El hombre del mercado de Maldini y Massara tiene la cara sonriente y los nervios templados de Mike Maignan, arrebatado al Lille tras el adiós de Donnarumma y que poco a poco, sin hacer ruido, se ha convertido en protagonista con paradas y salidas como un agente libre más. El francés es la mejor adquisición de su experiencia. El año pasado puso sus grandes manos en el Scudetto. Un 9 alto no se le puede quitar.
Un vaivén. Primero en lo más alto, con el penalti parado por Lautaro y las manos en el Scudetto, luego cuatro meses con demasiados errores en el último año. Tatarusanu es un 5 por esta misma razón. Llegado en 2019, el 30 de junio dirá adiós a los rossoneri tras 37 partidos en tres temporadas, 23 en la 2022-23. Los antecedentes dicen que solo lo hizo bien el año pasado, luego nada más.
Alabado sea aquel encuentro en Ibiza tomando un zumo. Theo eligió al Milan antes que a Paolo Maldini, y eso es un hecho. Porque cuando te llama uno de los laterales izquierdos más fuertes de la historia, no puedes decir que no. La historia de amor entre el francés y los rossoneri continuará al menos durante un tiempo. El año pasado renovó hasta 2026. Y hoy es uno de los mejores en su puesto. Calificado con 8.
Un agradecimiento a Maldini y Massara y otro a Pioli. Simon Kjaer llegó al AC Milan en enero de 2020 después de seis meses aburridos en el Atalanta como suplente. Nadie se lo creía, los tres sí. Y al final Simon se convirtió en uno de los pilares del Scudetto de 2022. Hasta ahora 96 partidos y un gol.
Un golpe de Moncada, el hombre en la sombra destinado a ser el centro de atención. Pierre Kalulu es otro de los jugadores mejorados por Pioli. Llegado como un semidesconocido procedente del Lyon, con el tiempo hechizó al Milan y nunca lo ha soltado. Bueno hace dos años, regular la temporada pasada, aunque el balance sigue siendo positivo. Además de la posible plusvalía por venir. Un 6,5 más que merecido.
El 7 se desvaneció este año, tras una temporada con altibajos y varios errores, sobre todo en partidos importantes. Fikayo Tomori, rescatado el pasado verano por 28 millones, tuvo un año complicado, pero en la 2021/22 fue uno de los protagonistas del Scudetto. La nota es una mezcla de los últimos campeonatos: 6,5.
Entre los fichajes del verano pasado, sólo se salva Malick Thiaw. El alemán, comprado al Schalke 04, se ha impuesto poco a poco en el tablero de Pioli, primero como reserva y luego como titular. En el último mes ha bajado un poco, pero sigue siendo un excelente central. Clase 2001, puede ser una futura plusvalía: 6.
También en este caso, la nota es una media de los dos últimos años: bueno la temporada pasada, campeón de Italia con dos goles en 24 partidos, apenas se le ha visto este año. Alessandro Florenzi sólo jugó seis partidos, culpa de una serie de lesiones que mermaron su continuidad. Maldini y Massara lo compraron en verano por algo más de dos millones y medio. Roza la suficiencia.
Uno de los primeros fichajes de Maldini y Massara. Aún se recuerda la llegada de Bennacer a la Madonnina para someterse a los exámenes médicos. En lugar del chándal habitual o una camiseta blanca lisa, guardaba en su armario un traje de flou. Ahora está de baja por lesión, pero sigue siendo el cerebro del centro del campo rossonero. Sin duda, una compra positiva. En enero renovó hasta 2027.
Otra columna. Medio punto menos por un primer año de aclimatación fluctuante, de lo contrario el 8 habría sido más que merecido. Sandro Tonali encarna el milanismo. Lloró en la despedida de Ibra y defiende el centro del campo rossonero desde 2020. El año pasado ganó el Scudetto como jugador estrella. En septiembre renovó hasta 2027. Palabra clave: líder.
Uno de los favoritos de Pioli. Hasta ahora ha jugado con él en diferentes roles: mediapunta, trequartista, segundo delantero, falso nueve, incluso lateral. No es un fenómeno, no resuelve los partidos por sí solo, pero para Pioli siempre ha sido fundamental. Jugó de titular en octavos, cuartos y semifinales de la Champions. El 6 es justo.
