El choque directo por la Liga de Campeones terminó sin vencedores ni vencidos, con el desafío increíblemente igualado en los últimos minutos. Uno a uno: el Olímpico enloqueció de alegría primero con el gol en diagonal de Abraham, y luego enmudeció con el empate de Saelemaekers.
La tabla de clasificación dice que Milan y Roma siguen emparejados en la cuarta plaza (y en caso de empate entre ambos equipos, habrá que atender a la diferencia de goles global como primer parámetro), a la que posiblemente se una el Inter en caso de éxito sobre el Lazio.
Tráfico en la Liga de Campeones: Pioli lo había dicho (“en el Olímpico vale doble”), pero su Milan fue incapaz de romper del todo el muro del Roma. Mourinho, por su parte, había levantado las manos unos minutos antes del desafío: “Una cosa es tener a este equipo a pleno rendimiento y otra es tenerlo con problemas. Estamos en un momento decisivo y también en un momento difícil”.
El Milan se había presentado con una formación anunciada, con el once tipo de Pioli. El Roma, en cambio, ofreció una variante inédita: Mou experimentó con un doble delantero centro, con Belotti junto a Abraham. Otras sorpresas fueron Celik por Zalewski.
La Roma espera. El Milan, tímidamente, lo intentó. El primer tiempo no ofreció mucho más. La principal novedad no es la acción, sino una lesión y una amarilla. El Roma perdió otra pieza en defensa, tras Smalling (Dybala, como se esperaba, estaba en el banquillo): Kumbulla se lesionó al cuarto de hora de juego, Bove entró en su lugar. En el Milan, Tomori fue amonestado: estaba entre los jugadores amonestados, Pioli lo perderá para el próximo partido en San Siro contra el Cremonese.
La posesión del balón a partir del 45′ fue claramente rossonera, con un 65%. El dominio, sin embargo, no se tradujo en acciones de peligro. Y para la Roma, que siguió más tapada, fue lo mismo: primera parte sin tiros a puerta, sólo un saque de esquina para el Milan, seis faltas pitadas. Poco de todo. La mejor ocasión de los giallorossi llegó poco después de la media hora de juego y el disparo de Pellegrini fue bloqueado por… Abraham. Hacia el final del periodo fue Calabria quien intentó un disparo en el otro extremo: potente pero impreciso.
Algo más ocurrió en la segunda parte: el Roma se escapó un par de veces en velocidad, aprovechando algunos errores defensivos. El Milan, como de costumbre, intentó llegar al área con la acumulación. Sin embargo, como en los primeros 45 minutos, ninguna intervención decisiva de los porteros.
La segunda parte se abrió con un cambio también para el Milan: salió Tomori (se había arriesgado a ser sustituido antes, por ser “aterrizado” mal tras una intervención aérea) y entró Thiaw, recompensado (sobre Kalulu) también por el físico que tuvo para oponerse a la Roma en las jugadas a balón parado.
En cambio, los giallorossi volvieron del vestuario y El Shaarawy entró por Belotti. El ex rossonero fue el primero en plantarse ante Maignan, que salió con facilidad para anticiparse a él. La mejor ocasión del Milan la tuvo otro suplente: Saelemaekers (por Díaz) remató de volea un centro de Leao, pero su disparo se marchó fuera por poco.
En el segundo intento del Roma por velocidad, fue Kjaer quien blocó a Pellegrini. La tarjeta de Pioli mediada la segunda parte fue De Ketelaere, y en la última Origi (en lugar de Giroud, que se había desesperado antes después de que un lanzamiento de falta desde el borde del área fuera desviado por la barrera).
La espera se vio recompensada por un final espectacular: cuatro minutos después del minuto 90, Abraham hizo bajar a todo el equipo bajo el Sud para celebrar el derechazo angulado con el que batió a Maignan (Kalulu se sorprendió). Sin embargo, la celebración duró menos de cuatro minutos: centro de Leao (que instantes antes había estado en el suelo abatido con los brazos cruzados), desvío en dos tiempos de Saelemaekers para el empate final, con el balón entre las piernas de Rui Patricio. En el Olímpico ya sólo cantaban los milaneses visitantes.