otra parte, a Brahim se le abrió el apetito mientras comía. Es decir, cuando se dio cuenta de que la competencia -al menos este año- no sería un problema y que no le faltarían oportunidades para exhibir sus cualidades. En efecto, la temporada había empezado con muchos interrogantes, porque la sombra de De Ketelaere y sus 35 millones era alargada.

De hecho, CDK fue la primera opción a pesar de todo durante varias semanas, hasta que quedó claro que hacía falta algo más en la tres cuartos. Un ‘otro’ suplido por Brahim, que aportó al equipo lo que De Ketelaere sigue buscando: destellos e intensidad. El problema es que Díaz tampoco ha sido demasiado regular en su rendimiento, pero aun así ha estado listo en algunos partidos clave.

Juve y Tottenham, por ejemplo. Después de eso, en la lista de convocados sigue faltando material para un trequartista -5 goles y 2 asistencias en 31 partidos es un botín mejorable-, pero en general Brahim está convenciendo al Diavolo para que vuelva a apostar por él. Así que, recapitulando, empecemos por los puntos fijos: Díaz quiere al Milan y al Milan le gustaría retenerlo. Y hasta aquí, todo bien.

¿Todos de acuerdo? Más o menos. Queda la campana blanca por escuchar y, al parecer, no será precisamente un paseo porque incluso en Madrid están contentos con el rendimiento de su jugador, que en junio terminará su cesión de dos años en Milanello. ¿Cuál es la situación contractual? En el último periodo, algunos medios españoles han informado de que el acuerdo de dos años se completará con el simple regreso de Brahim al Real.

En otras palabras, hay quienes afirman que el Milan no tiene ningún punto de apoyo al que agarrarse. En realidad, el punto de apoyo está ahí, porque se trata de un préstamo con derecho de rescate. El problema es que el Real tiene el derecho de contrarreembolso, de ahí la última palabra. Las cifras en juego: 22 millones para rescatarlo, 26-27 para contra-cederlo.

De hecho, el Milan tiene la intención de pedir una rebaja al Madrid, mientras que el Real parece estar evaluando cuidadosamente la hipótesis de traer a Brahim de vuelta a casa y luego revenderlo por una suma superior a la contra-redención acordada con el Milan.

Una plusvalía, en definitiva. Ahí está el quid de la cuestión, y el verdadero argumento sobre la mesa de negociaciones: por un lado el Milan, que busca una compra definitiva a un precio más ventajoso, y por otro el Real, que querría explotar una potencial fuente de beneficios.

Hay que decir que los dos clubes mantienen unas relaciones óptimas y que es posible llegar a un entendimiento. Pero promete ser una negociación bastante complicada.

EL CLARO DESPLOME TRAS EL MUNDIAL

El desplome del Milan tras el Mundial de Catar ha sido evidente, y eso también se refleja perfectamente en su rendimiento en la Serie A: antes del parón, de hecho, los rossoneri eran segundos en la clasificación por detrás del Nápoles, mientras que ocupan la 12ª plaza si se tienen en cuenta los partidos disputados a partir del 4 de enero. Así lo informa esta mañana Repubblica.