Este año se ha ganado el medio voto extra. Mérito por el golazo contra el Nápoles en el Maradona y el dardo contra la Roma en el Olímpico. Saelemaekers llegó en enero de 2020 procedente del Anderlecht. Muchos no podían pronunciar su nombre. Con el tiempo se ganó el puesto: 6.
Con el adiós de Maldini y Massara dirá adiós al mundo milanista. Su redención del Real Madrid es improbable, así que es hora de hacer balance: Brahim ha llevado el número 10 lo mejor que ha podido. Varios destellos, algunos goles importantes (Tottenham, Nápoles, Juventus), muchas pausas. Quizás demasiadas. El 6,5 final es una mezcla justa. Este año 7 goles y 7 asistencias.
Difícil voto el suyo. Júnior Messias fue el protegido de Maldini, el jugador fuera del área cogido con los pies en el suelo. Doce goles en dos años, algunos decisivos (Atlético de Madrid), varias lesiones y otras tantas rupturas.
Probablemente dejará el Milan. Lo suyo, sin embargo, sigue siendo un cuento de hadas: en 2016 jugaba en el Eccellenza con el Chieri, antes repartía frigoríficos y jugaba en un pequeño equipo amateur de Turín. El resto es historia.
La nota de De Ketelaere se basa en el coste y el rendimiento de este año. Y así vamos por números: sólo una asistencia en 32 apariciones. Algunos destellos dispersos -sobre todo en la última jornada contra el Verona- y hay que recordar la edad: clase 2001. El fichaje más caro del verano rossonero es un 4 con pocos atenuantes. Se necesitaba más, quién sabe si podrá demostrarlo.
Uno de los primeros fichajes de Maldini, en tándem con Leonardo. Paquetà en el Milan fue un fracaso, aunque entre Lyon, West Ham y la selección brasileña mostró buenas cosas. En enero de 2019, el Milan desembolsó 35 millones. Resultado: cuatro goles en año y medio, 44 partidos y poco más que recordar.
El delantero de las últimas dos temporadas es Rafael Leao, quien cerró la temporada con un triplete y un abrazo de Zlatan Ibrahimovic, mentor y guía durante los años rossoneri. Su crecimiento fue exponencial: entre 2019 y 2021 fue balancín, luego se adueñó del Milan, para nunca más dejarlo. La renovación hasta 2028 es la justa recompensa tras dos años como estrella.
El hombre que rompió la maldición del número nueve merece un 8 completo. Este año también ha conseguido mejorar: 18 goles en 47 partidos, 13 en la Serie A. Ha marcado 32 goles desde que fichó por los rossoneri. En mayo renovó por una temporada más. En septiembre cumplirá 37 años, pero sigue teniendo hambre.
Imposible darle menos de 7,5. No hay más que ver dónde estaba el Milan antes de él y adónde lo llevó antes de marcharse. El 4 de junio se despidió del fútbol entre aplausos y lágrimas. La cuenta dice 37 goles desde 2020 hasta el día de su despedida, todos entre los 38 y los 41 años. Es el goleador más veterano de la Serie A.
Bien Ante, los dos primeros años, con 23 goles en unos sesenta partidos, mal los dos últimos, con sólo seis tantos y muchas paradas. Rebic dejará a los rossoneri en verano, y no alcanza la suficiencia.
Uno de los primeros fichajes de Maldini junto con Paquetà. Imposible no comprar al Pistolero Piatek tras sus seis meses de alarido en el Genoa, con 19 goles en 21 partidos. En enero de 2019, los rossoneri lo llevaron a San Siro por 30 millones, otros seis meses en lo más alto con 11 dianas y fuera, al olvido, entre los olvidables. En verano regresó a Italia con el Salernitana: 4 goles en 29 partidos.
Quizás la peor compra. Divock Origi llegó a coste cero, pero con un salario de 4 millones netos por temporada. Nunca ha tenido una explosión significativa este año: sólo dos goles en 36 partidos. Destinado a decir adiós, 4.
De hecho, la lista no termina aquí. Maldini y Massara llevaron a una quincena de jugadores a San Siro. Algunos indignos, sin nota, como Begovic, Mirante, Vasquez, Lazetic y Pellegri.
Otros merecieron el rechazo: 5 actuaciones para Meitè, Dalot, Vranckx,Ballo-Touré y Hauge (sin embargo un plus). Algunos lo hicieron aún peor: Adli, Mandzukic, Bakayoko, Duarte y Dest. Todos de 4.