Leao hoy renueva con el Milan

El 2 de junio es la fiesta de la república libre de Rafa Leao, una nación donde la gente sonríe, se expresa a través de la música y regatea los problemas de la vida. El Milan anunciará hoy la renovación del contrato con su jugador más decisivo -cuando está en su mejor momento, Rafa es el jugador más fuerte del equipo- y pondrá fin a la negociación más compleja de los últimos años.

La negociación, a partir de mañana, será material para los manuales de los agentes, para las historias de los consejeros delegados y los directores deportivos: cómo resolver un tira y afloja que ha implicado a tres países (y no a dos), a dos agentes (y no a uno), a más de un tribunal internacional. Pero antes, algo nuevo en el horizonte.

Rafa Leao se convertirá hoy oficialmente en el futbolista mejor pagado del Milan, es uno de los hombres imagen desde hace tiempo y en su cabeza se está gestando un movimiento icónico: cambiar de número. Leao juega con el número 17 desde su etapa en el Milan y en verano podría… cambiar de número. Rafa está pensando en jugar con el 7 pero en su cabeza la hipótesis más sugerente es otra: utilizar el 10 de Rivera, de Gullit, de Savicevic, de Boban, de Rui Costa, de Seedorf.

El talento de Rafa pertenece a la categoría, tiene la facilidad para jugar de los grandes y en una Serie A mermada respecto a los años 90 es, sencillamente, uno de los futbolistas con más estilo. Más bien llama la atención la alternancia de números en su carrera. Leao tenía el 93 en el Sporting y el 7 en el Lille, usa el 15 con Portugal y de niño salía al campo con el 9, a veces con el 11, el 16, el 20, el 21.

A los milaneses les parece bien: cambia de número, no de equipo. Esta vez dependerá mucho del mercado porque -los milanistas lo saben- esos dos números elegidos están ocupados: el 10 es de Brahim Díaz (y el 7 de Adli). Entonces, más que una expropiación, sería un traspaso. Si Brahim está en otro sitio en julio, Rafa se quedaría con el 10. Sería el comienzo de una nueva vida rossonera.

Leao llega a esta cita más tarde de lo habitual. Su contrato fue depositado hace 20 días, pero el anuncio se ha retrasado hasta hoy, primero por compromisos prioritarios -esos dos partidos contra el Inter en mayo… -, luego por los últimos desencuentros: se trataba de definir un acuerdo con el Sporting de Lisboa, que esperaba aplazar el trámite a julio para inscribir los ingresos en un nuevo presupuesto, y con papá Antonio, que a menudo ha sido un bala perdida en esta historia.

El detalle deja claro cómo fue necesaria la colaboración de todos para llegar a la firma de Leao. De Rafa, que quería decididamente al Milan, del consejero delegado Giorgio Furlani, decisivo en los últimos meses de negociaciones, de Paolo Maldini y Ricky Massara, que trabajaron en este acuerdo durante años, y de muchos abogados, que trabajaron en tres países: Lorenzo Cantamessa (hijo de Leandro) por el Milan, Antonio Leo por el Leao, Patricia Moyersoen por el Lille, Marco Correia de Oliveira por el Sporting de Lisboa.

El resultado es un contrato complejo, con una base fija de 5 millones y una serie de bonus especiales y progresivos, que se activarán no a final de temporada -como en los acuerdos plurianuales clásicos- sino varias veces a lo largo del año. Leao verá prácticamente incrementado su salario paso a paso, con variaciones de una temporada a otra: en 2023-24 ganará más de 7 millones, en los años siguientes podría estabilizarse en 6,5 millones, descontadas las clásicas primas por resultados.

El plazo, como era de esperar, es el más largo posible: 2028. La cláusula de 175 millones de la que se ha hablado durante todo el mes de mayo estará presente, pero sólo se podrá ejercer en una ventana de verano, en julio, para permitir al Milan controlar el destino de su jugador más representativo.

Al final de estos meses de idas y venidas, de llamadas al Chelsea y discusiones, el Milan puede respirar hondo y mirar al futuro. Hoy publicarán un comunicado, un vídeo, las fotos ya tomadas y será un mensaje al mundo: el Milan ha renovado con su jugador más deseado y, si Díaz se marcha, le darán la camiseta número 10.

Los grandes de la Premier League son libres de llamar con una oferta de tres cifras -y en ese caso el Milan hará sus valoraciones-, pero el camino está marcado: Leao está listo para convertirse en el heredero de los grandes talentos rossoneri. Si eso ocurre, prepárense para ver a muchos chavales vistiendo el 10 negro sobre fondo rojo: la república de Rafa, donde se regatea libre y importa más jugar con una sonrisa que defender, seguro que les gusta.