Pioli quiere a Milinkovic-Savic

Mayo es el mes de los arquitectos. Los equipos diseñan equipos y a partir de ahí se mueven, negocian, más tarde cierran. El Milan está a la espera de saber si jugará la próxima Liga de Campeones, pero ya ha tomado algunas decisiones. Una, sobre los tres cuartos.

Hace un año decidió que hacían falta goles en esa posición y eligió a Charles De Ketelaere, con la idea de que pudiera ser un delantero más. No funcionó. Un año después, se dio cuenta de que la mejor fórmula esta temporada era el 2+1: dos centrales más un centrocampista añadido en los tres cuartos. Digamos un falso 10, como Kessie la temporada pasada, como Krunic en los partidos que llevaron al Scudetto.

Stefano Pioli tiene desde hace años un favorito para ese puesto: Sergej Milinkovic-Savic. En la vida, un mediapunta. En un pequeño tramo de la imaginación, un trequartista físico y técnico al mismo tiempo. SMS de hecho en el Milan sobre el papel podría echar una gran mano. Aportaría peligro en el área: en los cuatro últimos campeonatos, siempre ha marcado entre 7 y 11 goles.

Y añadiría centímetros valiosísimos para las jugadas a balón parado y una solución en la fase de posesión: el lanzamiento sobre Milinkovic para el Lazio ha resuelto a menudo muchos problemas. Por supuesto, Sergej no es un jugador rápido ni especialmente intenso, es obviamente muy diferente de Kessie, pero Pioli lo aprecia (y mucho) desde hace mucho tiempo y no ha cambiado de opinión. Hace un año el Milan no lo intentó porque el coste era prohibitivo, pero las cosas han cambiado.

El contrato de Sergej expira en un año y se irá en un 99%. De esto, en el Lazio, nadie tiene dudas. ¿El precio? Lotito siempre es un cliente difícil, pero 25-30 millones puede ser una estimación realista. ¿Puede la pasión de Pioli convertirse en una negociación? Dependerá de la colocación en la clasificación -por tanto del presupuesto- y de las opciones de Maldini, Massara y RedBird. Ciertamente, Milinkovic sobre el papel no es la clásica compra de RedBird: tiene 28 años, un coste importante y un salario que inevitablemente estaría entre los más altos del equipo.

Pase lo que pase con Milinkovic, el Milan cambiará en el centro del campo. Incorporará al menos a dos jugadores, con características diferentes a las de los futbolistas de la plantilla. Ruben Loftus-Cheek en este momento es el primer nombre a considerar. El Milan se ha movido por él, ha hablado, ya ha dado pasos adelante. Con una ventaja: en un 4-2-3-1 puede jugar en dos posiciones.

Como centrocampista y como trequartista atípico. En ambas posiciones echaría una gran mano con su capacidad para acelerar con el balón, ganar duelos, aprovechar su físico para contragolpear, recuperar el balón y reanudar la jugada. A Loftus-Cheek, como a Milinkovic, se le acaba el contrato dentro de un año y el precio de la ficha tampoco es muy diferente: el Chelsea pide 25 millones por él.

Así, vale la pena considerar a Daichi Kamada, el japonés de 1996 del Eintracht, que saldrá por cero en menos de 40 días. El jugador, por supuesto, es muy diferente: no es físico, si acaso inteligente, dúctil. Sin embargo, él también marca mucho y el detalle, en un equipo que ha tenido muy pocos goles de De Ketelaere, Tonali, Bennacer, Krunic, Adli y Vranckx, pesa mucho. Kamada, como Loftus-Cheek, es extracomunitario: sobre el papel pueden llegar juntos -quizá con el fichaje de Devis Vázquez, que llegó en enero-, pero habrá que sopesar la opción.

Significaría cerrarse a otras llegadas de extracomunitarios. La llegada de ambos, por cierto, supondría el adiós casi seguro de Brahim Díaz, por quien aún no han comenzado las negociaciones reales con el Real Madrid. Brahim fue el trequartista titular en la temporada, marcó 6 goles en Liga y uno en Champions, gustó al Milan pero está claro que no es un jugador de duelos físicos e inserciones. La próxima temporada podría moverse. Quizás a pie, unos metros a la derecha: de trequartista a exterior derecho, para más de unos partidos. Tal vez en avión, a Madrid, España, Inglaterra, a donde el Milan, el Real, su padre-agente, el destino le lleven.