De Elliott a RedBird, el Milan ha cambiado de gestor permaneciendo bajo la misma bandera estadounidense y enarbolando la misma estrategia. Atención al balance, búsqueda de la sostenibilidad financiera, un mercado orientado a jugadores jóvenes que puedan revalorizarse en el club rossonero.
Tommaso Baldanzi encaja perfectamente en el identikit: 20 años, 18 apariciones y 4 goles en su primera temporada en Serie A con el Empoli, una valoración de su ficha que hoy no supera los 15 millones. Números que pueden crecer aún más: Baldanzi tendrá más experiencia, podrá mejorar su puntuación en la liga tras un primer año y, en consecuencia, puede ser cada vez más solicitado.
En el mercado juvenil, el Milan sabe jugar con anticipación: en lugar de participar en una subasta, pretende aumentar sus activos técnicos. Así lo ha hecho con Theo, Tonali y Kalulu, que han despuntado en San Siro. Uno de los próximos talentos que les gustaría poner en el punto de mira es Baldanzi.
Con apenas 20 años, a los ocho entró en la cantera del Empoli: otro club con visión futurista. A los 17 debutó en el primer equipo en la Coppa Italia: debut con una asistencia. A los 19 llegó la Serie A, este año la expoit: tiene la plaza fija y ya ha marcado cuatro goles, si se tienen en cuenta los marcados contra Verona, Sassuolo, Udinese e Inter.
El último, en particular, tuvo un premio especial: una joya con la que embelleció la actuación del equipo, propiciando la contundente victoria a domicilio. Tras el golpe infligido a la afición nerazzurra, aclaró sus preferencias en cuanto al derbi milanés: “De niño era hincha rossonero”. Hoy sabe que la estima es mutua. Sin embargo, no hay negociaciones en curso, los precios y los contactos ya están definidos.
El perfil de Baldanzi se ajusta al identikit del jugador buscado en el mercado también para el rol: es un trequartista puro, tiene clase e imaginación, es imprevisible y su físico menudo le ayuda en el regate. Hermano pequeño de Brahim Díaz, cuatro años mayor que él y ya formado en escenarios europeos. Precisamente por eso, por la calidad de sus jugadas y actuaciones en la Liga de Campeones, estará en el centro de otro juego de mercado: el Milan puede comprarlo pagando 22 millones al Real Madrid, que, sin embargo, tiene la opción de contrarreembolso a 27.
El Milan quiere convencer al Real de que esté en medio para un acuerdo de principio que excluiría del juego a otros posibles competidores: propondrá a los españoles comprar a Brahim por 16, máximo 18 millones. El Real reflexiona: no está seguro de poder hacerle un hueco en el equipo del año que viene, pero sí de poder salir ganando con su traspaso.
El futuro está por escribir. Al igual que aún no sabemos cómo acabará la relación entre Yacine Adli y el Milan: podría ser cedido para permitirle jugar con continuidad. Adli es hoy un proyecto como trequartista, pero necesita completarse: podría hacerlo en otro sitio y luego regresar a los rossoneri. En cambio, De Ketelaere está confirmado: el club confía en que en su segunda temporada en el Milan amortice el gasto y la expectación.
En la carrera por Baldanzi, Milán no es el único participante. Hay otros participantes de Italia e incluso del extranjero. Sin embargo, las relaciones con el Empoli, propietario de la ficha, pueden empujar a los rossoneri. En el verano de 2019, los clubes cerraron un doble acuerdo: Krunic y Bennacer, de la Toscana al Milan, por un total de 25 millones. Aquí hicieron la escalada: del Empoli relegado a la Serie B a jugadores estrella que el Milan llevó a la cima más alta de la Serie A.
Además de nuevos potenciales números 10, el Milan también piensa en el próximo 9. La renovación de Giroud es una formalidad, Morata una idea para devolver la consistencia al departamento. También hace falta un poco de juventud: el Milan definirá la contra-redención desde el Lecce de Lorenzo Colombo, 5 goles en 25 partidos en total.
Los giallorossi lo recomprarán por 2 millones, los rossoneri añadirán otro (según los acuerdos ya definidos) para traerlo de vuelta a Milán. Donde podrá quedarse como alternativa a los titulares. Colombo y Baldanzi ya son compañeros de vestuario, en la selección azzurra sub 21: jóvenes, italianos y con talento. El Milan cree que también estarán bien en el Rossoneri.